Un buen lugar para reposar

Imagen de Boras

Reseña de la obra de Luis Gutiérrez Maluenda publicada por Alrevés

 

“Pero yo también merecía mejor suerte, el resto de las amigas de mi cliente merecía mejor suerte, el sucio barrio donde vivíamos y todos sus habitantes merecíamos mejor suerte. Ahora solo hacía falta que alguien se acordase de todos y cada uno de nosotros.”

Pag. 152

 

Este libro merece también mejor suerte y seguro que la tendrá porque cuando se trabaja así, tarde o temprano se tiene resultado, y no es un tópico de los que aparecen a diario en la prensa deportiva: es una realidad. Esta novela tiene trabajo, dedicación, ternura, brutalidad, talento, esfuerzo, obsesión en algunos momentos, humildad, arrojo, diversión... son tantos elementos que parece mentira que el cóctel no explote y no lo hace y aseguro, desde estas humildes líneas, que tendrá buena suerte. Si suerte consideramos una mezcla entre talento y trabajo.

Maluenda nos lleva de nuevo al territorio que domina, como comanche emboscado, y desde esos barrios nos envía un nuevo golpe, un navajazo bajero a nuestra conciencia, porque por mucho que los personajes vivan en la mierda o entre ella, siempre existe un poso de dignidad, un pedacito de honradez al que nadie está dispuesto a renunciar y en esta novela lo demuestra. Todo tiene un límite y existen en los bajos fondos algunos tan claros y meridianos que deberían ser exportados a otras capas sociales de ambiente más saneado.

Repite personajes el escritor para gracia de los que leímos su anterior novela, Mala hostia, y no puedo menos que aplaudir semejante decisión, pues ha construido a unos seres capaces de soportar, con entereza, una obra prolongada en el tiempo. Por ello espero que continúe con la misma línea, a ser posible durante unas treinta o cuarenta novelas más, pues sus libros comienzan a ser como una adicción: conforme terminas uno tienes deseos irrefrenables de comenzar otro.

Hablar de la buena labor como escritor del autor es tan sencillo que estoy por obviarlo. Tiene una prosa precisa, por momentos elegante, suspicaz, plagada de ironía, de segundas y terceras intenciones, malandrina, bebedora, deshonesta y por momentos honesta, sucia y sofisticada, inconcreta y certera... o, lo que es lo mismo, domina con total felicidad este arte de juntar letras.

Hay que agradecer la apuesta a la editorial Alrevés, una apuesta valiente y arriesgada, que dará sus frutos porque el trabajo bien hecho, como comenté más arriba, siempre tiene sus frutos.

Si no han leído a Maluenda, no tienen otro remedio que hacerlo; si lo han leído, no se pierdan esta novela: a mí, personalmente, me ha encantado. No puedo calibrar, tal vez lo haga con el tiempo, si supera a la primera o no, pero sí pondría la mano en el fuego que quien comience con esta no tardará más de dos días en terminarla si no la acaba en uno solo devorando páginas.

Con este nuevo aldabonazo el escritor catalán se coloca y nos sitúa a la cabeza de novelas negras de nuestro entorno, no lo dudo ni por un momento, no creo que nada que se haga fuera de aquí pueda poner peros a esta novela.

 

Un buen lugar para reposar

Luis Gutiérrez Maluenda

249 páginas

ISBN: 978-84-15098-47-8

EDITORIAL: ALREVES

Fecha de publicación: 2012

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