Sargento Rock: Entre el infierno y algo peor

Imagen de Anne Bonny

Reseña de la obra de Kubert y Azzarello publicada por Planeta DeAgostini

 

Sargento Rock: Entre el infierno y algo peor es la novela gráfica realizada por Brian Azzarello y Joe Kubert sobre el personaje que este último dibujó desde principios de los años 50, cuando daba vida a las historias de Bob Kanigher. Enfrentado a la propuesta de dedicarse de nuevo a narrar sus aventuras, fue el propio Kubert, que incluso había realizado guiones sobre el personaje, el que pensó que sería más apropiado abordar una novela gráfica que una nueva serie de cómics. El resultado pone de manifiesto que era una buena idea, tanto el formato como contar con Azzarello para el guión.

Entre el infierno y algo peor parece, en primera instancia, un simple episodio bélico en medio de una escenario mayor, y, sin duda, lo es. Pero también es la esencia de este género, de los dilemas que encierra, y una narración completa y bien cerrada. Cuando leemos la historia de cada uno de los personajes que componen la unidad que sirve de foco para la historia, cuando prestamos atención a sus reflexiones y a sus diálogos, estamos conectando con la dimensión humana del conflicto y, a fin de cuentas, con su propia naturaleza.

En este sentido, hay que elogiar la capacidad de Azzarello para hacernos partícipes del fondo de la cuestión de un modo aparentemente casual, casi fragmentario, tal y como se construyen las historias en escenario como este en el que la rutina y la muerte se dan la mano en una simbiosis única, hórrida y paradójica al mismo tiempo.

Sargento Rock es una obra que se lee con facilidad gracias a su estructura sencilla, a su presentación y su ritmo, pero al mismo tiempo es una obra profunda, que pone de manifiesto el conocimiento de causa de sus creadores. Esas situaciones, mundanas y de una dureza imposible al mismo tiempo, que capta con tanta fuerza Kubert son una buena muestra de ello.

Estas características convierten a Sargento Rock: Entre el infierno y algo peor en una lectura muy potente, evocadora y estremecedora, que no puede dejar indiferente si se presta atención a los detalles, a lo que se está contando por lo general entre líneas, a veces de un modo abierto.

Además, esta novela gráfica, que como digo puede parecer un fragmento pero en realidad es un conjunto bien cerrado y completo, puede ser una puerta abierta para interesarse por unos personajes que nacieron nada menos que en los años 50 y que tuvieron colección propia durante más de treinta años. Una oportunidad de oro para acercarse a los campos de batalla de la II Guerra Mundial con unos guías de excepción.

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