Julio Anguita o por qué no todos los políticos son iguales

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knightCry
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Está claro que en cuanto hay una causa penal, o cualquier causa relacionada con lo público debería ser suspendido si es procesado o imputado una persona que está en la carrera política. Si es condenado de ellos se ocupará la sentencia. Esto debe ser así por por la coceptualización de que un político es un servicio público, sirve al Estado. Cuando hay ciertas causas que chocan contra ello debe pararse ese servicio hasta el esclarecimiento por el buen funcionamiento del aparato Estatal, el cual repudia que se mezcle intereses privados en los públicos, u otras cuestiones que puedan repercutir negativamente sobre él. Por lo tanto en este servilismo en la carrera política aunque tenga tintes de trabajo o profesión (como cobrar un salario) no tiene otras cuestiones, o no debería, y debería ser automática (que el juez la opere sin mayor motivación) ese cese de funciones. Es tan sencillo como mirar a la naturaleza de la relación jurídica, y no es por ir en contra de la persona pasando por encima de la presunción de inocencia, sino es por la defensa de la depuración y seguridad en el buen funcionamiento del aparato estatal, el cual es un servicio remunerado, no un derecho.

HOLA HOLA MIS DRUGOS

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Ahí le has dao

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copio de kalidor:

http://www.youtube.com/watch?v=w0FR-NSZKgQ&feature=player_embedded

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Duque de Jaca
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 La medida que propone Patapalo para eliminar la presencia de corruptelas en la política y destruir a la oligarquía dirigente y cancerígena que monopoliza ciertos sectores de los cargos públicos me parece muy razonable. Pero queda pendiente de dos matizaciones: la primera, para que esa medida fuese posible habría que eliminar la economía sumergida que hay en España, para evitar tramas fiscales y ocultación de bienes por parte de los políticos; la segunda, esa pensión debería ir en función de un balance de examen popular e "intelectual" que calibrara los esfuerzos y éxitos del susodicho político para recibir una pensión a medida. Así se premiarían más las acciones por y para el pueblo, el trabajo en los cargos políticos ejercidos y se recompensaría en su justa medida. Y por supuesto, estas pensiones deberían otorgarse única y exclusivamente en caso de necesidad, no para engrosar unas rentas ya engordadas.

O damos un salario mínimo a todos los ciudadanos, de modo que no necesiten trabajar y así puedan volcarse en política, o les cubrimos ese esfuerzo. Vamos, a mí no se me ocurre otro modo.

En cuanto a esto, ya hay una medida de rancio abolengo, difícil de llevar a la práctica y peligrosa en nuestra actual sociedad -tan llena de prejuicios-, ya que llevaría a equívocos "comunistas" y sería, por lo tanto, demonizada por los sectores más conservadores (que no son pocos). Estoy hablando de la Renta Básica Universal o Renta Básica de los Iguales (con discrepancias en su desarrollo pero similares en esencia).

Pero esa preocupación por la política puede encauzarse y realizarse por otra vía, que es la simple integración del ciudadano en la política, bien a través de asambleas en plazas, pabellones o centros cívicos (que han sido construidos con el derroche de fondos públicos y apenas son utilizados), bien a través de lo que se ha dicho en tono cómico de la participación del ciudadano en cámaras de representatividad políticas. Para esto, siguiendo al propio Julio Anguita y amparándome en la historia romana, debería surgir un cargo político, con determinadas facultades (derecho a veto en algunas proposiciones a ley consideradas perniciosas para el pueblo, convocatoria de asambleas populares, recogida de reivindicaciones y medidas ciudadanas, etc.) para defender al pueblo y su soberanía; es decir, un tribuno del pueblo adaptado a los nuevos tiempos, aunque evitando que su figura sea corrompida por los partidos políticos y las corporativas privadas.

Yo creo que ya está bien de partidos políticos. No nos representan, no han cambiado su forma de pensar (al menos de puertas para afuera) en unos años en los que el mundo sí ha cambiado mucho, y siempre acaban con el mismo objetivo: buscar el beneficio de un grupo determinado. Para mí están obsoletos.

