Master Keaton 1

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Reseña de la obra de Naoki Urasawa y Hokusei Katsushika

 


 

Cuando empezamos a analizar en esta página Billy Bat, dijimos que lo de Naoki Urasawa era un imposible cruce entre culebrón decimonónico y trama conspiranoica modernista. Toma ya. En el fondo, lo que queríamos decir es que, como los creadores de Lost, Urasawa importaba la estructura narrativa de los grandes novelistas del XIX y añadía pequeños detalles que definían una lectura adictiva, que se expandía de forma exponencial (multitud de personajes con historias que se desarrollan en diferentes momentos) y donde lo importante no era el final sino el camino para llegar a él. Todas las obras más conocidas del creador de Monster tenían estas características.

Con anterioridad a todas ellas, Urasawa dibujó la muy popular y longeva (seis años de duración) Master Keaton, guionizada por Hokusei Katsushika (pseudónimo de Hajime Kimura) y que incluso llegó a convertirse en anime. Sin embargo, a la muerte de Kimura, Urasawa afirmó que el primero había terminado desentendiéndose de la serie a pesar de seguir figurando como guionista y que Master Keaton era, en la práctica, una colección más de Urasawa. De ahí que, al echar un vistazo a la portada, nos encontremos con que, aunque este figura solo como dibujante, su nombre es mucho mayor que el de Kimura. Junto al de Kimura encontramos el de Takashi Nagasaki, colaborador habitual de Urasawa en los últimos tiempos y que se encarga, desde marzo de este mismo año, de los guiones de la nueva colección de Master Keaton, también dibujada y coguionizada por Urasawa. Esta reedición que nos ocupa quizás tenga mucho que ver tanto con esta cuestión de autoría como con la nueva colección.

Dicho lo cual, ¿con qué nos encontramos en Master Keaton? Con un trabajo diferente al resto de obras de Urasawa ya publicadas en nuestro país, pero que, al mismo tiempo, es puro Urasawa. Master Keaton es un personaje a medio camino entre McGyver e Indiana Jones (dos de los personajes más populares en el momento de su publicación) caracterizado por el hieratismo de Buster Keaton (el nombre del personaje no es casual): en este caso estamos ante un profesor universitario, medio británico, medio japonés, que también trabaja como investigador de seguros y que, tras su fachada de hombre aburrido, esconde un fiero pasado como soldado del SAS.

El comienzo de la colección es quizás lo menos Urasawa de todo el tomo, con aventuras estancas, como, de nuevo, las de McGyver o El Equipo A, en las que Master Keaton conseguía resolver los peligrosos misterios (a menudo relacionados con la arqueología) que le encargaba la aseguradora gracias a su ingenio y su entrenamiento militar. Es decir, un planteamiento —absolutamente opuesto a las historias-río desarrolladas posteriormente por Urasawa— en el que el personaje tiene un desarrollo nulo y los misterios carecen de una entidad más allá de la mera anécdota exótica.

Ya en el tercer capítulo, la cosa comienza a cambiar. Quién sabe si es debido a que Urasawa comenzaba ya a tener más toma de decisiones en la serie o no, pero, de repente, Master Keaton empieza a oler a Urasawa. Las tramas se empiezan a enredar unas con otras y aparecen personajes de mayor entidad (la hija de Keaton). En el séptimo, de hecho, se manda a paseo a McGyver y lo arqueológico y, tras presentarse al padre de Keaton, se narra un misterio íntimo, familiar, mucho más cercano al culebrón urasawiano de Monster. El octavo es, sin más, una de esas perlas íntimas que tanto le gustan al autor; una historia de recuerdos entre Master Keaton, su padre y su hija. El noveno abandona lo familiar, pero no lo íntimo, y narra el pintoresco viaje de tren de Keaton con una anciana que esconde un terrible secreto. Finalmente, los tres últimos episodios conforman un thriller que encaja a la perfección con el estilo de Urasawa y que beben del pasado de Keaton como agente del SAS británico.

En resumen, en este primer tomo de Master Keaton encontramos a un dibujante ya pleno de facultades que, a la vista de su carrera posterior, aprendió mucho del trabajo desarrollado por Katsushika. A pesar de su comienzo algo descorazonador por su poca entidad, Master Keaton da un tempranísimo y sorprendente volantazo y se convierte en una serie que crece ante los ojos del lector, que se sorprenderá ante lo agilísimo de su desarrollo (tal era ya el dominio de la narrativa de Urasawa en 1988) y el carácter fresco y cambiante de sus historias. No es Urasawa, pero sí es Urasawa. Léelo y lo comprenderás.


 

Imagen de Ángeles Pavía
Ángeles Pavía
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S te interesa Urasawa, Dolmen ha sacado un ensayo sobre este mangaka, bastante interesante y bastante bien desarrollado. 

 

http://www.dolmeneditorial.com/coleccion-manga-books-22-el-mundo-de-uras...

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