Alineaciones

El único requisito indispensable para constituir un equipo de Brutal Ball es tener jugadores

Si quieres una formación de Brutal Ball necesitas jugadores. De hecho, aunque en algunas competiciones sí que se han puesto restricciones al respecto, estrictamente basta con tener un jugador. Y ni siquiera hace falta que sea bueno. Aunque sí probablemente que esté tocado del ala para saltar en solitario al campo.

Se han dado casos de equipos que venían sin nombre —o que dejaron en blanco la casilla correspondiente del registro por error, para regocijo de los árbitros— o este era impronunciable —como los, ejem, Innombrables—, y tantos otros de equipos que no llevan ropa suficiente encima como para reconocer sus colores —como suele ocurrir con los Mantas Raídas—, pero no, por supuesto, de equipos sin jugadores. Es más, si un equipo se queda sin jugadores tras un encuentro, por regla general se disuelve o alguien le roba el nombre. O ponen a jugar a los masajistas y a los entrenadores. O a los hinchas, si hace falta. De hecho, si algo no falta en la Ciudadela, son voluntarios para buscar la efímera fama en el terreno de juego.

Sin embargo, no todo el mundo vale para esto, por lo que existe el...

Valor de los jugadores

Todo jugador de Brutal Ball está precisamente tasado en Pozales de Oro (PO) como la suma de todas sus características menos cuarenta y cinco y todo multiplicado por diez. Es decir, valor = (Σcaracterísticas – 45)*10

Es cierto que hay toneladas de jugadores estándar, cuyas características podéis encontrar en los tomos recopilados por los escribas enanos de la Ciudadela, pero nada impide, aplicando la fórmula precedente para conocer su valor, fichar a jugadores tullidos, a extrañas criaturas nunca vistas pero bien protegidas por hombreras o incluso a jugadores que ya han acumulado cierta...

Experiencia

Los jugadores que consiguen sobrevivir el tiempo suficiente en encuentros oficiales de Brutal Ball van acumulando una preciosa experiencia que les permite, en teoría, jugar mejor en los siguientes partidos. En concreto, por cada diez puntos de experiencia acumulados, el jugador subirá un nivel y, por lo tanto, aumentará uno de sus atributos un nivel.

Los puntos de experiencia se ganan en los siguientes casos y en las siguientes cantidades:

Al anotar un tanto en una portería rival, 3 puntos.

Al colar un balón en una portería rival, 1 punto.

Al realizar una recepción, 1 punto.

Al interceptar un proyectil, 2 puntos.

Al realizar un lanzamiento preciso, 1 punto.

Al enviar un jugador rival a la enfermería, 2 puntos.

Al realizar una carrera, 1 punto.

Si al final del encuentro un equipo tiene jugadores que han ganado uno o más niveles, se deberán lanzar tantos dados de carga como Equipo técnico en activo tenga la formación más uno. Por cada seis obtenido, se podrá elegir qué atributo mejora con el nivel. El resto de los niveles mejorados afectarán a atributos al azar.

Esto representa cómo los profesionales del sector guían a los jugadores durante los entrenamientos y las sesiones tácticas para que saquen más partido a sus cuerpos y sus experiencias. Por supuesto, los entrenadores no pueden estar encima de todos los jugadores al mismo tiempo; a veces, de hecho, están fuera de juego por las artimañas de los contrarios. También, aunque no haya nadie mirando, es posible que un jugador sepa aplicar lo aprendido del mejor modo posible.

Fichajes y despidos

Salvo que el reglamento de una competición diga lo contrario, un equipo puede fichar nuevos jugadores o mandar a escaparrear a los viejos entre partidos cuando así lo desee. Siempre hay postulantes de calidad estándar disponibles en el mercado y las condiciones draconianas de los clubes permiten poner en la calle de la noche a la mañana a quien deseen y recuperar, así, el efectivo equivalente al valor del mismo. Eso sí, cualquier equipo rival podrá fichar a un estrella caído en desgracia.

Del mismo modo, no hay limitación en cuanto a número de jugadores, posiciones en el campo o raza en las alineaciones —siempre y cuando el reglamento del torneo no diga lo contrario—. Eso sí, este último factor puede influir en el Entrenamiento, como se verá más adelante.

¿Sabías que...

...algunos equipos han superado el centenar de jugadores en plantilla?

En sus tiempos de gloria, la Legión aceptaba en sus filas a todos los candidatos que quisieran probar fortuna en el terreno de juego. A partir de su debacle en el Trofeo Cráneo Abierto de 2461, no obstante, tuvieron que empezar a poner restricciones: las listas de jugadores eran tan largas que era imposible gestionar el banquillo y además ¡casi no quedaban hinchas en las gradas consumiendo cerveza y ratas fritas para mayor gloria de los patrocinadores!