Juego sucio: Irracionales

Incluso dentro del Brutal Ball hay una lógica... O debería. A veces.

El problema (por llamarlo de alguna forma) es que no todas las criaturas parecen amoldarse a la misma, a veces de un modo continuo, a veces cuando entran en determinados modos de frenesí. Los aficionados, por lo general, adoran estas salidas de tono por el caos que generan: minotauros que cargan contra todo lo que se mueve, hombres árbol que arrojan a jugadores como si fueran balones, boques que cruzan cornamentas aun siendo del mismo equipo...

A los árbitros, por el contrario, estas cosas les destrozan los nervios y se vuelven aún más ineficientes. ¡Y qué decir de los entrenadores! Todas las tácticas pensadas durante las jornadas previas quedan en papel mojado cuando en el campo no ocurre lo que la razón dicta que debería ocurrir.

Cuando un equipo recurre al juego sucio irracionales hace que todos los equipos adversarios pierdan un punto de entrenamiento. Además, se determinará al azar un equipo cualquiera (incluido el irracional): en su próximo turno el árbitro podrá expulsar a un jugador (lanza los dados que correspondan) en cualquier tipo de jugada, sea ilegal o no. La jugada susceptible de convertirse en falta será elegida por el entrenador del equipo que ha recurrido al juego sucio... o por el entrenador de su izquierda si es su equipo el afectado.

¿Sabías que...

...los Escribas Implacables del Tomo de los Agravios protagonizaron una sentada protesta durante un encuentro con minotauros, boques y trastolillos por considerar que sus adversarios estaban boicoteando sus estrategias con su comportamiento errático?

Lejos de conseguir su objetivo, contribuyeron de tal modo al caos generalizado que el árbitro ¡acabó expulsando a su capitán y a tres líneas!