EL PORTADOR DE LA NOCHE Y EL EMBAUCADOR

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Buenas!

Aqui pongo dos articulos rescatados de OJ, uno sobre el portador de la noche y otro sobre el embaucador, ambos de Agramar.

Los orkos nunca pierden. Si ganan, ganan; si les matan, pues estan muertos y no cuenta como que hayan perdido; y si huyen, volveran.

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EL PORTADOR DE LA NOCHE

El Portador de la Noche es la encarnación de la muerte, un dios sádico con poder para deshacer las estrellas. Se recrea causando daño y sufrimiento no solo para alimentarse, sino simplemente porque tiene poder para hacerlo. Su mirada resulta mortífera y su poderosa guadaña se ha deleitado con la muerte de civilizaciones. Con una nave imbuida de su poder, el Portador de la Noche ha destruido sistemas estelares enteros por capricho y se ha regocijado con las incontables y agónicas muertes de billones de seres vivos.

Con la extinción de la raza Necrontyr, mucho de lo que se conocía de los dioses estelares su convirtió en mitología, aunque el conocimiento del Portador de la Noche ha permanecido latente en cada raza desde aquella época. La guerra entre los Ancestrales y los C'tan desencadenó fuerzas más allá de lodo entendimiento y el sufrimiento causado a las razas más antiguas no puede comprenderse del todo. De todos los dioses estelares, el Portador de la Noche es el más antiguo y el que mas daño ha causado en la galaxia, pues enseguida descubrió que el terror y la angustia se encontraban entre los manjares más apetitosos.

EL NACIMIENTO DE LA MUERTE
La propia estrella bajo la que los Necrontyr vivían sus cortas y mórbidas vidas dio origen al Portador de la Noche, una energía tan grande como la de un sol. En su búsqueda dE un arma con la que derrotar a los Ancestrales, los Necrontyr se volvieron hacia la mística energía coalescente que se alimentaba de la fotosfera de su estrella. El primero de los C’Tan en manifestarse mediante el incorpóreo puente estelar fue el Portador de la Noche, que trajo consigo la maldición que había perseguido a la raza Necrontyr desde su nacimiento. Después de tanto tiempo alimentándose del nutritivo pero insípido poder de las estrellas el Portador de la Noche encontró mucho mas de su agrado las delicias epicúreas de la ira y el miedo de los Necrontyr, así que destruyo a aquellos que le habían dado la vida alimentándose de la esencia de su terror y su sufrimiento. Su apetito no tenia limite y solo mediante plegarias desesperadas los Necrontyr pudieron convencer a la criatura que habían convocado de que existían otras razas mas allá de su mundo de las que podría alimentarse, innumerables especies que destruir.
Poco después, los Necrontyr despertaron los poderes de muchos más dioses estelares y se convirtieron en sus servidores en la guerra contra los Ancestrales. Como el resto de dioses estelares, el Portador de la Noche busco adoradores y esclavos, aunque muchos de sus servidores pronto descendieron al abismo de la locura, pues eran incapa¬ces de soportar las terribles y sangrientas visiones que comportaba su simple presencia. Acostumbrado como estaba a una dieta de masacres, nada mas podía satisfacer su hambre así que el Portador do la Noche pronto se embarco en la guerra contra los Ancestrales sembrando la destrucción en regiones enteras del espacio en nombre de su monstruoso apetito.

UNA EPOCA DE MASACRE

La guerra contra los Ancestrales resulto un conflicto como nunca antes habrá conocido la galaxia y que esta aún tendría que soportar otra vez con ambas fuerzas poseyendo el poder de la creación en la palma de sus manos. A medida que la lucha se intensificaba y la escala de destrucción aumentaba, el Portador de la Noche olvidó cuál era la causa por la que luchaba. Contento de poder destruir y alimentarse a voluntad, El Portador utilizó sus poderes para llegar hasta las mentes de las razas jóvenes y plantar las semillas de sus miedos más oscuros, alimentándose así de todas las especies cuya existencia estuviera basada por el temor a la muerte y la mortalidad, Al final, el Embaucador llevó la per¬dición al Portador de la Noche cuando lo convenció de que los festines mas suculentos eran las energías vivas de sus compañeros C'tan. Así empezó un reinado de asesinatos en el que el Portador de la Noche reunía todos sus poderes para destinarlos a cazar y consumir a sus compañeros dioses. Mientras los C'tan luchaban entre ellos, otros siguieron el ejemplo del Portador de la Noche y empezaron a devorarse entre sí, pero ninguno pudo igualar la magnitud de sus masacres.

