Los hijos de Húrin

Imagen de Patapalo

Reseña de esta novela de J.R.R. Tolkien publicada póstumamente por Minotauro a partir de una edición realizada por el hijo del autor

La publicación de una novela inédita de Tolkien, y además ambientada en la Tierra Media, es algo que crea una expectación natural. Después de todo, el autor sigue siendo un referente dentro del género de fantasía. Más allá de disquisiciones sobre el momento en el que sale la obra (después de la adaptación a trilogía cinematográfica de “El Señor de los Anillos” y con rumores sobre la posible adaptación de “El hobbit”) y sobre el motivo que mueve al hijo de Tolkien a promover esta edición, hay que aclarar que ésta se ha hecho con un gran respeto a los aficionados acérrimos a la Tierra Media.

Por un lado, Tolkien hijo no ha modificado los textos rescatados de las anotaciones de su padre más allá de, literalmente, tres o cuatro palabras –modificaciones que, además, señala en un apéndice al uso en el que se relata el proceso de reconstrucción de esta novela y los motivos para hacerlo-. Esto, desde el punto de vista literario, es un error, pues en la obra a veces se perciben los cambios de ritmo naturales en una recomposición de este tipo. Sin embargo, da la certeza al lector de que se trata una obra realmente ideada por el creador de la Tierra Media y sin injerencias externas.

 

Por otro lado, la edición de “Los hijos de Húrin” está hecha a conciencia: tiene su guía de pronunciación de nombres propios, su glosario de personajes y localizaciones, un prólogo introducción al periodo en el que se enmarca la acción, el ya nombrado apéndice y, sobre todo, las ilustraciones de excepción de Alan Lee. En concreto, hay algunas en el interior, a página completa y todo color, que justifican en sí el libro.

 

En cuanto a la historia propiamente dicha, “Los hijos de Húrin” se enmarca claramente dentro de la fantasía épica, y profundiza en un periodo de la Tierra Media que ya había sido nombrado en otros libros de Tolkien, principalmente en “El Silmarillion”. En concreto, relata la lucha épica de una estirpe de hombres que desafía el poder de Melkor cuando los elfos todavía eran numerosos y dominaban el mundo.

 

El estilo es más próximo a “El Silmarillion” que a “El hobbit”. La prosa es distante y, en algunos pasajes, más cercana a la de una crónica histórica que a la de una novela. Por ello, es difícil simpatizar con los personajes –salvo en contadas excepciones y muy particularmente al final, desarrollado más directamente-, y el lector se encuentra más siguiendo la trama, como si se tratara de un documental.

 

El libro, como cabía esperar, tiene pasajes magistrales, que por sí mismos valen lo que otras novelas y que compensan ese ritmo irregular que a alguno puede molestar. La historia global es apasionante, aunque se percibe que no ha sido desarrollada con la meticulosidad volcada en “El Señor de los Anillos”. Quizá lo que más llame la atención es el cierre: acostumbrado a los patinazos de Tolkien en este sentido –que considero totalmente voluntarios por su parte-, la conclusión de “Los hijos de Húrin” me pareció magistral. Por una vez, el autor, en vez de perderme con el final, terminó de ganárseme.

 

Autor

 

John Ronald Reuel Tolkien nació en Bloemfontain (Sudáfrica) en 1892 y murió en Oxford (Inglaterra) en 1973. Especialista en historia medieval, filólogo y escritor fantástico, a parte de su labor creativa llevó a cabo estudios de crítica literaria y fue profesor en Oxford entre 1945 y 1959, donde coincidió con C.S. Lewis, creador de “Las Crónicas de Narnia”.

Escribió “El Hobbit” (1937) para sus hijos. Su continuación, la trilogía titulada “El señor de los anillos” (1954-1955), obtuvo un enorme éxito desde su misma publicación y animó a la lectura a un público de todas las edades. Ambas obras han sido adaptadas cinematográficamente en varias ocasiones.

Otras de sus obras publicadas son “El Silmarillion” (1977), que relata los comienzos mitológicos de la Tierra Media, y “Cuentos inconclusos” (1980), que contiene cuentos que no se incluyeron en sus otros libros, y que fue recopilada y publicada por su hijo, Christopher Tolkien a título póstumo.

 

Sinopsis

 

Narración de la épica y trágica vida de los hijos de Húrin, con especial atención a Túrin, quien desafió el poder de Mordor y fue adoptado por los elfos.

 

Edición

 

Los hijos de Húrin

Edición de Tolkien hijo a partir de los manuscritos de J.R.R. Tolkien

Minotauro, 2006

Cartoné

 

La edición cuenta con impresionante ilustraciones, tanto en blanco y negro como a color, realizadas por Alan Lee, artista bien conocido por sus trabajos en otras obras sobre la Tierra Media y por su colaboración en las películas de Peter Jackson sobre “El Señor de los Anillos” y premiado internacionalmente con el Carnegie Medal por sus ilustraciones de “La Iliada”.

 

Conclusiones

 

Una obra que satisfará a los fans de la Tierra Media, aportándoles datos originales de la mano del propio Tolkien y una novela nueva rescatada de anotaciones dispersas pero sin intrusiones de plumas ajenas a la del maestro.

 

Una novela, no obstante, que como tal tiene los problemas lógicos de una obra que no fue terminada, sino que quedó fragmentada y desarrollada de un modo dispar durante la vida del escritor, cosa que se agrava por el ambicioso proyecto que tenía para la misma y que abandonó en varias ocasiones.

 

En conjunto, una obra más dirigida a los amantes de la obra de Tolkien que a los aficionados a la fantasía en general, pero que mantiene un buen nivel de calidad aun con todos los contras.

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