Yo también, y razones sobran para pensar esto. ¿Cómo puede contrapesarse la ausencia de partidos (y en consecuencia, el crecimiento de las individualidales)? En primer lugar con la presencia de un Jefe de Estado útil, cuya misión sea vigilar a estos individuos y moderar los debates en pro de la democracia. Pero sobre todo, con una mayor presión y actuación directa por parte del pueblo en la política, como ya dije antes, e incluso recurriéndose a sistemas federales como el suizo que promueva este factor.

Por cierto, los políticos romanos no eran trabajadores, eran aristócratas que sufragaban sus carreras y vivían de las rentas que les producían sus tierras (e ilegalmente, del comercio). Ese es otro giro de 180º que deberíamos tomar: acabar con la concepción fiscal y en general económica de basar la riqueza en las rentas y enfocarlo hacia el trabajo.

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Patapalo
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Son unas reflexiones muy interesantes, pero sigo viendo un problema de base: el ciudadano actual no tiene formación política. No hablo de que no tenga conocimientos sobre movimientos políticos concretos (que también) sino que no siente una implicación real en la política de su país, ni de su región, ni de su ciudad. ¿Cómo cambiar esto? Es complicado en un sistema capitalista que fomenta la competición. Se nos inculca que los esfuerzos hay que emplearlos en buscar un beneficio económico, ergo, los talentos que vayan a política lo harán, por regla general, buscando un beneficio económico.

Este paradigma cambiará cuando cambie la mentalidad de la sociedad o cuando el beneficio económico de ser político no sea tal. No es lo mismo tocar un sueldo de funcionario por haber gobernado que terminar de mano derecha de una multinacional. El perfil del político cambiaría y, sobre todo, sus motivaciones.

Por supuesto que acabar con la corrupción es vital, pero casi lo veo un problema paralelo. A día de hoy es como intentar poner cercas al monte. Si la mentalidad del triunfador que llega a gobernar es que el beneficio económico personal es lo bueno y el pago justo a sus méritos, poco podemos hacer aunque se elimine la corrupción, porque aun extirpando este, seguiríamos expuestos a la mala gestión.

Creo que es un problema más profundo. Vamos como pollos descabezados siguiendo premisas del siglo XIX sobre productividad cuando no tienen ningún sentido a día de hoy. Necesitamos un cambio filosófico.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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Duque de Jaca
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 Muy correcto Patapalo; creía que estábamos hablando de este tipo de problemas superficiales: la política monopolística. Es un problema fuerte y que debe ser atajado o aliviado, y por supuesto estas reformas políticas deberían ser complementadas con reformas sociales, para atajar y reconducir el problema que bien has señalado.

La educación, desde la segunda mitad del siglo XVIII, se ha desvelado como uno de los pilares fundamentales para el progreso de una nación. Ya lo demostraron Giner de los Ríos y Ferrer i Guardia. El problema es que esta sociedad procapitalista empuja a muchas personas a conseguir trabajos a costa de su vocación, destruyendo por tanto la pasión humana, que es la que guía el verdadero desarrollo de las personalidades, lo bueno (pues lo mejor no suele ser lo bueno).

Es una de las causas por las que quiero ser profesor, y me estoy esforzando para ello (a pesar de que me están cargando de dificultades como a Atlas). ¿Para qué sirven si no las asignaturas de ética, de educación para la ciudadanía, de sociología? Estoy hablando del entorno del instituto. Esta es una fase fundamental para equilibrar las mentalidades de la juventud, para hacerles ver que hay algo más, que todo merece la pena. Y sin embargo se emplean actualmente como horas muertas, como papel mojado fundamentalmente debido a dos enfermedades: la falta de vocación y la falta de recursos.

El año pasado se recortaron 2.000 millones de euros para Educación, toda vez que ha sido declarado uno de los pilares del futuro de la sociedad y del país. El otro, por supuesto, es la Sanidad, otra gran afectada del mismo problema, aunque aquí entra otro factor que sobreequilibra la balanza, que es la necesidad. ¿Por qué pasa esto? Los pocos sondeos que se hacen a los ciudadanos siempre pronuncian lo mismo, es decir, los problemas del país son tres: el paro, la economía y los políticos. Y es cierto, pero a corto plazo, que es lo que mira la mentalidad capitalista. 

