La historia de una granja africana

Imagen de Patapalo

Reseña de la novela homónima. Firmada por un tal Ralph Iron, fue aclamada en 1883 después de ocho años de infructuosos intentos de publicación. El pseudónimo ocultaba a Olive Schreiner y la historia de un granja una profunda reflexión sobre la situación de la mujer que sirvió de bandera al movimiento sufragista.

En la versión de la novela que leí, la escritora nos prepara a la novela con una introducción muy interesante. A pesar de que la ambientación de una granja sudafricana pueda resultar exótica para nosotros, no va a ser ése el centro de la trama. Como ella apunta, las historias de leones hambrientos y trepidantes fugas se escriben mejor en Piccadilly.

 

La historia que ella nos quiere contar es muy diferente: es una historia cotidiana y por ello elige como ambientación su paisaje natal. En nada importa que después sea publicada en Londres. ¿Por qué? Porque es una historia centrada en aspectos universales del ser humano.

 

El rol de las personas en la sociedad y en la existencia en general, y muy especialmente el de la mujer, es el objeto de este relato. Para desarrollarlo, como buena observadora, tomará un escenario fijo: la granja. Y esto es así porque las circunstancias marcan al individuo.

 

Así sus personajes, principales o secundarios, irán y vendrán de la hacienda, pero la narración siempre permanecerá en ella. Esto nos permitirá ver más claramente sus evoluciones y nos facilitará, al mismo tiempo, la comprensión de los anhelos y psicologías de aquellos que permanecen aferrados a su entorno natal.

 

Numerosas referencias bíblicas, agudos razonamientos sobre los comportamientos de los personajes y sus coetáneos, unos protagonistas muy particulares pero muy vívidos y una descripción cercana de los acontecimientos sociales típicos de la zona muestran que la autora conocía bien el entorno y era capaz de analizarlo con una sutilidad que, en ocasiones, resulta genial. Me quedo, en particular, con el título de un capítulo por su tremenda mordacidad en una construcción tan simple: “Gregory Rose tiene una idea”.

 

Autor

 

Olive Schreiner nació en 1855 y murió en 1920 en Sudáfrica. Su primera novela, “La historia de una granja africana” (1883) tuvo un éxito inmediato e hizo que fuese aceptada en los círculos literarios y políticos de Inglaterra como abanderada de los derechos de la mujer. En 1899 volvió a Sudáfrica, donde trabajó en apoyo de los bóers durante la guerra contra Inglaterra (1899-1902). Vivió sus últimos años en Inglaterra separada de su marido, Samuel Cronwright, y en 1920 volvió a Sudáfrica definitivamente.

 

Con sus escritos revolucionó el enfoque del feminismo y realizó muchas observaciones agudas sobre el futuro político de su tierra natal, en particular sobre la situación de los negros bajo el apartheid.

 

Entre sus obras más conocidas están “La historia de una granja africana” (1883), “El soldado de caballería Halkett de Mashonaland” (1897), en la que criticaba la forma en que se colonizó Rhodesia, “Las mujeres y el trabajo” (1911), en el que atacó el “parasitismo sexual” de los hombres, y “De hombre a hombre” (1927) y “Ondina” (1929), dos novelas de tema feminista que se publicaron póstumamente.

 

Sinopsis

 

La vida y la muerte en las granjas sudafricanas del siglo XIX aparece como algo tan inmutable como la propia Biblia. Sin embargo, empiezan a soplar vientos de cambio y dos de sus habitantes decidirán tomar las riendas de su existencia guiándonos por el interesante viaje que resultan ser sus vidas.

 

Edición

 

The story of an african farm

Oxford University Press

Colección World’s classics

Edición de bolsillo

 

Por increíble que parezca, no he encontrado en el registro del ISBN ni una sola obra de Olive Schreiner, ni tampoco de Ralph Iron. La edición que leí, aunque en inglés, la adquirí en España.

 

Conclusión

 

“La historia de una granja africana” debería ser un libro de fácil acceso, no sólo por su importancia histórica en el movimiento sufragista, sino también por su propio interés como obra literaria. Aunque el enfoque de la historia y la narración al comienzo pueden despistar al lector actual, el ritmo de la novela es bueno y tiene pasajes sublimes.

 

El estudio del alma humana que realiza, sin pararse en barreras de sexo o raza, mantiene su vigencia y sorprende por su agudeza. Sus reflexiones metafísicas sobre Dios y la existencia tampoco han perdido interés.

 

Leyéndolo con una cierta perspectiva uno se sorprende al pensar que, efectivamente, hubieran podido creer que el libro estuviese escrito por un hombre. Más sorprende, no obstante, la dificultad para encontrar un ejemplar traducido al castellano.

 

Recomiendo este libro a aquellos con ganas de leer en inglés. Que no se desanimen en los primeros capítulos. A medida que avanza la historia se darán cuenta de que ha merecido la pena, especialmente al final.

 

 

Nota: 81

Lo mejor: el agudo retrato social tan próximo a los personajes que emociona, a pesar de la visión global, con las pequeñas historias de cada uno.

Lo peor: la historia al comienzo resulta errática y tarda en coger ritmo.

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