Juego sucio: Tóxicos / infecciosos

El Brutal Ball ya es peligroso de por sí, pero algunos equipos trabajan por hacerlo directamente letal

Golpes, encontronazos, heridas abiertas, revolcarse por una osamita embarrada, cubierta de polvo de huesos o charcos de quién sabe cuándo y cómo... El balonpozo no es un deporte limpio y no está exento de evidentes riesgos para la salud ¡que algunos intentan incentivar por la vida rápida!

Es verdad que hay criaturas que de por sí son malsanas, como los trozos de carne ambulantes de los redivivos o las pieles supurantes de toxinas de algunos escuerzos, pero ¿qué decir de los humos conjurados por algunos nezumis o de las ponzoñas escupidas por las gripias? La normativa prohíbe el uso de estos... recursos, e incluso exige que los entrenadores se encarguen de que no aparezcan “por accidente” durante los encuentros, lo cual, por supuesto, no ha evitado su uso.

Si un equipo utiliza el juego sucio tóxicos / infecciosos, sus adversarios deberán añadir un dado normal a las tiradas de enfermería que realicen. Además, el entrenador deberá realizar un chequeo de 2DX: si obtiene dos seises, algo saldrá mal (jugadores que se descomponen o enferman, envenenamiento del banquillo) y el equipo tóxico deberá añadir 1DX a sus tiradas de enfermería. Estos efectos son acumulativos.

¿Sabías que...

los Incensarios de Plaga se hicieron famosos por sus botafumeiros portátiles, con los que iban sembrando de vapores pestilentes el terreno de juego?

Actualmente trabajan en humos no colorados para evitar atraer la atención de los árbitros ¡y la de los bloqueadores de los equipos contrarios!