Harry Potter and the Half-Blood Prince

Imagen de Patapalo

Reseña de la sexta entrega de las aventuras de Harry Potter, el popular personaje de J.K. Rowling. El título será traducido, aparentemente, como “Harry Potter y el Príncipe Mestizo” en un claro caso de inevitable pérdida de sutilidad con la traducción.

Cuando oí hablar de Harry Potter por primera vez, este personaje ya era un fenómeno internacional, lo que no es de extrañar porque nunca suelo enterarme de este tipo de cosas. Cuando vi la primera película me gustó tanto que no sólo volví al cine, si no que me hice con una copia del libro para leerlo; y esto ya no es tan normal, porque jamás me había leído un libro después de ver una película. Mi Harry Potter hablando en italiano me había hechizado.

 

Un pensamiento que circulará por muchas mentes malévolas es que Akhul es más simple que un sidral. Y puede que sea cierto. Lo que, a pesar de ello, no se puede negar es que J.K. Rowling tuvo un gran acierto: metió en su historia todas las cosas que, al menos yo, siempre habíamos querido encontrar en los libros.

 

Un internado, ¡y de magos!, en el que aparecen criaturas fantásticas, hay terribles conspiraciones, encantamientos, profecías, etc. ¡Demonios! ¿Qué más se puede pedir? Creo que es la ambientación, muy por encima de los recursos de best-seller de los que se acusa a la escritora, lo que ha convertido Harry Potter en un éxito rotundo. Y que conste que los Dursleys, el Quidditch y el tratamiento que da a los fantasmas del castillo me parecen grandes errores. Aunque, claro, no creo que haya escrito los libros para la generación del ’79.

 

“Harry Potter and the Half-Blood Prince” es la consecuencia lógica de años de trabajo de escritura responsable. “Harry Potter y la piedra filosofal” era una novela simple y correcta, y ya fue un gran éxito. Sin embargo, la escritora no se durmió en los laureles y ha demostrando con cada entrega más profesionalidad y bagaje. Llegados a la sexta, nos encontramos con una trama inteligente, unos personajes principales más profundos, un ritmo magnífico sin los odiados y acostumbrados lastres y un final perfecto a la historia planteada. Sin lugar a dudas, un buen trabajo. Y lo curioso es que no necesitaba hacerlo.

 

Autor

 

Joanne Kathleen Rowling nació en 1965 en Chippong Sodbury, una pequeña localidad al sur de Inglaterra. Ha vivido en Portugal y Escocia realizando distintos trabajos a la espera de poder dedicarse a la literatura por completo.

 

Sus obras publicadas son “Harry Potter y la piedra filosofal” (1997), “Harry Potter y la cámara de los secretos” (1998), “Harry Potter y el prisionero de Azkaban” (1999), “Harry Potter y el cáliz de fuego” (2001), “Harry Potter y la Orden del Fénix” (2003) y “Harry Potter and the Half-Blood Prince” (2005). Asimismo ha escrito en colaboración dos libros de trasfondo de la saga: “Quidditch through the ages” y “Fantastic beast and where to find them”.

 

Sinopsis

Lord Voldemort ha empezado a actuar abiertamente y sus Death Eaters asolan Inglaterra cometiendo asesinatos y extorsiones. El ambiente en Hogwarths, la escuela de brujería, es tenso, especialmente desde que se sospecha que uno de los sicarios de Voldemort podría haberse infiltrado dentro.

 

Edición

 

Harry Potter and the Half-Blood Prince

Bloomsbury, 2005

Edición de tapas duras con sobre cubierta y realizada en papel ecológico

 

Conclusión

 

Harry Potter es un fenómeno internacional por derecho propio. Dejando a un lado cosas circenses, como su traducción al latín y al griego clásico, tenemos una serie de novelas de aventuras muy bien hiladas y que forman parte de un proyecto preconcebido antes de la publicación de la primera. Esto no ha sido excusa, ni tampoco el éxito, para que J.K. Rowling mejore novela a novela.

 

Esta entrega, en concreto, es un magnífico trabajo que se lee muy rápidamente (a pesar de sus seiscientas páginas) y que deja con ganas de más, lo que ya es decir después de seis novelas. Sus personajes, especialmente los secundarios, en ocasiones pecan de planos, y nunca me explicaré por qué no aprovecha todos los registros que tienen Draco y Snape; tal vez en el próximo libro. Lo que sí que es incuestionable es que J.K. Rowling está prestando un magnífico servicio a la literatura y, sobre todo, a la lengua inglesa.

 

 

Nota: 78


Lo mejor: La ambientación.

 

Lo peor: El carácter estereotipado de los personajes secundarios.

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