Cuando el fuego se apaga
Encendiste mi vida como una cerilla, pero la llama ha ido consumiéndola hasta quemarme los dedos.
Ahora soy como el cubito de hielo de este vaso de Bourbon: vago a la deriva sumergido en alcohol, chocando contra paredes invisibles y deshaciéndome por momentos hasta desaparecer.
Así me gusta, Koala; apurando.