Novedades Marvel febrero-abril 2012 III

Imagen de Kaplan

Amenazas fraternales, amenazas de otro tiempo, amenazas entre amigos, amenazas, ¡amenazas!

 

Lobezno 9-11

La culminación de la saga La venganza de Lobezno llega tras unos números en los que Logan se abrirá paso entre los diferentes mercenarios que La Mano Derecha Roja ha contratado con oscuras intenciones. El final, anticlimático, terrible y sorprendente, se redondea con un emotivo epílogo dibujado por Goran Sudzuka que deja a Lobezno en el punto para perfecto para el siguiente gran arco que Aaron le tiene reservado. No hay duda de que el paso de este guionista por la serie dejará en el personaje una huella importantísima.

Capitán América 13-15

El final de Gulag y los complementos realizados por Brubaker y un espléndido Chris Samnee con motivo del aniversario de la colección dejan a sus principales protagonistas ante los cruciales hechos que les tocará vivir durante Miedo Encarnado. No obstante, la colección no está implicada en el evento, así que la serie continúa con un arco nuevo dibujado por el siempre espectacular Steve McNiven, lejos de la suciedad de Némesis, que disimula la idea de que Brubaker está repitiendo un esquema ya habitual en su estancia al frente de Capitán América (la de un olvidado suceso del pasado que vuelve para amenazar el presente de Rogers). Y aún así, la historia engancha y va como un tiro.

Patrulla-X: Cisma 1-3

Los dos primeros números, que recopilan una miniserie previa de relleno escrita por un Paul Jenkins cada vez más rutinario y alejado de lo que prometía en sus inicios, se sirven del estilo de Rashomon para analizar las personalidades de Magneto, Xavier, Cíclope y Lobezno (o sea, los dos líderes antiguos y, presumiblemente, los dos modernos de la sociedad mutante). Un mero trámite que no anticipa el bofetón que nos tiene preparado Aaron en la miniserie central: sumemos al perenne recelo al homo superior (incrementado por la aparición en escena de Utopía) una travesura de Quentin Quire en la sede de las Naciones Unidas y los planes del más insólito Club Fuego Infernal jamás concebido.

Cada número, además, está dibujado por una estrella diferente de la editorial: el primero por Carlos Pacheco (otro que, conviene asumirlo ya, ha pasado por tiempos mejores) y el segundo por un fantástico Frank Cho. El resultado es, con solo un par de números, lo más fresco que le ha pasado a la franquicia mutante desde Grant Morrison. Y nos quedamos tan anchos diciéndolo.

Vengadores 13-15

Bendis ha dedicado la cabecera más importante de los Vengadores a narrar los grandes combates que no aparecen en Miedo Encarnado. Así, John Romita Jr ilustra la pelea entre Hulk Rojo y la Cosa y Chris Bachalo la de Hulk contra Protector y la nueva parejita formada por Ojo de Halcón y Spiderwoman. Estos números son el complemento más necesario de todo el evento, ya que, sin su lectura, Miedo Encarnado queda algo descompensado entre lo dramático de los hechos que cuenta y lo que muestra en sus páginas.

Nuevos Vengadores 12-14

Mientras, en el otro título vengador guionizado por Bendis, aunque comparte la estructura con su colección hermana (las entrevistas a los miembros), la acción se centra en los personajes más secundarios del grupo: la renovada Pájaro Burlón (falta le hacía para adaptarse a los nuevos tiempos), Chica Ardilla y un nuevo miembro que, de hecho, se ganará su incorporación tras su valentía ante la amenaza de La Serpiente. No es tan importante como la anterior para enterarse de lo que ocurre, pero sí muy entretenida y muy bien dibujada por Mike Deodato.

Miedo Encarnado 3-5

A una cruel e inusitada (por su ubicación dentro del evento en sí) muerte le sigue una pelea de Thor contra Hulk y la Cosa que hará las delicias del aficionado y, finalmente, la destrucción de un símbolo del Universo Marvel.

Miedo Encarnado cuenta muchas cosas nuevas a mucha velocidad en muchos sitios diferentes. Es un material interesante que se ve perjudicado, precisamente, por su condición de evento anual. Le falta aire para extenderse como debe y necesita de forma imperiosa que se expliquen muchos detalles en las diferentes series afectadas por él. Que no se nos entienda mal: Miedo Encarnado es un título que merece mucho la pena, dibujado de forma fantástica por Stuart Immonen, pero habría funcionado bastante mejor como una larga saga de los Vengadores. Tal y como Brubaker viene haciendo en Capitán América, vamos.

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