El Lazarillo de Tormes

Imagen de Gato Trece

Hablamos de la miniserie de Pedro Alonso Pablos que se acaba de estrenar en Filmin

 

El Lazarillo de Tormes

El Lazarillo de Tormes era uno de esos escollos con los que todos lidiábamos en la EGB, uno que se quedó grabado en mi mente con la voz de doña Angelines y las ilustraciones mancilladas salazmente por alumnos de años anteriores con lápices que nadie parecía capaz de borrar. Recuerdo al diabólico ciego y la angustia del hambre del pobre Lazarillo y también el humor gamberro que rezumaba, sobre todo considerando que era una lectura oficial.

Por eso, al arrancar esta versión animada de El Lazarillo de Tormes que acaba de estrenar Pedro Alonso Pablos en Filmin, me preguntaba qué demonios me iba a encontrar. Soy de los que opinan que, con la excusa de la didáctica, se hacen con demasiada frecuencia auténticas escabechinas con los clásicos, que existe una auténtica desconfianza (por supuesto no reconocida) a su valor intrínseco. Para mi regocijo, no es para nada el caso de esta adaptación.

En primer lugar, se ha mantenido el texto original en buena medida (supongo que no íntegro, por la extensión: la película dura media hora escasa, dividida en episodios cortos, de unos siete minutos). La lectura que se hace del mismo, y que viene acompañada por una banda sonora muy sugerente y equilibrada, es magnífica. Evidentemente, es un texto antiguo, pero cuando te vas haciendo a él, va aflorando ese humor socarrón que recordaba de pequeño y solo cabe descubrirse ante los juegos de palabras y el enfoque zascandil de la historia. Al cierre, me era imposible no reírme. Y la prueba de fuego: los pequeños de la casa se habían acoplado al visionado y reían igualmente ante las peripecias del ciego y su lazarillo.

El Lazarillo de Tormes

En segundo lugar, el apartado estético se amolda a la narración y, al mismo tiempo, huye de ese tono apolillado de las adaptaciones cartón-piedra. Pedro Alonso Pablos, que ha ejecutado la película en solitario con lo que se conoce como solo filming, ha optado por unos dibujos estilizados y llenos de dinamismo. A pesar de ser meros trazos, a veces casi sin rostro, los personajes son de una gran expresividad y captan a la perfección ese contraste entre el tono solemne de las memorias del Lazarillo y las mundanas vivencias tragicómicas con el ciego tacaño. A destacar también el ingenio con el que se utilizan los personajes y escenarios para marcar la narración, que hace pensar a los paneles ilustrados de los recitales de ciego.

Con estos mimbres, queda una película entretenida y elegante que realza con respeto los valores de este peculiar clásico de nuestra literatura, abriendo una vez más la puerta de la picaresca a las nuevas generaciones y a los nostálgicos que nos gusta volver a ella. Por lo visto, la miniserie se encuadra dentro de un proyecto cultural mayor que ya contaba con la película Cuentos del mundo, del mismo autor, cuyo trabajo algunos conoceréis por En la mente de una oveja.

Por si os ha picado la curiosidad, a continuación tenéis el tráiler oficial de El Lazarillo de Tormes. Y más información sobre la miniserie en https://www.filmin.es/serie/el-lazarillo-de-tormes

El Lazarillo de Tormes - Pedro Alonso Pablos

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