El ataúd encadenado y otras historias

Imagen de Anne Bonny

Reseña del recopilatorio de historietas de Hellboy, el personaje de Mike Mignola, publicado por Norma editorial y que incluye los siguientes títulos: El cadáver, Zapatos de hierro, Baba Yaga, Navidades subterráneas, El ataúd encadenado, Los lobos de San Augusto y Casi un coloso

 

La primera vez que leí Hellboy no me convenció demasiado. Soy un lector clásico y, aunque aficionado al terror, el despliegue pirotécnico del personaje me resultaba excesivo. Ahora, la segunda ocasión en la que he abordado sus historietas, debo decir que he cambiado radicalmente de parecer: me encanta Hellboy.

 

De acuerdo, es un personaje que no destaca por su sutilidad, y muchas situaciones se resuelven con la misma “elegancia” que sus homólogas de los cómics de Conan el bárbaro. Además, es grotesco. Físicamente y, en gran medida, también conceptualmente.

 

Sin embargo, el personaje tiene mucho carisma, y el escenario es sencillamente fantástico. Creo que la introducción de Craig Russell a esta antología resume muy bien el sentimiento que causa este cómic: fascinación. Desde luego, hay algunos componentes claros de por qué este personaje funciona tan bien, pero sin duda es innegable que, a parte de estos, el propio Hellboy está iluminado por esa chispa mágica que, al final, es la que decanta la balanza hacia la aceptación o el abandono.

 

Las composiciones de las viñetas de Mike Mignola son sencillamente formidables. Cuando uno lee Hellboy nunca se encuentra buscando un trozo de texto, o moviendo mecánicamente los ojos, sino que se adentra totalmente en la historieta y va allí a donde el autor quiere que vaya. Es posible que alguno considere excesivo el aspecto gráfico del cómic –a mí me lo parecía al principio-, pero es innegable que transmite todo el impacto de los combates, todos los juegos de luces y sombras, de ascensiones y descensos, que plantea el cómic, que no son pocos. Que alguien sea capaz de plasmar un ambiente siniestro por la mera colocación de los dibujos es algo más que notable, y un ejemplo impresionante es la obertura de “El cadáver”.

 

Por supuesto, el apartado de color tiene un papel importante en todo esto, y se debe decir que el trabajo realizado por James Sinclair, Matthew Hollingsworth y Dave Stewart, responsables de este tema en este recopilatorio, es más que sobresaliente. Hay escenas memorables sólo por el uso del color y de las luces, como la ya mencionada introducción a “El cadáver” o alguna escena intermedia de “Zapatos de hierro”.

 

Para terminar, Mike Mignola nos termina de dorar su obra con algo muy importante en los cómics: una buena historia (o un buen conjunto de ellas). De hecho, sus historias son más que simples buenas historias de terror: son historias de terror que esconden sombras muy antiguas tras sus fachadas, y eso da una profundidad a la obra sencillamente fascinante.

 

Desde los traviesos –aunque no menos sangrientos- ecos célticos de “El cadáver”, “Zapatos de hierro” y “Navidades subterráneas” a los siniestros tañidos de la Europa oriental en “Los lobos de San Augusto” o de la mismísima Rusia en “Baba Yaga”, pasando por el clásico reinventado de “Casi un coloso”, el autor se apoya en su cultura folklórica y literaria para extraer los sutiles terrores que siempre han acosado al ser humano y darles una forma todavía más refinada.

 

Escenas como el recuento de dedos de muerto de Baba Yaga o la propia concepción de “El ataúd encadenado” (la obra que da nombre a la antología y que nos presenta el pasado de Hellboy), son sencillamente memorables y un gran estímulo a la imaginación.

 

Por ello, en el fondo, no es de extrañar que Hellboy funcione, y muy bien, y que rompa moldes estéticos. Después de todo, es una obra a la que es muy difícil ver cojear, aunque la acción a veces se resuelva, como digo, un poco a la Conan el bárbaro.

 

Autor

 

Mike Mignola nació en California en 1960. Es dibujante y guionista de cómics, y también ha trabajado en proyectos de animación como Atlantis: The Lost Empire o la adaptación de The Amazing Screw-On Head. Empezó su carrera en 1983 ilustrando cómics como Daredevil y Power Man & Iron Fist para Marvel. Después de algunos trabajos primerizos para DC Cómics, Mignola se encargó de algunos trabajos mayores, como Cosmic Odyssey o Gotham by Gaslight, el cual inspiró el concepto "Elseworlds".

Al principio de los noventa, continuó trabajando con Marvel y DC, y en la adaptación a cómic del clásico de Bram Stoker “Dracula” para Topps Comics después de haber trabajado como asistente de Francis Ford Coppola en su película homónima. A partir de 1994, Mignola empieza a trabajar en personajes propios, dando a luz a Hellboy, que sería publicada por Dark Horse Comics, y que constituiría su consagración como autor.

 

Espacio patrocinado por

Nocte - Asociación Española de Escritores de Terror

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