Fin
El sombrerero loco llora mientras el banco le quita su casa. A la reina de corazones le empiezan a cobrar la medicina contra la psicosis. La liebre blanca empeña su reloj. Y Alicia malvende su cuerpo en cualquier esquina.
La crisis ha llegado incluso a los cuentos de hadas.
Solo una cáscara
Cada vez que pienso en ella lucho por evocar su sonrisa, recuperar de alguna forma su presencia. Su ictus se interpone y me niega cruel su compañía incluso en sueños. Lloro. Quiero recordarla viva.
-Tus padres son Profundos...
-¡Pues los tuyos unos superficiales!
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