Cuando los Ancestrales contraatacaron, el Portador de la Noche se habla dado un festín con la mayoría de los C'tan y ya solo quedaban cuatro. La anarquía provocada por el contraataque de los Ancestrales y la plaga de los Esclavizadores obligo a los C'tan supervivientes a abandonar su última gran obra y retirarse a sus tumbas de estasis. Un miedo primordial hacia el Portador de la Noche se habla extendido en la psique de muchas más razas de las que nunca podría haberse alimentado, pero no le importaba. Se habla convertido en la personificación de la muerte en la memoria colectiva de cada raza y el terror a la muerte era el regalo que hacia a la galaxia. Los Eldars lo conocían como Kaelis Ra, el Destructor de la Luz, mientras que para la incipiente raza humana era simplemente el Segador. De todas las razas jóvenes sólo los Krork escaparon del apetito del Portador de la Noche, quedando así su raza libre del miedo a la muerte.

LA TRAICIÓN FINAL

Mientras el Portador de la Noche se preparaba para comenzar su largo sueño, las últimas maquinaciones del Embaucador salieron a la luz. Había revelado a sus enemigos la localización del mundo necrópolis del Portador de la Noche y una armada de naves alienígenas intento destruir al dios de la muerte antes de que pudiese escapar a su tumba de estasis. No lograron su objetivo, pero mandaron el arma más potente del Portador de la Noche al Inmaterium, un reino que se considera una maldición para los dioses estelares, evitando así que acumulara las vastas cantidades de energía que requería para poder sobrevivir a su sepultura.

Sin embargo, el Portador de la Noche simplemente permitió que sus seguidores perecieran mientras subsistía gracias a los escasos bocados que ya había tomado. Los milenios pasaron y el Portador de la Noche estuvo al borde de la extinción, puesto que sus reservas de energía apenas eran suficientes para mantenerlo con vida. Pero, gracias a la intervención de una de las razas jóvenes, el Portador de le Noche pudo obtener la energía necesaria para despertar. Aunque debilitado debido a su largo sueno, logro escapar de su tumba en el planeta Pavonis y saltó al espacio para alimentarse en las estrellas y hacerse fuerte una vez más.

de Agramar, OJ
Fuente: Codex Necrones 3ª Ed.
Gacias a INQUISIDOR.T de el cubil

Los orkos nunca pierden. Si ganan, ganan; si les matan, pues estan muertos y no cuenta como que hayan perdido; y si huyen, volveran.

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EL EMBAUCADOR

Los mayores logros del Embaucador se sustentan en el engaño y la mentira y ha erigido su imperio de miedo mediante la manipulación y la desconfianza. Sutil y encantador, su dominio de las medias verdades y de la falsedad ha condenado planetas y ha conducido a grandes lideres a la esclavitud: y todo por mera diversión del señor del engaño. En épocas pasadas cuando los Necrontyr todavía estaban recubiertos de carne, el resto de los C’Tan aprendió a evitar la influencia del Embaucador. Solo unos pocos fueran consumidos por esta entidad en si misma; otros fueron empujados a luchar entre ellos.

A través de los imposibles golfos del tiempo desde el momento en que la raza Necrontyr se transformó, todo su conocimiento se convirtió en polvo. Los únicos artefactos que sobrevivieron a aquella época fueron los Necrones y las monolíticas tumbas de estasis. Estos solamente conservan un resquicio de aquellos tiempos pasados y están corrompidos por una morbidez alienígenaa que los hace casi incomprensibles. Se dice que las leyendas eldars contienen muchos fragmentos de historias verdaderas sobre los C’Tan, con oscuras referencias sobre las hazañas de Asuryan y Eldanesh, Isha y Kurnous. Pero incluso ellos reconocen que sus dioses nacieron fruto de una época de guerra en el cielo que habla existido entre los Ur-folk y los Yngir y que databa del inicio de la creación. Resulta imposible distinguir verdad y mito al hablar de los C’Tan, aunque dada su naturaleza, quizá sea un error siquiera intentarlo.

De todos los denominados “dioses estelares” ( "C'tan" en los antiguos escritos necrontyr. -Yngir- para los Eldars), el conocido como el Embaucador es el más astuto y caprichoso. Lo poco que se conoce de él indica que incluso los Necrontyr sabían muy poco sobre esta entidad cuando la descubrieron y pronunciaron las palabras de duración eónica que su disipada forma podía percibir. Se dice que su manifestación fue causa de gran alegría entre los Necrontyr, impactados por su transición fluida a una forma terrenal y la facilidad con la que se había adaptado al reino material. Primero le llamaron Mephet’ran, el Mensajero, pues creyeron que era un puente entre su raza y el resto de dioses estelares.

Mientras los C'tan empezaban a reunir seguidores y adeptos, el Mensajero pronto superó al resto. Los dioses estelares parecían demasiado distantes e inspiraban miedo a muchos Necrontyr, pero Mephet’ran se aparecía con formas que ellos conocían y podían entender. Quizá se debía a que nunca habla llegado a ser tan poderoso como los otros C’Tan y utilizaba su astucia y habilidad para asegurarse el futuro. Existen indicios de que muchos Necrontyr se convirtieron en sus esclavos por propia voluntad, pero el Mensajero los envió a servir a otros dioses, quizá temeroso de la envidia que podía provocar su poder cada vez mayor. El Mensajero alimento el odio de los Necrontyr por los Ancestrales y los condujo a una guerra que devastaría la galaxia.

