Chequeos de balón

Lo primero que aprende un jugador de Brutal Ball es a sujetar un balón; después, solo después, se le enseña a sobrevivir.

Parafraseando a Rak Gulraj, entrenador de los Rompedientes de las Tierras Yermas, un jugador incapaz de controlar un balón parado solo sirve de carnaza. Y es que incluso entre los orcos ha terminado por calar la creencia de que un equipo no puede funcionar solo con carnaza —por divertido que esto pueda llegar a ser—. Es por ello que muchos entrenadores dedican el primer día de sus procesos de selección a una actividad tan estúpida en apariencia como recoger melones de un huerto —los balones reales son demasiado caros—.

En descargo de los jugadores, hay que decir que sujetar correctamente un balón ovalado, por lo general cubierto de púas y fluidos que lo hacen resbaladizo e incómodo, con unos gruesos guanteletes y cientos de ojos clavados en tu cogote —algunos con aviesas intenciones— no es algo evidente, sino que justifica los siguientes chequeos.

Recoger balón: Un balón situado en una casilla libre de un terreno de juego de Brutal Ball puede ser recogido por cualquier jugador que entre en ella. Para conseguirlo, este deberá realizar un chequeo de Balón contra 1D6 si avanza, 2D6 si corre o 3D6 si esprinta más un dado de carga por cada adversario situado en la zona adyacente. En el caso de tener ya un balón en sus manos, su habilidad de Balón se verá reducida tal y como se explica más adelante.

Si el resultado del chequeo es un éxito, el jugador se hará con el control del balón y podrá continuar su turno con normalidad.

Si el resultado es un empate, el jugador se hará con el balón pero deberá permanecer en la casilla y su estado pasará a acción terminada (AT).

Si el resultado es un fallo, el balón rebotará tantas veces como el nivel de fallo (NF) y el jugador pasará a estado de acción terminada (AT).

Plantar balón: Un jugador que tenga en su poder un balón podrá dejarlo en la casilla que esté ocupando con el coste de un punto de desplazamiento. Esta acción no requiere ningún tipo de chequeo específico, solo tener suficientes puntos de movimiento, y se puede realizar en cualquier momento. Además, el balón no rebotará, sino que permanecerá estable donde haya sido dejado.

Del mismo modo, un jugador en posesión de un balón puede dejar caer este en cualquier momento de su desplazamiento sin coste alguno de movimiento ni necesidad de realizar un chequeo. En este caso, el balón rebotará al azar una casilla desde aquella donde ha sido abandonado.

Controlar varios balones: Aunque de por sí es raro que los balones coincidan en el espacio durante un encuentro, y todavía más que alguien intente hacerse con su control, ¡no hay nada imposible en Brutal Ball! Así, un jugador que ya tenga en posesión uno o más balones, podrá intentar hacerse con más, aunque teniendo en cuenta los siguientes particulares:

Su habilidad de control del balón —Balón, Atrapar o Lanzar— se verá dividida por el número de balones implicados en la jugada redondeando hacia abajo. Por ejemplo, un trastolillo haciendo malabares con dos balones puede intentar recoger del suelo un tercero, pero su habilidad de Balón se dividirá por tres en el chequeo. Un ogro con un balón en cada manaza podrá lanzar uno a un compañero, pero su habilidad de Lanzar durante el chequeo de lanzamiento se verá reducida a la mitad.

La excepción son los pateos: patear un balón que se encuentra en el suelo con un balón en las manos no implica penalización de ningún tipo.

Por otro lado, si en cualquiera de estos chequeos el jugador no obtiene ningún seis, perderá el control de todos los balones que tuviera en su poder independientemente de cualquier otro resultado. Dichos balones, una vez terminada la resolución del chequeo, rebotarán una casilla desde la ocupada por el jugador y este pasará a estado de acción terminada (AT).

¿Sabías que...

…Roum Brujburum, bloqueador de los Aplastacabezas, siempre era el encargado de recoger los balones tras los entrenamientos?

Su entrenador tenía la esperanza de que el troll consiguiera mejorar su habilidad, pero lo único que consiguió fue que, a causa de la falta de sueño, se mostrara todavía más torpe. ¡Roum se encontraba con frecuencia recogiendo todavía balones cuando arrancaba el entrenamiento del día siguiente!