Amar a Mara

Imagen de Patapalo

Reseña de la novela de Juan Miguel Alonso Vega publicada por Editorial Ábaco

 

En un tiempo en el que parece haberse olvidado que ser escritor es algo más que contar historias, es una delicia encontrarse con una novela como “Amar a Mara”. Juan Miguel Alonso Vega no nos plantea solamente una trama inteligente y trepidante –y sin tener que salirse del marco nacional-, sino que además la plasma con estilo propio, con una prosa ágil pero rica que convierte esta sórdida historia en un viaje hipnótico a nuestra sociedad y al alma humana.

Pedófilos, prostitutas, mafiosos, vividores, policías corruptos… todos los ingredientes para una buena novela negra y sin necesidad de enmarcar la historia en las calles norteamericanas. Valencia, una Valencia verosímil –cosa que, obviamente, no va reñida con la ficción-, es el escenario principal en el que se desarrollan los hechos. Este particular, el cuadro, no es la única novedad de la novela, y Juan Miguel Alonso Vega muestra su carácter de autor, lejos de los refritos sin carácter, en otros muchos aspectos.

 

Resalta, por ejemplo, la estructura de la obra. Al principio, el lector asiste a una serie de episodios aparentemente inconexos que van creando el tapiz de la trama, y de nuestra propia sociedad, de un modo ameno. Aunque nos sintamos un poco voyeurs, la habilidad narrativa el autor nos engancha sin remedio llevándonos hacia ese final trepidante en el que todas las piezas van encajando como un macabro puzle.

 

Aun apuntando cierta ingenuidad en algunos pasajes, algún maniqueísmo que termina desmintiéndose en el guiso global de la historia, el autor resuelve con habilidad una trama que hubiera podido quedarse con una apariencia de cartón piedra al presentar un escenario tan osado y, a la vez, tan cercano. Su habilidad tratando a los personajes, dejándoles la palabra sin obligar a nadie a brillar como los héroes de la ficción, consigue dotar de mayor dramatismo a la historia, cementándola hasta obtener una novela tal vez policíaca y sin duda realista dentro de su ficción.

 

Curiosamente, estos logros en el lado “negro” de la historia no le impiden desarrollar un profundo sentido del humor, logrando hacer reír al lector con las situaciones más rocambolesca y terriblemente mundanas que podamos imaginar. Efectivamente, jubilados, curas y pervertidos se codean con los clásicos personajes de la novela negra con la misma solvencia que las anécdotas más sorprendentes e hilarantes se entretejen con los hechos más escabrosos. Después de todo, el autor lo pone de manifiesto con maestría, el ser humano es así, tragicómico sin remedio.

Autor

 

Nacido en Toldanos (León) en 1967, siempre ha demostrado un gran interés por la literatura. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de León, en la que trabajó un tiempo como profesor asociado, se dedica en la actualidad a impartir clases de secundaria (Lengua y literatura castellanas) en varios centros de León. En 2006 terminó de escribir su primera novela, "Amar a Mara", con la que ha conseguido un contrato de publicación con Editorial Ábaco para 2007. Su literatura cuenta con un estilo depurado y brillante, en el que la belleza del lenguaje está al servicio de la historia, por lo que su prosa es amena y de ágil lectura.

 

Actualmente se encuentra escribiendo su próxima obra, de la cual aún desconocemos el título.

 

Sinopsis

 

En su búsqueda de la verdad y de venganza, un heterogéneo grupo se ve inmerso en una siniestra trama de pedofilia enclavada en Valencia.

 

Edición

 

Amar a Mara

Juan Miguel Alonso Vega

Editoral Ábaco, 2007

Rústica con solapas

 

Conclusiones

 

Algo dura por su trasfondo, Amar a Mara es una novela que suma muchos puntos positivos para un gran número de lectores. A caballo entre el retrato social y la novela policíaca –o más bien la negra-, este libro toca registros de todos los palos, desde el humor al drama, siempre bajo el prisma de la condición humana.

 

El arrojo –casi osadía en estos días de prosas asépticas- que muestra al autor escribiendo, sin cortarse a la hora de jugar con el lenguaje, con la estructura, con la expresión, es un punto adicional a tener en cuenta. Prueba de que la prosa ágil no implica la sosería del bestseller prefabricado, Amar a Mara sorprenderá positivamente a más de uno.

 

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