Juego sucio: Maleficios

Imagen de Brutal Ball

La hechicería más insidiosa también tiene su lugar en el Brutal Ball

Existen sortilegios que están pensados no para conseguir algo, ¡sino para evitar que ocurra! Son los llamados maleficios. Originalmente diseñados para proteger tumbas de ricos mandatarios o para disuadir intrusos, en la actualidad se utilizan sobre todo como un mal de ojo discrecional ¡y extremadamente popular en los pozos de Brutal Ball!

Son numerosas las criaturas que recurren a este tipo de hechicería, cuyos resultados son siempre los mismos: nada de lo que hace la víctima parece funcionar bien. Si coge el balón, este rebotará, se desinflará ¡o le explotará en la cara! Si intenta pillar por sorpresa a un adversario, pisará algún hueso perdido que, cual rama seca, delatará sus intenciones. Si realiza un lanzamiento, el viento cambiará y se volverá racheado. De esta manera, las probabilidad de que todo vaya mal aumentan exponencialmente.

Cuando un jugador queda marcado por el juego sucio maleficios deberá lanzar 1D8 cada vez que realice un chequeo. Si el resultado es 7-8 y ha superado dicho chequeo, se considerará un fallo automáticamente del mismo nivel que los maleficios que lleve encima. Hay que tener en cuenta que estos son acumulativos: un jugador sujeto a dos maleficios tirará 2D8 en cada chequeo y, además, si obtiene algún 7-8 el fallo será del doble de intensidad. Por ejemplo, en una recepción el balón rebotaría dos casillas.

 

¿Sabías que...

...el corredor estrella Gaylard Estarwän cosechó un Premio Pardus a la muerte más ridícula después de hacer que una gárgola decorativa cayera sobre él al intentar extraer un balón que se había quedado atascado entre los sillares de un pozo?

En su descargo hay que decir que durante el encuentro había humillado por igual a momias milenarias, trasgos vengativos, las animadoras de un equipo de elfos sombríos y dos theriantropos con conocimientos ancestrales.

Comixininos

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