Astérix y los godos

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Reseña del tercer cómic protagonizado por Astérix

Astérix y los godos abre la principal tradición de esta colección: la visita de una forma paródica de los distintos países y territorios del mundo. Astérix el galo había empezado como una propia visión deformada de los franceses a partir de los galos, la nación original que los románticos del siglo XIX buscaron para diferenciarse de pueblos germánicos (los francos y Alemania) y latinos (el Imperio romano e Italia). En este número, ese espíritu de mezclar la visión actual humorística del país con elementos historico-anacrónicos de la Antigüedad se aventura por primera vez en la serie en el extranjero.

Astérix y los godos - Uderzo - GoscinnyEl país elegido, cómo no, tenía que ser Alemania. La relación conflictiva viene de lejos, de más allá de la ocupación prusiana de París en el siglo XIX, y fue remachada por las dos guerras mundiales. Hay que tener en cuenta que aunque el cómic se empezó a publicar en revista en 1961, tanto Uderzo como Goscinny nacieron en los años '20, por lo que, para ellos, era un tema cercano.

El gancho argumental tiene como epicentro la reunión anual del bosque de los Carnutos, un encuentro de tintes míticos en el que los druidas celtas compartirían conocimientos. Como siempre, el tema druídico se presenta fiel a la escuela de Epinal, con tintes mágicos. Y en esa lógica, una banda de incursores godos va a intentar secuestrar al druida más capaz de ayudarlos con su próxima invasión, el cual será, por supuesto, Panorámix.

La historia es muy sencilla en esta ocasión y reposa principalmente en los habituales juegos de palabras con los nombres (todos los godos tienen nombres terminados en -ic según la fonética francesa, lo cual tiene un toque ridículo por sí mismo, como Teleférico, Clorídrico, Teórico, Histérico y otros intraducibles, como Pasdfric, que sería “sin dinero”) y el humor de situación, con unos romanos incompetentes y confusos con la denominación de los godos, ostrogrodos y visigodos y quién invade a quién y por dónde, una situación que nos trae ecos de lecciones de Historia y Geografía mal digeridas en la escuela. No olvidemos que Goscinny trabajó también en series como El pequeño Nicolás.

Astérix y los godos - Uderzo - GoscinnyLos godos, futuros alemanes, se presentan como un pueblo militarizado, bárbaro y violento, con una abundancia de cabezas rapadas y cascos con pincho como los llevados en la I Guerra Mundial. El modo de derrotarlos, por supuesto, es desatar una escalada de ambiciones internas que los conduzca a la guerra civil. El guiño histórico está omnipresente. Después de todo, la unificación de Alemania es muy tardía.

Astérix y los godos tiene un desarrollo mucho menos complejo que La hoz de oro, pero es francamente divertido en sus gags. Algunos, por desgracia, no han sido siempre muy bien traducidos (“desencadenado” en francés tiene el sentido de subirse mucho, de estar “desatado”, enfurecido), lo que puede dar un aspecto más simple al cómic del que en realidad tiene. Entiendo que es complicado porque algunas cosas son muy sutiles. Por ejemplo, el druida belga se llama Septantesix porque, para decir “setenta”, los belgas dicen “septante” en vez de “soixante-dix” (literalmente sesenta y diez), que es la expresión que usan los franceses. Es el mismo motivo que explica el anacronismo de que cocine patatas fritas, un plato emblemático de Bélgica.

Todas estas coñas y detalles jocosos son los que sustentan buena parte del humor fino de Astérix. El resto, es la trama, simpática y gamberra, el absurdo, el anacronismo bien jugado y los sugerentes dibujos. Astérix y los godos tiene todos estos elementos en abundancia.

Astérix y los godos - Uderzo - Goscinny

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