Entre nosotros

Reseña de la novela de Juan Ignacio Carrasco publicada por DeBolsillo

Escritores al estilo americano, vampiros y humor son los ingredientes principales de esta novela de Juan Ignacio Carrasco, una obra que sigue sin tapujos la estela de los bestsellers yanquis con mucho acierto. En ella, el autor nos engancha con una historia de sota, caballo y rey que funciona gracias al estilo ligero de la prosa y a la gracia del autor para mantener la atención del lector.

El argumento de partida es uno en gran medida recurrente: unos escritores, por simplificar la denominación, se ven arrastrados al mundo de los vampiros, a esa sociedad paralela escondida tras las bambalinas de la sociedad convencional y en la que los monstruos campan a sus anchas y, por supuesto, luchan por mantener oculto el secreto de su existencia. Nada que no hayamos visto en franquicias como Vampiro: La mascarada o Las crónicas vampíricas de Anne Rice.

Con estas tiene otros puntos en común, como la prosa previamente mencionada, que muestra que el interés del autor se centra en la historia y los personajes más que en el modo de contarla. No es una prosa plana, y Carrasco que maneja bien con los flashbacks y a la hora de hacer converger los detalles de la historia, pero se percibe que donde ha disfrutado más es con los personajes y las situaciones.

Entre nosotros se desarrolla en un tono de comedia desenfadada. El autor tiene mucha gracia y en algunos momentos consigue la carcajada (al menos conmigo lo ha hecho, y no soy público fácil para estas cosas). No obstante, tampoco se queda en concatenar una serie de situaciones divertidas, sino que les da una forma algo más robusta y combina con ellas algunos ingredientes de las novelas de aventuras, siempre en un tono ligero.

Tenemos acción, algo de suspense, alguna escena siniestra, amoríos... Los personajes, a pesar de su aparente ligereza, están trazados con acierto y son creíbles -dentro de una narración de este palo- con sus rarezas, y la historia, aun dentro de lo previsible y de los guiños omnipresentes a la cultura del vampiro pop, se desarrolla con solvencia.

El resultado es una novela que no pasará a los anales de la historia, y que tampoco lo pretende, pero que entretiene y engancha hasta el punto de hacerse breve en sus casi 500 páginas.