Anima: más allá de la fantasía

Imagen de Destripacuentos

Comentario sobre esta línea de juegos que aúna los saberes orientales y occidentales

Y el hombre olvidó. Nadie es capaz de decir por qué ocurrió ni cómo. Puede que se desencadenara algún fenómeno natural que borró nuestros recuerdos, puede que trasgrediéramos una regla de algún poder desconocido y fuéramos castigados por ello. Puede que, simplemente, el hombre se lo hiciese a sí mismo. Como niños pequeños, reducidos a poco más que animales, vagamos durante siglos mientras nuestra fatua civilización se derrumbaba alrededor de nosotros. Todo se convirtió en ruinas. Las ruinas se hicieron polvo. Y el polvo se dispersó en los vientos. En aquella época el mundo tenía otro nombre.

Pero nadie queda para recordarlo.

 

Anima es una línea de juegos desarrollada por Anima Project Studio con el objetivo de combinar los sistemas japoneses y occidentales. Con esta idea tan peculiar, y que responde a un deseo patente nacido de la fascinación mutua entre nipones y occidentales, el equipo de artistas y creativos de Anima ha ido desarrollando una serie de juegos de formatos distintos pero con algo en común: la ambientación y el enfoque.

 

La primera se centra en Gaïa, un mundo imaginario compuesto por dos continentes conocidos divididos, a su vez, en una serie de principados. En este escenario evolucionan los seres humanos, y entre ellos, en un concepto muy oriental, criaturas más antiguas cuyos espíritus, o esencias, se valen de los cuerpos de los hombres.

 

Así, la magia, aunque pretendidamente no es más que un cuento para niños, sigue estando presente en este universo que se adapta tanto a la escala épica como a la de los aventureros más modestos. Como se aparece a simple vista, un concepto tan sencillo, pero que a la vez permite una riqueza tan grande, era el ideal para montar un juego de rol. Y ése fue el primer producto de la casa: Anima: Beyond fantasy.

 

En la propia mecánica del juego se han introducido conceptos más orientales siempre de un modo occidentalizado. Una simbiosis que enriquece el conjunto y que ayuda a introducirse a los jugadores en el mundo que nos trajeron los Caballeros de Zodiaco o las más recientes producciones orientales de animación.

 

Sin embargo, qué duda cabe que Oriente, y en concreto la cultura japonesa, nos atrae de un modo estético, casi visual. Es algo que en ocasiones se ha denominado “manga” simplificando sobremanera la cuestión. De lo que no hay duda es de que esa estética, esa armonía tan sugestiva que tienen desde las películas del género, los cómics o los grabados tradicionales nipones, no se puede explotar tan plenamente en un juego de rol –más allá de las ilustraciones del propio manual-. Por eso creo que no es exagerar decir que los aficionados a Anima están de enhorabuena con los nuevos productos creados por el estudio.

 

Anima: La sombra de Omega aplica los conceptos ya explicados a un juego de 110 cartas no coleccionables pensado para ser jugado entre 2 y 5 personas. En él se nos plantea unos de los miles de desafíos que el mundo de Gaïa puede ofrecer:

 

Tras siglos de cautiverio en la Torre del Fin del Mundo donde fue sellado por los Poderes en la Sombra, la ancestral entidad conocida como Omega está a punto de liberarse. Para ello, trata de reunir almas poderosas en el Orbe del Infinito, un artefacto que puede alterar las reglas de la misma creación. Con cada una de las cadenas que quiebra, el orden de Gaïa se sacude, y acontecimientos imprevistos suceden por doquier. Es posible que, con el tiempo, todo se encuentre sumido en el caos. Por suerte, desconocedores de su propio destino, varios individuos han iniciado sus andanzas por el mundo sin un rumbo fijo. Lo ignoran, pero son las únicas personas que pueden evitar el resurgir de Omega y la gran destrucción que ello traería consigo. Solo ellos podrán detener el final de los tiempos y devolver el Orbe del Infinito a la nada de donde nunca debió salir. Ese es vuestro destino… y nuestra salvación.

Efectivamente, en Anima: La Sombra de Omega se nos brinda la posibilidad de encarnar a un grupo de hasta cuatro individuos especiales de los veinte que se ponen a nuestra disposición. El desafío es controlar sus poderes mágicos, sus artimañas y técnicas de Ki con el objetivo de cumplir una serie de misiones que permitirán, si todo va bien, detener el retorno del Señor del Infinito. A pesar de que a priori todos los jugadores comparten el mismo objetivo, el juego está enfocado de modo competitivo, por lo que la victoria de unos pasa por entorpecer el camino de otros.

 

Anima Tactics toca otra faceta visual del universo Anima. Esta vez va incluso más allá y salta del papel hasta la forma física.

 

En él, los jugadores manejan un grupo de personajes con poderes especiales y habilidades sobrenaturales que se enfrentan en épicos combates. El sistema de juego incluye se basa en una mezcla de cartas, artefactos y poderes que se adecuan a la ambientación y al concepto de mezclar oriente y occidente. Una buena oportunidad, sin duda, de disfrutar de esas apoteósicas batallas que conocimos en la pequeña pantalla y que ya han saltado a la grande.

 

 

En definitiva, Anima es un ambicioso proyecto que reposa sobre unas bases sencillas y, a la vez, muy inteligentes. El tiempo dirá. De momento, podéis conocer más sobre este universo en http://www.animarpg.com/.

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