Me place especialmente que hasta esta justa final hayamos llegado curiosamente los dos únicos luchadores que van sin máscara en este baile circense de engaños y ardides.
¡Muchas felicidades, Máscara y Alejandro Magno, por alcanzar tan merecidamente la final! Especialmente dado que sois ambos novatos en estas lides...
Aprovecho tambien para decir que me ha encantado esta modalidad del concurso, que pienso merece más rondas y más participantes en la próxima edición. Asimismo, ha sido un placer competir contra tan enooormes micros presentados, y es de muy agradecer el honor de los votos recibidos.
Me siento tremendamente honrado por llegar a este punto. Una final en la que se presentan aquellos que han sido seleccionados por sus mismos compañeros y rivales es a la par un gran honor y una gran responsabilidad.
Sr. Mascara, le deseo la mayor de las suertes para nuestro enfrentamiento. No sé quién debe esforzarse para estar a la altura de quién. Yo por mi parte recojo mi armadura recientemente abollada y se la ofrezco a mi herrero para que la repare lo antes posible, pudiendo así luchar con usted en las mejores condiciones, que son las que usted merece. Me place especialmente que hasta esta justa final hayamos llegado curiosamente los dos únicos luchadores que van sin máscara en este baile circense de engaños y ardides.
Y sobre lo de llegar a una final no flipe usted pepinillos (curiosa expresión, por Zeus), que no es algo tan elevado. Tengo entendido que en la gran final del torneo microjustero de la edición anterior llegaron a la misma un tal Casquillo y un tal Rapso. Auténtica purria, créame.
Y cuando Alejandro vio la extensión de sus dominios, lloró porque no había más mundos que conquistar.