Os voy a narrar una historia lamentable que ocurrió hace muchos años en una partida dirigida por un master paquete.
Erase que se era un Capi que se hizo un gangrel para jugar a Vampiro: Edad Oscura, y erase un chico tan espabilado como util es un D4 de 2 lados que se hizo un brujah...con 4 puntos en celeridad.
Mi gangrel vivía en una cabañita encantadora, y el brujah fue a buscarle, como no me veía usó celeridad para tirar piedritas a toda leche contra mi cabaña. Rolee un poco, mi pobre vampiro sacó las garras para defender su hogar (estaba claro que no iba a matarlo, pero Atchung era asin).
Entonces voy y le pregunto al jugador:
Capi: Sujeto ¿te has quitado los puntos de sangre?
Sujeto: ¿Que?
Capi: Celeridad gasta sangre.
Sujeto: Ah, vale.
Capi: ¿Y cuantos puntos de sangre tienes?
Sujeto: ¿Eh?
Capi: Echa un D10, y esa es la cantidad de sangre que tienes.
Tira, un 5, restamos 4 por la celeridad...oh mierda, vampiro famelico.
Master: Tira voluntad.
Resultado, fracasito, frenesí.
Va a por mi.
Y una mierda.
Le zumbo con las garras.
Lluvia de agravados.
Montoncito de cenizas a mis pies.
Y llevábamos 4 minutos de partida.
Narrad esas muertes que se quedan ahí, escritas con fuego en vuestras mentes.
No fué una muerte porque los puntos de destinos están ahi en Warhammer fantasy, que si no...
Ladrón huyendo de un puñado de guardias por las murallas de una ciudad muy grande, la muralla es bastante alta (entre 10 y 15 metros, no recuerdo cuanto le dije) y aprovechando un momento que despistó a los guardias el jugador me dice de atar una cuerda alrededor de una almena para descolgarse, ya que estaba en tensión y con prisas le hice tirar para ver como lo ataba. Pifió, y la pifia más gorda que puede haber en WF, así que él se creyó que lo había atado estupendamente y se descolgó, precipitándose así al vacío de espaldas y con una cuerda que creía bien atada en la mano.
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Algunos dicen que soy malvado pero eso no es cierto, tengo el corazón de un niño.
En formol.
Sobre mi mesa.