Juego sucio: Invulnerables

No todas las criaturas son igualmente manipulables por la magia

Bien sea por su propia naturaleza, bien por hechizarse a sí mismas con sortilegios de defensa, bien por disfrutar de la protección de fuerzas superiores, bien por una mezcla de todos o ninguno de estos elementos, hay jugadores que repelen la magia. Y uno podría pensar que es algo bueno, dado que esta es ilegal en el terreno de juego... en casi todas sus expresiones.

Y ahí está la trampa: ¿qué sería del Brutal Ball sin las retransmisiones a través de las bolas de cristal? ¿Y qué de los desdichados jugadores que han de ser rescatados por la magia tentacular? ¿Con qué derecho se perturban los hechizos nigrománticos que permiten llevar esqueletos, zombis y otras aberraciones al pozo? ¿Qué hay de las centellas y luminarias convocadas por los patrocinadores para regocijo de los hinchas y los consumidores?

No, tampoco la perturbación de la magia está permitida en el balonpozo, por lo que un jugador que muestre resistencia a la misma durante un encuentro ¡puede ser igualmente expulsado!

A efectos prácticos, un equipo que invoca el juego sucio invulnerables verá a todos sus jugadores protegidos de todo tipo de sortilegios, incluidos tanto los propios de las hechicerías como los de disciplinas como el mesmerismo, los maleficios, las mutaciones o incluso los fichajes post-mortem. Eso sí, deberán realizar una tirada de expulsión cuando esta protección se manifieste.

¿Sabías que...

...los Espíritus Ardientes intentaron en un encuentro incinerar a todos los bloqueadores de los Devorahuesos de Wuthgaard?

Para su sorpresa, los hombres árbol no solo se mostraron inmunes a las llamas convocadas sino que las desviaron para asar a unos cuantos medianos ¡que procedieron a engullir con evidente deleite! El árbitro expulsó de inmediato a los infractores, escandalizado por su perturbación del Inmaterium durante el encuentro.