Red Sonja: El retorno de Thulsa Doom

Imagen de Anne Bonny

Reseña del cómic sobre la diablesa de la espada de Luke Lieberman, Ethan Ryker, Lui Antonio y Will Murai publicado por Panini Comics en su colección 100% Cult Cómics

Una de las constantes del género de la espada y brujería es el enfrentamiento entre un bárbaro (la fuerza bruta) y un poderoso hechicero (el ladino poder ultraterreno). Es una confrontación que, después de tantos años, rara vez se resuelve de un modo convincente para el lector por el propio desequilibrio que implica, y es por ello que este cómic es una auténtica alegría.

 

Thulsa Doom es uno de los antagonistas más carismáticos de la Era Hibórea. Su eterna ambición y sus grandes poderes lo convierten en el enemigo ideal para cruzar en el camino de los protagonistas. Al mismo tiempo, es difícil encontrarle una trama a la medida. En las páginas de El retorno de Thulsa Doom la encontraremos, puesto que, por una vez, no sólo va tras un tesoro digno de sus deseos, sino que se enfrenta, en unas espectaculares viñetas, a seres de su talla: nada menos que a los agonizantes dioses primordiales que a veces asoman a este mundo.

 

A la caza del mismo va Red Sonja con un particular guía, que servirá de catalizador para que la historia funcione. Los escenarios que van recorriendo son escalofriantes y están francamente conseguidos: en el guión de Luke Lieberman y Ethan Ryber entramos de lleno en la fantasía oscura, con dantescas matanzas, terribles plagas y un mundo apocalíptico. Una historia sin concesiones, que realmente explota el género en todas sus dimensiones.

 

Este planteamiento brilla bajo los lápices de Lui Antonio, que si bien en ocasiones nos presenta algunos cuadros un poco extraños, en el 90% del cómic nos brinda escenas de cortar el aliento. No es sólo por el dinamismo de las batallas, que están bien conseguidas, sino, sobre todo, por algunas instantáneas que, saliéndose del guión clásico del género, realzan el escenario. En sus dibujos las carnicerías sí que impresionan, los carroñeros sí que ponen los pelos de punta y la fuerza de la batalla sí que llega al lector. Desde luego, brinda momentos memorables en este volumen.

 

El coloreado de Will Murai complementa a la perfección estos planteamientos dando luces y sombras donde corresponde y añadiendo dinamismo a la puesta en escena. Aun siendo un cómic crudo, no se regodea sin embargo en la sangre, sino que mide sus pinceladas de color para, precisamente, acrecentar la sensación de épica en el lector. Y lo consigue: sin agobiar, el conjunto es de lo más expresivo.

 

Así, no es de extrañar que el final deje con muy buen sabor de boca. En un clímax sostenido de los más largos -y conseguidos- que he leído, este formidable equipo cierra a la altura del personaje este episodio de la existencia de Thulsa Doom. Sin duda, lo que merecía un hechicero de su talla, sobre todo cuando en su camino se interpone nada menos que Red Sonja.

 

Además, la acostumbrada edición cuidada de Panini se acompaña con todas las portadas a página completa de la miniserie de cuatro números que compone el volumen.

 

En definitiva, un cómic más que recomendable para los amantes del género de espada y brujería, quienes estamos de enhorabuena con la recuperación de la diablesa de la espada que estamos viendo.

 

Sinopsis (Cortesía de Panini Cómics)

 

¡La esperada continuación del último encuentro entre la Diablesa de la Espada y Thulsa Doom! Ha pasado un año desde su anterior combate, y Sonja ha estado buscando al villano por todo el mundo. Mientras tanto, el mismo Doom ha declarado la guerra a las antiguas deidades de la Tierra. El resultado de la batalla, conducirá al más salvaje reto que haya afrontado jamás Red Sonja.

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