El libro de los vivos

Imagen de Patapalo

Reseña de la obra de Juan de Madre y Tislit er-Rbia publicada por Sloper

 

Como en un juego de muñecas rusas o en un enigma convertido en ficción por Borges, hay un hilo intangible que une esta obra con Bajo la influencia, la particular antología de Daniel Miñano. Podríamos decir que comparten autor si el tema de la autoría fuera algo no sometido a juicio en las obras que nos ocupan. La realidad es algo más compleja y el lector merece descubrirla por sí mismo.

El libro de los vivos es una novela sobre la locura y la cordura que tiene por hilo conductor una institución psiquiátrica fundada durante la Edad Media en Fez. El descubrimiento de unos pergaminos relacionados con este hospital sirve como chispa para una narración que es mucho más que una simple historia.

Siguiendo la tradición de obras como Las mil y una noches, en el eje central de esta novela están imbricados numerosos relatos. No son, en realidad, obras independientes, sino que interactúan entre ellas para crear un conjunto mayor que la suma de sus partes.

Al igual que ocurría en Bajo la influencia, en El libro de los vivos el lector es arrastrado a un interesante juego metaliterario. Si en el primero, que versaba sobre la creación literaria, resultaba francamente interesante, aquí subimos un peldaño más, pues de lo que habla el libro es de cómo los seres humanos percibimos la propia existencia, nuestra propia vida. Con estos mimbres, se desarrolla una narración fascinante, una que no es como tantas y tantas otras. Mezcla la anécdota, la reflexión, la estética y el divertimento con sutilidad, como en la propia vida, lo que da una coherencia y una fuerza al conjunto más que notable.

No hay que imaginarse, no obstante, que este libro va en la línea de obras como El mundo de Sofía, donde una didáctica filosófica se vale de la literatura para llegar al lector. Más bien, tengo la impresión de que bebe, y se deleita al hacerlo, de las más antiguas tradiciones narrativas, de su propia esencia.

El resultado es una novela peculiar, donde la trama se bifurca como en un jardín laberíntico que, implacable, nos vuelve a llevar al punto de partida. Una obra original y fresca, llena de referencias y detalles que la enriquecen. Muy recomendable para los amantes de los juegos literarios.

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