Míkel Rodríguez – Caperucita y otros relatos vascos de terror

El autor noctívago comparece para presentarnos su nueva antología

Míkel Rodríguez se dio a conocer con Sacamantecas y otros relatos vascos de terror, una antología que conseguía aunar de un modo no meramente anecdótico el escenario vasco con historias espectrales que iban desde el folclore propio de la zona a clásicos de la literatura fantasmal pasando por algún guiño incluso al horror cósmico.

Ahora vuelve bajo los auspicios de la Editorial Txertoa a la colección Larrea Narrativa con Caperucita y otros relatos vascos de terror pero... ¿será esa primera palabra del título todo el cambio? ¿Se habrá endulzado la obra de Míkel Rodríguez? ¿Estará cayendo en el escalafón de los monstruos infantiles? Esperamos brindar algo de luz —eléctrica— a estas cuestiones en la siguiente entrevista.

Define Caperucita y otros relatos vascos de terror en siete palabras.

Antología-compendio de horror etnográfico de época

¿Qué error cometiste en este proyecto que no volverás a repetir?

No haber incluido un vampiro buenorro que renuncia a la cópula por amor. Esa receta no falla para enrolar lectoras adolescentes.

¿Cuál es el logro de cuantos encierra del que estás más orgulloso?

Aunar la sorpresa en los desenlaces con cierto rigor histórico, una auténtica paradoja.

¿A qué público le va a encantar?

Al vacuo, al que aspira “a pasárselo de miedo” sin encarar dudas existenciales y sufrimientos.

¿Y quién no se acercará a él ni con un palo?

El público analfabeto (por definición).

¿Alguien se te echará al cuello?

Los admiradores de Felipe II, el pirata Jean Laffite y Pío Baroja “senior”, los trabajadores de Correos y Telégrafos y todos los demás personajes e instituciones a los que maltrato de forma inmisericorde. En especial el barón Samedi.

¿Piensas volver a trabajar en algo así o con esto ya cierras etapa?

Sí, como decían Douglas MacArthur y Schwarzenegger: “Volveré”.