Titanomaquia: intervenciones divinas

Imagen de Gorgoneion

Sobre el sistema de relaciones entre héroes y dioses

En Gorgoneion los dioses son fuerzas sobrenaturales que intervienen con frecuencia en el transcurso de las historias. No son todopoderosos. No son omnipotentes. Sin embargo, están a una escala superior a la de los héroes, quienes no son otra cosa que semidioses en el mejor de los casos. Sus capacidades, incluso las de los más modestos, sobrepasan ampliamente a las de los hombres. Es por lo tanto importante que la hilandera esté pendiente del equilibrio entre poderes en el Olimpo... y otros panteones. Un héroe que caiga en desgracia frente a su deidad protectora será particularmente vulnerable frente a los designios de otros dioses. Por fortuna, estos tienen otras cosas que hacer que ocuparse de los asuntos de los humanos. Al menos, cuando no se aburren demasiado...

No existe una mitología griega sistemática coherente: la visión de sus dioses cambiaba de una ciudad a otra y según las épocas. Algunos se fundían con otros mientras sus hermanos derivaban a otras formas. No obstante, a efectos de juego se pueden establecer tres grandes grupos: los dioses olímpicos, con Zeus a la cabeza, que son los más poderosos en Gorgoneion; los titanes, que fueron las deidades derrocadas por los primeros y que, aun poderosas, han caído en desgracia; los dioses extranjeros, cuyo poder será en principio más reducido, aunque esto pueda depender del escenario. Hay que tener en cuenta que deidades como Cibeles o Apolo fueron incorporadas de otras mitologías a la griega y hechas propias.

Los dioses tienen dominios en los que son más poderosos: Poseidón es señor en los mares; Eolo, de los vientos; Hades, del inframundo; Ares, de la guerra... En esos campos sus favores serán más fáciles de obtener y más efectivos. Hay que tener en cuenta, no obstante, que estos dominios no son exclusivos: Pitón fue antes de ser derrotada por Apolo deidad de las profundidades y Atenea también es diosa de la guerra.

Las relaciones de poder tampoco tienen una correspondencia fija, sencilla e inmutable. Aunque Zeus es a priori el más poderoso de los dioses a veces ve frustrados sus planes por Hera durante sus disputas conyugales. Los héroes, además, por muy héroes que sean, jamás conseguirán que un dios vuelque toda su atención en sus problemas. La hilandera deberá determinar hasta qué punto es poderosa la intervención de un dios y si es o no contrarrestada por otro que esté defendiendo sus propios intereses.

Titanomaquia

Para determinar hasta qué punto una deidad se siente vinculada a un héroe —sea personaje jugador o no— se establece el parámetro Filiación. Su nombre hace referencia a que, literalmente, algunos héroes habían sido engendrados por dioses. Cuanto más alto es su valor, más fácil es que un dios intervenga en su favor. No obstante, hay que tener en cuenta algunos puntos:

-Un héroe no puede estar filiado a dos deidades antagonistas. Sí con dos que estén en disputa en un momento dado, pero no a dos contrapuestas. Si se diera el caso, incurrirá en su ira.

-Un héroe que llegue a un grado de filiación de 3 o más con una deidad no podrá aumentar su filiación con otros dioses bajo pena de hacer sentir traicionada a su deidad titular. Sí podrá conservar viejos vínculos.

-Cuanto más alta sea la filiación de un personaje más cuidado deberá tener en mostrarse respetuoso con el dios y venerarlo de vez en cuando adecuadamente. No debería arriesgarse a contravenir sus planes ni sus deseos.

-Aun cuando un héroe no solicite la intervención divina, la filiación siempre contará. Así, la hilandera deberá tener en cuenta qué dioses protegen a los personajes no jugadores y qué posibles consecuencias tendrán los actos de los héroes que interactúen con ellos.

Los puntos de filiación se obtienen cuando un héroe realiza una acción que resulta agradable a la deidad, como liberar uno de sus santuarios de un monstruo, obedecer a sus designios —que a veces mostrarán en sueños—, erigir templos, realizar sacrificios de particular valor, etc.

Del mismo modo, estos puntos pueden perderse, aunque generalmente no será de un modo gradual: si un dios es ofendido, guardará rencor en su corazón durante toda la eternidad y probablemente disfrutará complicando la existencia al héroe, enviándole maldiciones y haciendo notar su poder en los momentos más inoportunos. Si el desplante realizado por el héroe fuera por inadvertencia —por ejemplo, profanar un santuario del que no se tenía noticia— será posible solicitar el perdón del dios. Por el contrario, si ha sido deliberado —por ejemplo, destruir una estatua del dios o negarse a obedecer sus órdenes—, la ofensa no será perdonada.

Un héroe puede solicitar una intervención divina en cualquier momento de una partida: la comunicación entre dioses y héroes es directa en Gorgoneion. No obstante, esta no tiene por qué tener los efectos esperados. Para determinar si es favorable, la hilandera establecerá una dificultad en función del ámbito y la naturaleza de la intervención —p.e. es más fácil que Ares se manifieste en una batalla—, la disposición del dios frente al héroe —p.e. Artemisa podría estar molesta con los héroes por haber cazado un ciervo de su corte— y la magnitud de la solicitud —p.e. es más fácil obtener consejo que conseguir que Atenea participe en una confrontación física—. Cada apartado debería suponer hasta 3 dados de dificultad, salvo situaciones especiales, y la hilandera puede otorgar bonificaciones y penalizaciones en función de cómo se realice la solicitud.

La intervención divina se resolverá como un desafío tal y como se explicó en Astragalomancia: sistema de juego de Gorgoneion. En caso de una apoteosis, la deidad dejará claro que el héroe es su protegido. Si hay una humillación, es posible que lo encuentre indigno y se distancia de él, penalizándole con la pérdida de un punto de filiación.

Finalmente, hay que tener en cuenta que si bien los dioses se personifican con cierta frecuencia para parlamentar o incluso participar en un combate, rara vez resolverán por completo los problemas de sus protegidos. Bien al contrario, preferirán dejar pequeñas ayudas en forma de información, vientos favorables, objetos mágicos, aliados, etcétera, que faciliten los retos pero dejen espacio para que los héroes demuestren su valor.

 

¿Por qué Titanomaquia?

Las deidades de la mitología griega clásica no eran seres inamovibles, sino fuerzas en continuo conflicto, capaces de ser elevadas a los altares o relegadas al olvido. En Gorgoneion es importante no perder de vista este equilibrio: los dioses derrotaron a los titanes y quién sabe qué otros nuevos cambios pueden darse cuando los héroes se mezclan en los asuntos divinos.

 OcioZero · Condiciones de uso