Carta de una desconocida

Imagen de linton

El amor es el protagonista de esta gran novela corta de Stefan Zweig

 

Hay veces que en sesenta y seis páginas se puede transmitir más que en trescientas, eso es lo que ocurre con la novela corta que nos ocupa. Carta de una desconocida es una preciosa obra que llega directamente al corazón hasta del lector más reticente. Como bien se advierte por el título, las páginas del relato consisten enteramente en el contenido de una carta. Pero aquí lo importante no es ni quien escribe la epístola ni quien la recibe, el protagonista es el amor más absoluto de todos. Es esta una historia preciosista hasta el límite, que juega con los detalles más ínfimos para contarnos una hermosa, intensísima y también cruel historia de amor.

 

A través de las diferentes etapas de la vida de una joven, se nos describe sin resquicios las diferentes fases por las que atraviesa el amor, desde el más inocente hasta el más maduro: su descubrimiento, la admiración, los celos, las decepciones… De esta forma vemos cómo en la infancia, para una personalidad todavía inocente, un hecho aislado que pueda suponer la eliminación de algo desagradable puede despertar este sentimiento del amor, magnificarlo e incluso convertirse en una obsesión.

 

El gran acierto de Zweig es que muestra una gran habilidad para describir y transmitir el sentimiento de su sufrida protagonista, y eso llega al lector. Maneja y retrata con gran maestría su psicología, recordando en ese sentido el estilo de su coetáneo y amigo Herman Hesse. Quizá hasta en algún momento nos podamos sentir identificados con alguna de las situaciones que se relatan, por ejemplo en las cosas que uno llega a pensar con trece años, aunque si nos ponemos exigentes, sí que es cierto que a medida que avanza la historia ésta se muestra un poco exagerada e idealizada, y también vemos que la relación de la joven hacia su amor platónico es bastante sumisa en cierto modo. Pero de lo que se trata es de emocionar y contarnos una historia con sentimiento que deje huella, y está claro que el autor lo consigue. Una bonita lectura con la que al final queda un poco la sensación de haber leído una especie de poesía en prosa.

 

Autor

 

Stefan Zweig nació en Viena en 1881, en el seno de una familia judía acomodada. Estudió en la Universidad de Viena en la que obtuvo el título de doctor en filosofía. En 1901 publicó sus primeros poemas, una colección titulada Cuerdas de plata. Más tarde reside un año en París, luego va a Londres y viaja por España, Italia y Holanda. La primera novela corta de Zweig, escrita en los años 1910 y 1911, es Ardiente secreto. Visita la India, Norteamérica y Panamá. En 1913 se estableció en Salzburgo, donde viviría durante casi veinte años. En 1917, publica Jeremías. En 1919 vuelve a Austria y publica Tres maestros. En 1921 aparecen Los ojos del hermano eterno y Amok..

 

Durante la Primera Guerra Mundial, y luego de haber servido en el ejército austríaco por algún tiempo tuvo que exiliarse a Zúrich a causa de sus convicciones antibelicistas. En 1928 se casa con su secretaria. En 1935 se establece como exiliado en Inglaterra. A poco de estallar la segunda guerra mundial busca refugio al otro lado del Atlántico y se establece en Brasil, justo después de publicar Novela de ajedrez. Convencido de la definitiva destrucción de los valores culturales y espirituales europeos bajo la bota totalitaria del nazismo de Hitler, se quita la vida, junto a su esposa en 1942. El trágico fin de su vida ocurrió en Río de Janeiro. Su entierro, celebrado en Río con honores de jefe de estado, fue un acto multitudinario.

 

Sinopsis

 

Un mañana, un famoso novelista descubre entre su correo una abultada carta escrita a mano. Para sorpresa suya, resulta que es una intrigante carta de amor desesperada de una desconocida a la que, según parece, él debería conocer de sobra.

 

Edición

 

Editorial Acantilado

Bolsillo

66 páginas

 

Conclusión

 

Es una historia sobre el descubrimiento de este sentimiento que hace humanos a los humanos, sobre la evolución de éste y en definitiva, es una hermosa lección sobre el amor verdadero, de ese en el que se anteponen los intereses ajenos a los propios. Pero también es la historia de una eterna espera, la de una joven que ansía con todas sus fuerzas que se cumpla su gran sueño. La melancolía impregna un texto dinámico pero detallista, lleno de sensibilidad y que no deja de lado temas como la soledad. Una novela corta, sensible y recomendable para cualquier público, incluso al que no le guste especialmente la novela romántica.

 

 

Lo mejor: Que consigue emocionar

Lo peor: Que si nos ponemos exigentes o demasiado puristas, la historia de amor es algo inverosímil

Nota: 83

 OcioZero · Condiciones de uso