El pulgar del ingeniero

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Reseña del relato de Arthur Conan Doyle protagonizado por Sherlock Holmes

 

Sherlock Holmes - El pulgar del ingenieroEl pulgar del ingeniero (también traducido redundantemente como El dedo pulgar del ingeniero, como si el pulgar de un ingeniero pudiera ser otra cosa que un dedo) nos narra un caso que viene ya prácticamente cerrado. No por ello, sin embargo, pierde empuje: las impactantes circunstancias pican la curiosidad del lector, que quiere saber por qué aparece ese cliente mutilado en el despacho del famoso detective consultor.

En realidad, no hay mucho misterio: solicita ayuda del detective casi porque pasaba por ahí y, en realidad, no hay nada sorprendente en su caso. Sorprendería que alguien que ofrece mucho dinero por un trabajo nocturno y misterioso no estuviera envuelto en alguna actividad criminal. Así, la gracia de El pulgar del ingeniero reside en el acercamiento que hace del mundo del crimen decimonónico británico. Esto hace que el relato tenga más ramalazos de otros géneros (por momentos grandguignolesco, por momentos envenenado del gótico, con algún punto de survival horror) más que de relato policíaco propiamente dicho.

Sí que es verdad que Holmes tiene un par de oportunidades para lucirse mediante razonamientos que de tan meridianos impactan, aunque pudieran encajar en otras explicaciones, pero incluso el modo en el que se resuelve todo indica que el planteamiento era otro. La anécdota, porque más que caso es un episodio curioso, es un acierto dentro de la cadena de historias creada por Arthur Conan Doyle precisamente porque rompe con la dinámica esperable, lo que dota de mayor verosimilitud al conjunto. Una lectura entretenida y acertada, sin duda, que contribuye a cimentar el mito.

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