El yunque de Ares: combate en Gorgoneion

Imagen de Gorgoneion

Sobre el sistema de combate en este juego de rol gratuito de mitología griega

Todas aquellas luchas a muerte que tengan lugar en Gorgoneion se resolverán con este sistema particular, sean duelos, contiendas entre varios guerreros o confrontaciones con monstruos mitológicos. Solo quedan excluidos los conflictos bélicos de mayor escala, que deberán implicar al menos a una docena de contendientes por bando y que serán tratados en el apartado Brotoloigos, y aquellos combates amistosos o reglados que no busquen la destrucción del adversario, como un pugilato o una reyerta entre borrachos.

Cada contendiente lanzará tantos dados como marque su competencia Combatir más tantos dados como considere la hilandera necesarios para representar las ventajas derivadas de su armamento, su tamaño, su número, su posición estratégica, los objetos mágicos que posee, posibles favores divinos, etc. Es necesario, por lo tanto, que los jugadores describan con el mayor detalle posible cómo encaran la batalla, puesto que esto determinará en buena medida sus posibilidades de victoria. La hilandera, por su parte, deberá haber descrito con el suficiente detalle tanto el escenario como los adversarios, y será responsable de transmitir los cambios al tiempo que genera un relato apasionante de la contienda.

Si hay varios combatientes en liza, aquel que haya obtenido el resultado mayor podrá elegir contra quién lo compara a modo de Desafío, tal y como se explicó en el apartado Astragalomancia: Sistema de juego de Gorgoneion, con las siguientes particularidades:

-Si el contendiente ha obtenido una apoteosis, duplicará los efectos obtenidos. Si ha obtenido una humillación, triplicará el castigo sufrido.

-Si el resultado es un empate, los contendientes combatirán sin conseguir inclinar la balanza.

-Si el resultado marca una diferencia de uno, el vencedor podrá tirar un dado adicional la siguiente ronda. Habrá conseguido llevar el combate hacia un terreno que le resulte favorable.

-Si el resultado marca una diferencia de dos, el perdedor deberá tirar un dado menos la siguiente ronda. Estará siendo acorralado de algún modo.

-Si el resultado marca una diferencia de tres, el perdedor resultará herido y su competencia de Combatir se reducirá en un punto hasta que sea curado. Si dicha competencia llega a cero, le fallarán las fuerzas y caerá derrotado, probablemente inconsciente.

-Si el resultado marca una diferencia de cuatro, el perdedor quedará fuera de combate una ronda. Si no hay nadie para protegerlo o combatir por él, será derrotado. Es posible que haya sido derribado o desarmado.

-Si el resultado marca una diferencia de cinco o más, el vencedor se habrá impuesto a su adversario y lo habrá derrotado de un modo definitivo. Por lo general, le habrá dado muerte... a menos que las moiras tengan otros planes para él.

Hay que tener en cuenta que cuando los bandos no están equilibrados y uno supera en número a otro, en cada ronda solo se compararán resultados hasta que todos los componentes del bando menos numeroso hayan quedado emparejados. Por lo tanto, aquellos que hayan obtenidos los mejores resultados serán los que dirijan la contienda con sus decisiones.

El uso de miniaturas, marcadores y/o planos puede ser interesante o conveniente incluso para no perderse en los combates multitudinarios, pero nunca deberían eclipsar el componente narrativo de este tipo de episodios. La hilandera deberá velar en todo momento para que la épica resuene en mitad del fragor del combate, bien sea en un angustioso juego del ratón y el gato con una gorgona en un templo en ruinas o un caótico enfrentamiento entre rapaces sirenas y marineros en la cubierta de una trirreme.

 

¿Por qué el yunque de Ares?

Aunque se le considera el dios de la guerra por excelencia dentro de la mitología griega, no era la única deidad relacionada con la misma: incluso su hermanastra Atenea era invocada en los conflictos bélicos, al menos cuando se quería mantener la cabeza fría. No obstante, sí que por su carácter salvaje, indómito y sanguinario resulta el más adecuado para tutelar este apartado de Gorgoneion. Contra su yunque los héroes se irán forjando con la violencia propia de la mitología helena, golpe a golpe, hasta alcanzar el destino que merezcan.

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