La máquina de ajedrez

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Robert Löhr debutó en la literatura con esta novela de aventuras e intriga ambientada en el siglo XVIII

 

No hay nada como empezar con buen pie, y eso es lo que ha conseguido Robert Löhr con su debut literario, La máquina de ajedrez, una extraordinaria novela que mezcla de forma magistral originalidad y entretenimiento, aderezado con unas pinceladas de Historia.

 

Original porque la premisa argumental de esta novela es cuando menos llamativa, y el autor sale por la puerta grande. Es una historia mágica y que inicialmente deja la sensación de estar ante un cuento, una historia aparentemente sencilla en su planteamiento pero que se va desarrollando lentamente hasta que el lector queda inmerso en un enorme juego de mentiras y rodeado de una serie de grandísimos personajes que se interrelacionan magistralmente. Los héroes son villanos y los villanos héroes, y ni los protagonistas son absolutos ni los secundarios mediocres. Hay tiempo para forjar grandes amistades, grandes envidias y grandes traiciones, hay tiempo para el amor y para el humor, pero para lo que Löhr ha tenido tiempo es para dibujar magníficamente unos personajes, sus personalidades y sus relaciones, y esto es la base de la novela, y su gran baza.

 

El autor hace algo difícil, y es que su historia no se base en lo evidente. Bien podría pensarse que el argumento iría entorno al misterio que encierra la máquina de ajedrez y su enigmático funcionamiento, que a pesar de que se basa en hechos reales (y es que la realidad a veces supera la ficción), no es una historia conocida por el gran público. Pero no es así, este interrogante es desvelado al principio del libro y esto hace que el autor deba enfocar el relato hacia otro punto. El fin último del libro no es la sorpresa final, Löhr huye del golpe de efecto y es lo suficientemente hábil como para abrir otros frentes igualmente interesantes y son otros interrogantes los que ocupan el lugar del que podríamos tomar a priori como principal.

 

Es un libro sobre la ambición del hombre, la búsqueda del éxito, la fama y la riqueza, y la máquina de ajedrez es el vehículo utilizado para conseguirlo. Nos encontramos en el siglo XVIII, en plena Ilustración, pero hoy también se utilizan muchas “máquinas de ajedrez”, pues el ansia de reconocimiento es algo innato del hombre. En la historia se suceden las intrigas palaciegas, en una época donde los inventos y la ciencia tenían especial relevancia pero la sociedad es muy crédula, y todo esto se plasma a la perfección. Pero también nos impregna de un ambiente de juegos, de lujuria, de evasión y de engaños, propia de las cortes del siglo XVIII.

 

Si hay que ponerle algún pero al libro podría decirse las dos tramas paralelas (con salto en el tiempo), no le viene especialmente bien al libro. O por lo menos no están lo suficientemente bien enfocadas. Una de las tramas tiene mucho más peso que otra y a veces hay demasiada distancia en páginas entre ellas, con lo que a veces se contribuye más bien al lío y a tener que volver hacia atrás a recordar ciertos datos.

 

Y en un libro con una máquina de ajedrez, no podían faltar las partidas a este noble juego. Y evidentemente hay que narrarlas, pero a sabiendas de que resultaría inviable reproducir partidas con la anotación característica del ajedrez, e imaginando que no todos los lectores conocen las normas de juego y mucho menos su sistema de escritura, el autor utiliza un lenguaje asequible e incluso metáforas de las partidas convirtiéndolas en ejércitos y batallas. Así que tampoco es necesario ser un experto en la materia.

 

¿Hace una partidita contra el turco?

 

Autor

 

Robert Löhr es un joven autor alemán nacido en 1973 en Berlín. Ha trabajado como periodista, dramaturgo, guionista de televisión y titiritero. La máquina de ajedrez es su primera novela y ha entrado con fuerza en el panorama literario mundial, pues ya ha sido traducida en más de veinte países y clamada por la crítica y los lectores.

 

Sinopsis

 

En el siglo XVIII la nobleza del imperio austriaco queda deslumbrada por una máquina capaz de pensar y jugar al ajedrez. ¿Invento genial o estafa? En el palacio de Schönbrunn tiene lugar la presentación de un insólito invento: un autómata que juega al ajedrez. El sorprendente artefacto, que tiene la apariencia externa de un gran turco de penetrantes ojos azules, guarda en sus entrañas un misterio que guía sus manos y su mente. Un secreto que solo conocen su creador, el ingeniero y consejero de la corte Kempelen, y su ayudante carpintero; un secreto confinado en el desván del ingeniero, del que solo es sacado con ocasión de las concurridas partidas de ajedrez y que ha empezado a suscitar envidias y recelo. Pero el sueño de éxito que acaricia Kempelen no tarda en transformarse en pesadilla cuando, en presencia del «turco autómata», una hermosa aristócrata halla la muerte en misteriosas circunstancias. La máquina pensante se convierte entonces en objeto de espionaje, de persecución eclesiástica y de intrigas de la nobleza.

 

Edición

 

Editorial Grijalbo

Cartoné con sobrecubierta y marcapáginas de tela

414 páginas

 

Conclusión

 

En una época en la que últimamente en las estanterías de las tiendas nos encontramos libros clónicos con el tema de moda de turno, es una satisfacción encontrarse de vez en cuando una propuesta tan inusual y original como esta. Es una novela ciertamente interesante que se mantiene de principio a fin, sin desinflarse en ningún momento y que atrae la atención constantemente. Es apto para cualquier tipo de público al que le apetezca introducirse en una historia diferente y variada, pues hay aventuras, intriga, misterios y un poquito de humor.

 

Por cierto, y como curiosidad, la ilustración de la portada es exactamente a cómo se describe en el libro a la máquina y el muñeco, así que en ese sentido no hay que echarle mucha imaginación.

 

 

Lo mejor: Los personajes y la originalidad de la propuesta

Lo peor: Que la trama se haya dividido en dos partes con distinta fecha, aunque al final se junten

Nota: 85

 

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