Novedades Marvel noviembre - enero I

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Reseñas de Masacre MAX: Chalado y Héroes de Alquiler: ¿Buscas trabajo?

 

 

Masacre MAX: Chalado

 

De toda la avalancha de títulos protagonizados por Wade Wilson que Marvel ha publicado en los últimos tiempos, Masacre MAX era, sin duda, el que más atractivo poseía a priori. A los que disfrutamos mes a mes con la imprescindible etapa de Joe Kelly, el enfoque que Daniel Way estaba dando en su larga estancia al frente de Masacre se nos antojaba inofensiva en el mejor de los casos. Su interpretación del personaje, un chalado con alucinaciones sacadas de una serie de los Looney Tunes, poco tenía que ver con ese tipo egoísta, amoral y genuinamente gracioso que viajó en el tiempo por accidente para acabar suplantando a un tal Peter Parker. En el resto de colecciones tampoco había mucho que rascar. En cambio, la dupla de autores de Masacre MAX sí permitía ilusionarse.

Por un lado, David Lapham, guionista de esa joya indie llamada Balas Perdidas; por otro, Kyle Baker, uno de los mejores dibujantes cartoon de la industria. La mezcla de ambos es idónea para plasmar la esencia de Masacre, pero ¿qué han hecho con ello? En primer lugar, deformar historias del personaje original (la presencia de Cable, la visita a un psiquiátrico que desemboca en una extraña relación sentimental con una interna) o del mismo Universo Marvel tradicional (ese Barón Zemo mucho más mundano que el enemigo del Capitán América). En segundo lugar, y de forma muy interesante, Lapham desplaza en un principio la voz narrativa a Bob, el compañero de fatigas de Masacre (que en el universo MAX está obsesionado con acabar con una extraña organización denominada Hydra). Aunque más adelante Wilson pasa a ser el narrador, Lapham nunca llega a ofrecer una verdad evidente sobre las motivaciones y las capacidades mentales del protagonista, dejando que sean las tramas y los contrincantes quienes le definan. A los ya nombrados Cable y Zemo se unen versiones tronadas de personajes clásicos como Dominó o el Supervisor.

Las historias ocupan un número, pero están plagadas de todo tipo de barbaridades que, esta vez sí, conectan con el espíritu gamberro impuesto por Kelly. Además, Baker aporta un estilo desmadejado, febril, que casa a la perfección con las historias pasadísimas de revoluciones que plantea Lapham. Así que sí, en Masacre MAX podemos confiar.

 

 

Héroes de Alquiler: ¿Buscas trabajo?

 

Dan Abnett y Andy Lanning dejaron hace unos meses la parte cósmica de Marvel en un nivel altísimo gracias a la creación de un entramado perfectamente cohesionado formado por un sinnúmero de personajes (Mapache Cohete, Nova, Starlord, Groot, Thanos, los Inhumanos...) e historias de proporciones descomunales. Para reposar de semejante actividad se optó por mantener las tramas cósmicas con una miniserie de menor calado (Annihhilators) y por dedicarse a una nueva serie mucho más mundana: Héroes de Alquiler.

A la hora de abordar este título tan particular, DnA optaron por una estructura que remite a la de la fantástica Global Frequency de Warren Ellis. Colleen Wing es una especie de demiurgo que en cada número recibe un chivatazo de un delito que está ocurriendo y recluta en tiempo real a los héroes idóneos para acabar con la amenaza en cuestión, si bien siempre se valdrá de Paladín como ayudante de campo.

Cada entrega es, pues, una sucesión de vertiginosas historias que se leen en un suspiro y que están perfectamente dibujadas por Brad Walker. Además, los guionistas redondean la faena al final del primer número con una sorpresa mayúscula que redefine el sentido de la colección. Por desgracia, las ventas no acompañaron al título y se canceló en su primer año, pero eso no debe impedir que se disfrute como se debe de estos Héroes de Alquiler (serán sólo este tomo y uno más), una de esas colecciones que se merecen mucho mayor reconocimiento del que han tenido hasta ahora.

 

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