Juego sucio: Favores

Imagen de Brutal Ball

Algunos venden su alma al diablo, otros a un patrocinador, otros a ciertos equipos...

La Ciudadela es un sitio inmenso poblado por demasiada gente. En un lugar semejante, las cadenas de favores se extienden como horrores tentaculares difíciles de entender y, según dicen los entendidos, su epicentro está en los pozos de Brutal Ball, el sumidero de todas las pasiones. Permisos de construcción, chivatazos del comité antidrogas, cargamentos de cerveza desaparecidos, artículos a doble página en la Revista Roncos... todo el mundo tiene un precio.

Además, en el fragor de un encuentro de Brutal Ball es difícil saber si un jugador ha metido la gamba hasta el cuello por lerdo, por torpe, por error o por haber recibido un sustancioso soborno. Es por ello que es difícil luchar contra las redes mafiosas de seres como los ogros o los puercos, que dominan de facto buen parte de lo que ocurre entre los inabarcables muros de la Ciudadela. Si a esto sumamos que hay seres como los strigoi capaces de hipnotizar a sus adversarios o de convertirlos en adictos a sus mordiscos ¡os podéis imaginar lo complicado que resulta arbitrar a posteriori sobre determinadas “jugadas”!

A efectos prácticos, cuando un equipo consigue utilizar el juego sucio Favores, podrá elegir un jugador de cualquiera de los equipos contrarios y moverlo en sustitución de su entrenador. Para representar mejor el factor traición, el jugador será designado cuando su entrenador vaya a moverlo: en ese instante, será el entrenador que se ha valido del juego sucio el que lo moverá siguiendo las reglas normales. Importante: el jugador no cambia de equipo, por lo que a efectos de pases, bloqueos, etc. seguirá considerándose de su equipo original. Tampoco podrá ser placado por sus compañeros.

 

¿Sabías que...

los Mercaderes de Marvenrack invertían tantos recursos en sobornos que llegaron a regalar jugadores a otros equipos ¡para recurrir a ellos en momentos clave!?

Los puercos abrieron una escuela de entrenamiento multirracial en la que se juntaban medianos, humanos, orcos, gnolls e incluso algunos nezumi que luego eran enviados a otros equipos. Algunos rumores apuntan a que, colateralmente, dicha escuela dio nacimiento a formaciones como los Irregulares o los mismísimos Sucios.

Comixininos

 OcioZero · Condiciones de uso