¿Cómo puede remediarse esta situación? ¿Cómo conseguir que haya vocación e interés por el rumbo de nuestra democracia? No es fácil, pero es posible. Aquellos que puedan hacer algo para cambiarlo, tienen el deber y la responsabilidad de hacerlo; por esto hay tantas protestas desde el 15 de Mayo. Y en este sentido, ha habido en las acampadas una preocupación importante: la actividad pública (creación de talleres de ocio y entretenimiento, asambleas, debates, encuentros...). Esta actividad pública es la que tenemos que crear; mucha gente (yo uno de los primeros) se indignaba al ver que los indignados invertían tiempo en "banalidades" como jugar con los niños. Pero no, esto es fundamental, y es una de las consecuencias vitales de la no violencia.

De esta forma hay que cambiar ese problema de fondo tan gordo que tenemos. Buscando un horizonte que no encontraremos mañana, pero que debe estar a la vista de todos, y que llegará. Debemos, entre todos, promover la actividad pública, los cursos culturales, la formación intelectual, la educación de las nuevas generaciones. Debemos invertir las preocupaciones del pueblo en estas nuevas generaciones, que son el futuro. Y no dejarlas a merced de los mercados que cada vez sistematizan más los colegios y universidades, y los condenan a ser "fabricados en serie".

Porque esto pesa mucho. Soy universitario, y en toda la educación (siempre pública) que he recibido destacaría a menos de una decena de profesores realmente movidos por su vocación, por sus valores; una decena de prácticamente un centenar o más. Y esos profesores son los que marcan, son los que recuerdas y los que influyen y te impulsan a conocer, a saber, a querer ser mejor persona, a perfeccionarte a ti mismo, a nunca rendirte frente a las circunstancias adversas (ese optimismo que declaraba Shackleton). Es necesario: es vital, para la supervivencia de la sociedad. 

Y junto a este Gran Problema, convive otro problema característico de nuestro país, que es la nacionalidad. No me refiero ya solo a las corrientes independentistas regionales, pues eso, en mayor o menor medida, existe en todos los países (y con razón). Me refiero a ese odio, temor y virulencia que desencadena la palabra España, y su bandera; nos condena a una partición y bipolarización de la sociedad, ¿por qué? ¿Cuántas personas conocéis que enarbolen la bandera y los colores españoles per se? ¿Qué es España? Para mí, es simplemente el conjunto de todos los españoles, como personas, con sus preocupaciones y sus intereses (que deberían ser inmediatamente cambiados por valores éticos). La única forma que veo de soliviantar este otro problema, es mediante la educación, la supresión de símbolos (o al menos, llevarlos al absurdo mediante el discurso intelectual y pasional). Porque ya está bien, y se vio cuando ganamos el Mundial de Fútbol de Sudáfrica que todos los que vivimos en España nos sentimos españoles, y somos hermanos, y es más lo que nos une que lo nos divide; y es posible conseguirlo. Pero hay que implicarse, hay que abandonar los extremos, y no hay que cerrar jamás la puerta. Como dicen en una bonita película: "¿Quién sabe? Quizá caiga una estrella...".

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Patapalo
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Muy de acuerdo en todo lo que señalas, aunque no creo que vaya a venir nadie a cambiar el paradigma de pensamiento que llevamos. Nadie de "arriba", quiero decir. Tengo más confianza en Internet como medio de comunicación de masas y en el esfuerzo individual de los ciudadanos que en los cambios educativos generales.

El problema es que para que los padres tengan tiempo para pasar con sus hijos, además de ganas hacen falta situaciones laborales razonables. Y eso no es fácil.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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Duque de Jaca
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 Desde luego, internet en este sentido convierte en imparable el impulso de movimiento de masas. Pero internet por sí solo es un agente negativo, pues su papel debe ser de complemento y no de base. La base siempre es social, familiar (entendido en sentido amplio, y negando la tradicionalidad del concepto), y sobre todo, paterna.

Precisamente por eso hay que moverse ahora, porque si las condiciones laborales empeoran, volvemos por un túnel de "reformas" hacia el mundo obrero del siglo XIX, y esto es inadmisible. 

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