Aperitivos tóxicos y otros relatos

Imagen de Patapalo

Reseña de la antología de Judith Bosch publicada por 23 Escalones

 

Como la impactante portada de Irene León Guijarro pone de manifiesto, Aperitivos tóxicos y otros relatos no es una antología para todos los paladares. En ella nos vamos a adentrar con grandes dosis de humor negro y un toque surrealista en la trastienda del ser humano, en ese lugar donde intentamos mantener oculto el lado oscuro que se desborda en el mundo.

La cosa empieza con un particular libro de recetas. Aperitivos tóxicos, la obra que da título a la antología, es un compendio de microrrelatos en los que se despelleja a la clase política para destilar una salsa amarga e implacable. Lo gore y lo humorístico se dan la mano en una propuesta tan original como perturbadora.

A continuación, pasamos a Discusiones meta-químicas y filosofía microorgánica, donde, desde el punto de vista de lo más pequeño, seguimos dando un buen repaso al ser humano, sus fallas y sus pretensiones. La propuesta es tan original como implacable. Ahí va una muestra:

 

Proletariado hepático

¡Malditas neuronas!

Tú calla y sigue descomponiendo moléculas de alcohol, que esto va para rato.

 

La cosa sigue por la misma línea en la irreverente tercera parte: Dios, madre naturaleza, muerte, paraíso, etcétera, donde la autora recurre a nuestro imaginario religioso para seguir dando caña a la humanidad. Aquí el humor se vuelve algo menos cáustico, y la serie sobre la manzana en el Paraíso es hilarante.

Ya en la cuarta parte se abre el espectro de referencias. Nos encontramos en Príncipes Azules, donde el eje central son las relaciones de pareja. El tono humorístico se mantiene, aunque vuelven las nubes oscuras, que se concretan en la parte más macabra y perturbadora del libro: Escuela de psicópatas (manual de bolsillo). En sus páginas, lo macabro y el absurdo son los protagonistas. Personalmente, es la parte que se me ha atragantado, aunque hay algún momento memorable.

Como cierre, nos encontramos tres historias largas (si las comparamos con los micros precedentes): La niña mimada, Cinco sobres negros y La tía Virginia: una mujer chapada a la antigua. Estos relatos siguen, de un modo peculiar, la misma lógica que el resto del libro: no sabes muy bien a dónde te llevan, sus finales son lapidarios, hay una buen dosis de crítica entremezclada con lo que parecen simples caprichos y forman un imaginario malsano coherente.

Como se puede adivinar, Aperitivos tóxicos y otros relatos es una obra fuera de lo común, pendenciera y dura. No apta, en definitiva, para todos los estómagos.

Imagen de palabras
palabras
Desconectado
Poblador desde: 26/01/2009
Puntos: 4284

 Pues pude asistir a la charla que la autora (muy maja por cierto) dio en la Hispacón, y escuchar unos cuantos micros, que me parecieron muy salados.

Eso si, lo que realmente consiguió captar mi atención muy gratamente son los pasajes que leyó de su novela, a la que no se me quitan las ganas de echarle un ojo. 

 OcioZero · Condiciones de uso