R6 TEMA: Suicidio VICTORIA PARA Alfred Holanda

Felicidades a ambos!! En estos casos, con relatos tan excelsos, son los nimios detalles los que hacen que la victoria se decante hacia un lado u otro. Gran competición Telcar, con relatos buenísimos de principio a fin. Mucho ánimo para la final Alfred, se te avecina una difícil contienda!!

 Yo sé que nadie me pidió mi opinión, que yo no debía opinar sobre los cuentos para no 'amañar' la votación, pero no puedo dejar de comentar que yo también hubiera votado por el cuento de 'Amor Logarítmico'. Más allá de la explicación de su autor sobre los besos einstenianos que deforman el espacio-temporal, yo rescato la idea de la inmortalidad, el que esa pareja que acaba de conocerse, antes del momento último, estén planeando sus bodas de oro, y se estén imaginando a sí mismo trascendiendo la muerte inminente, con unos supuestos nietos que nunca nacerán, que son sólo fantasmas en la imaginación calenturienta de ambos. Yo más que cuentista (que no me gusta vivir del cuento, soy un filósofo, me gusta vivir de pensar, aunque es casi imposible), y he concebido una teoría filosófica a partir de la inmortalidad. Supongo que estoy hablando entre personas cultas, pues bien, todos conocerán la voluntad de vivir del célebre Schopenhauer, la voluntad de poder de Nietzsche, pues bien, yo he modificado esas dos voluntades: yo tengo para mí que la voluntad de vida no es sino voluntad de sobrevivir (y pienso, a diferencia de Schopenhauer, que el foco de esta voluntad no es el sexo, sino el dinero), en cuanto a la voluntad de poder de Nietzsche, yo considero que dicha voluntad de poder no es sino una de las manifestaciones de otra voluntad que es mucho más poderosa: la voluntad de venganza. Y para formar la triada perfecta, la 'santísima' trinidad, yo considero que existe también una voluntad de inmortalidad. Un deseo de trascender a la propia muerte a través de la imaginación, de la conciencia representacional de Descartes, que de acuerdo con Bergson, hace presente lo imaginado por el hombre. Pues va a ser que no, pues va a ser que esa imaginación no es sino un fantasma (como esos nietos que se imaginan al morir la pareja suicida), unos nietos que sólo son quimeras, entelequias absurdas inventadas por la fantasía pero que se hacen 'realidad' por la intervención de la mayor locura del hombre (que no es otra cosa que la conciencia), para mitigar el miedo a la muerte. 

Pues sí, lo dicho, me encantó el cuento, es muy bueno. Felicidades!

¿Lo cualo?

 Y en cuanto a lo que nos dice su autor, que debe ser más transparente, yo considero que no, que no hay que ser más transparente, que precisamente la Literatura debe tener una parte oculta, una historia latente, que en ocasiones se puede mostrar, que en ocasiones se debe ocultar, que en ocasiones se debe cruzar con la historia patente, según lo previsto por el autor para sorprender al lector, o para lograr algún otra emoción. Yo creo que lo que se podría hacer con el cuento es, desde mi humilde punto de vista, es cambiar el título del cuento. Yo le hubiera puesto 'Amor Eterno'. Sí, desde luego, el título es demasiado trillado, demasiado vulgar y ramplón, parece el de una pésima película hollywoodense, pero precisamente en esto radicaría su encanto: en que se trata de una pareja que se acaba de conocer, cuyo amor dura lo que dura alguien en caer desde un edificio alto, pero cuya 'eternidad' precisamente está en que ambos se imaginan lo que ocurrirá después de su muerte. Eternidad falsa, huelga decirlo, eternidad espuria que sólo ocurre en la mente de los dos. Pues eso: la voluntad de inmortalidad.