Cartas desde la mar XX

Imagen de Luc Hamill

La mar es la vida, es la alegría para los sensibles a la belleza. Quizás otras cosas sean más importantes, como el arte, la poesía, la filosofía... Pero, antes de todo eso, ya existía el mar.

Corazón... tengo un corazón dividido en dos partes: la mar con su arte y la Luna serena. Corazón... es un corazón que cuando coge brío, se aparta del Sol y se envuelve de frío acostado en su pena...

 

La mar fue como su mujer, su más fiel compañera. Siempre la tuvo a su vera y le hizo reir. Siempre latió con él cantando sus verdades... Con ellas conquistó su reino en bajamares.

 

Y le trajeron

un día

muy presumía

a la misma Luna

porque en el templo

de las pasiones

la Luna si entra dentro

arrebata corazones.

Y loco

perdío,

corazón mío,

maldita fuera

que no advirtieras

su otra cara

con lo feliz que eras

junto a la mar salada.

Corazón...

 

Tengo un corazón dividido en dos partes que cuando reparte su amor se arrepiente, porque entonces siente llenito de espanto que está encadenando a su novia primera.

 

Pero la única cadena que apresó tu llanto, fue la cadena que lleva... la brisa marinera... hasta mi corazón.

 

Y que me oiga la Luna: al mar no le pido perdón porque mi corazón siempre estuvo a su vera.

 

¡Siempre estuvo a su vera!

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