Megazoria: Aquitania

Trasfondo de los valles más allá del río Garunn

Aquitania es la tierra de los gascones o wascones, un pueblo que se refugió en este territorio durante las glaciaciones y que ha resistido el empuje de los celtas.

Aspectos geográficos

Aquitania tiene un clima temperado gracias al efecto del mar y al hallarse protegida por los montes de Arvernia y los Pirineos o Ileneos. Se haya cubierta de amplios valles en los que crecen frondosos bosques caducifolios. El clima es estacional y bastante húmedo dado que las corrientes atlánticas se detienen antes de pasar a la zona ibérica.

Fauna

La prolongada presencia del ser humano en los bosques de Aquitania ha hecho que los grandes mamíferos sean escasos. Aun así, es posible tener encuentros con agriotherios, los úrsidos gigantes de colmillos prominentes, en las zonas más apartadas. Más frecuentes son las manadas de lobos, los zorros, corzos, ciervos y jabalíes. Del mismo modo, quedan grandes poblaciones de strigogypes, pájaros del tamaño de un perro pero incapaces de volar que en ocasiones se encuentran en bandadas de carroñeros o depredadores y que pueden suponer una amenaza con sus picos de ave de presa.

Habitantes

Los wascones son gentes de piel pálida y cabellos oscuros. Los hombres suelen llevar densas barbas y hombres y mujeres el cabello largo. Visten túnicas y polainas de lana o cuero decoradas con motivos geométricos.

Lengua: Wascon.

Escritura: Algunos glifos.

Algunos nombres de ejemplo: De hombre, Inhar, Ekaitz, Ohier, Ibai o Ekain. De mujer, Maddi, Iziar, June, Ona o Haizene.

Sociedad y gobierno

Las aquitanos se organizan por grupos familiares que a su vez se unen en tribus. Entre las más poderosas se cuentan los sotiates, los ausci, los vasates, los volcates y los elusates. No obstante, no tienen una conciencia de pueblo, por lo que si no han sucumbido frente a los más organizados galos es por su tenacidad y la profundidad de sus bosques sombríos.

A lo largo del río Garunn, estos se han establecido en puestos comerciales que aprovechan su navegabilidad, entre los que destacan Burdigala y Tolosa, que son auténticos pueblos amurallados. Los aquitanos comercian desde su orilla con los productos de la caza.

El papel de la mujer en la sociedad es mucho más relevante que en las culturas vecinas; estas tienen poderes políticos, pueden oficiar como sacerdotisas de sus cultos ancestrales, ser propietarias o ejercer de juezas. En algunas regiones, se puede hablar incluso de un matriarcado.

Religión

Los aquitanos tienen una religión basada en las fuerzas de la naturaleza, ctónica, que está encabezada por Mari y su consorte, Sugaar, respectivamente, diosas de la fertilidad y la tierra y señor de la tormenta y el trueno. Dentro de este panteón se encuentran muchas otras criaturas mágicas ligadas con las fuerzas naturales, como gigantes y lamias. Las sorginak ejercen como nexo entre lo sobrenatural y lo cotidiano y celebran rituales en los que participa toda la población. También hacen las veces de curanderas.

Actividades económicas y lúdicas

La caza y en menor medida el comercio, sobre todo en la zona limítrofe con el Garunn, son las actividades principales en Aquitania. En la costa, el mar provee de pesca. Existe una artesanía de subsistencia, dado que los núcleos familiares suelen habitar en granjas autosuficientes donde crían cabras y bóvidos, y las decoraciones geométricas y estilizadas son comunes.

En estos entornos aislados, la música y la narrativa oral son las distracciones principales. En determinadas fechas, varias familias se reúnen para ceremonias religiosas que sirven de epicentro de bailes y competiciones de fuerza y habilidad y que se aprovechan para fijar matrimonios, anunciar nacimientos y otros actos sociales.

En la guerra

Los wascones se han labrado un fama de reputados guerreros, pero suelen desenvolverse mejor en guerrillas que en auténticas batallas. En cierto modo, su forma de combatir es la del cazador, al igual que sus armas: lanzas de todo tipo, venablos, hachas, cuchillos o incluso mazas. Las armaduras son raras, así como las espadas, aunque algunos jóvenes que han servido como mercenarios las traen de vuelta a sus hogares o las conservan como trofeos.

En el mar

Los wascones utilizan botes largos de poco calado llamados treinerus para pescar por las aguas revueltas de la costa. Son naves capaces de alcanzar grandes velocidades gracias a la pericia de sus remeros. En ocasiones, pueden levantar un mástil con una vela cuadrada, pero por lo general se propulsan a remo. Sirven tanto para la pesca menor como en tanto que arponeras. Los wascones son marinos reputados, aunque rara vez emprenden largos viajes por su cuenta.

Posibilidades de aventura

Aquitania es un enclave peculiar en mitad de la Galia. Para los extranjeros es una zona misteriosa habitada por un pueblo orgulloso y cerrado. Para los autóctonos, una tierra a defender de la injerencias de los celtas y los íberos, con los cuales no siempre las relaciones son fáciles.

Con este telón de fondo se pueden desarrollar escenarios de exploración y establecimiento de nuevas rutas comerciales, dado que el paso occidental de los Pirineos es una ruta tentadora. También aventuras de batalla en las que se intenten anexionar territorios sin duda valiosos.

Si se recurre a personajes locales, las rencillas y equilibrios entre familias pueden dar lugar a muchas aventuras y quebraderos de cabeza: discusiones por lindes, matrimonios frustrados, fugas de enamorados, alianzas puestas a prueba... Una sorgina puede propiciar misiones entre jóvenes deseosos de mostrar su valía con una visión o una predicción de futuro.

Corren también leyendas sobre las cavernas en las que se refugiaron los wascones durante la era de los gigantes hielo. Aunque puede que no sean más que mitos, también es posible la existencia de cavernas rituales en las que se hayan guardado secretos ancestrales grabados en la roca.

Finalmente, siempre se pueden organizar aventuras de caza. Aunque las piezas mayores, como los agriotherios, escasean, siempre puede aparecer una manada de lobos particularmente amenazadora en la zona. Además, siempre queda el mar: los wascones son reputados arponeros y en mar abierto todavía hay monstruos mayores que cualquier embarcación construida.