LA TRAICIÓN DE LOS NECRONTYR

Por todos es sabido que, mientras se preparaban las líneas de batalla, el increíble poder de los C’Tan significó un gran regalo para los Necrontyr. La corta vida de su raza, enferma de una existencia incierta, obtendría la inmortalidad pero a un exorbitante precio.

Consagrándose a los dioses estelares, los Necrontyr serian consumidos y luego resurgirían. Sus mentes serían introducidas en maquinas de metal orgánico, como las de sus propios dioses, y así, liberados de su baja esperanza de vida, podrían llevar a cabo su venganza contra los Ancestrales durante milenios sin miedos ni dudas.

Así lo proclamó el Mensajero; pero, a pesar de sus palabras melifluas, los Necrontyr mostraron sus dudas ante esta perspectiva. Los que aun no se habían rendido a los dioses fueron sometidos por los que si lo habían hecho, pero no pudieron ser persuadidos para cometer tal acto de fe. Fue en este momento cuando el Embaucador mostró su verdadero rostro para sumir a los incrédulos en el camino de la fe mediante promesas de reflexión y compromiso. Se vieron superados por los creyentes y forzados a aceptar su destino final. Entonces, los creyentes se sumaron a las relucientes filas de maquinas no vivas y la raza Necrontyr fue purgada y se convirtió en los actuales Necrones, condenados a servir eternamente.

LA GUERRA ENTRE LOS DIOSES

Mientras los C’tan obtenían el poder, se dice que el Embaucador fue el primero en predisponer a unos contra otros, puesto que las cosechas de poblaciones crecían poco y sin fuerza. Conducidos primero por la valencia y después por la desesperación, los C'Tan lucharon con una total indiferencia hacia sus esclavos, que perecieron a millones, y consumieron sistemas estelares enteros. En una vorágine de pactos y traiciones, el Embaucador engañó y consumió a varios de sus seguidores, a los que declaró el mejor de todos los festines. Pero el Embaucador continuaba siendo el más débil de los C’Tan y siempre debía tener cuidado de evitar a los más poderosos.

Las leyendas Eldars cuentan que el paraíso creado por los Ancestrales había sido destruido durante las guerras con los Yngir. Para cuando los Ancestrales estuvieron preparados para contraatacar con eficacia, solo quedaban cuatro deidades C’tan y la vida casi se había extinguido en toda la galaxia. La leyenda habla de que el Dios Chacal ayudaba y traicionaba a ambos bandos por igual y que siempre se mantenía a distancia del conflicto para poder sacar ventajas de cualquier oportunidad o debilidad. Cuando ambos bandos fueron conscientes de las maquinaciones del Embaucador, este empleó todo un abanico de personificaciones y formas falsas con las que esconder su presencia.

Las dudas y desconfianzas sembradas por el Embaucador entre las razas jóvenes contribuyeron mas a la causa de los dioses estelares que todas las legiones y flotas de la galaxia. Cuando los C’tan abandonaron su último gran trabajo y se refugiaron en la seguridad de sus mundos necrópolis ante el Apocalipsis que se avecinaba, el Embaucador fue el último en partir. Ahora que la larga búsqueda de mejores condiciones de vida ha hecho reemerger a las terribles majestades estelares. Mephet’ran ha sido el primero en volver.

NUEVOS INICIOS

El Embaucador ha pasado milenios en la galaxia buscando seguidores e interfiriendo sus acciones con la intención de perturbar a los de su raza. Nuevamente, el Mensajero cuenta con seguidores vivos entre los Adeptus Mecánicos y con ellos ha logrado reunir a muchos parias a los que ha convertido en sus nuevos esclavos. Incluso ha tenido éxito al localizar los potentes talismanes de Vaul, armas muy poderosas forjadas por los Eldars antes de la Caida con las que destruir a los C'tan si volvían a despertar

Mediante sutiles maquinaciones, el Embaucador ha destruido la mayoría de estos terribles artefactos y ha puesto los demás permanentemente fuera del alcance de los Videntes. La guerra que tuvo lugar para lograr este objetivo provoco la destrucción de todo un sector que englobaba cientos de planetas y sistemas estelares enteros, una destrucción de una magnitud como nunca se habla visto desde le Guerra Celestial. El sufrimiento sin limite causado no significa nada para el Embaucador; seria capaz de destruir el Sector Gótico mil veces con tal de lograr sus objetivos. En épocas recientes, el Embaucador ha comunicado que necesita al resto de dioses estelares en el caso de que los C’Tan deseen reafirmar su reinado una vez mas. El legado de los Ancestrales persiste y las que antaño fueran razas esclavas deben ahora ser metidas en vereda.

de Agramar, OJ
Fuente: Codex Necrones 3ª Ed.
Gracias e INQUISIDOR.T de el cubil

Los orkos nunca pierden. Si ganan, ganan; si les matan, pues estan muertos y no cuenta como que hayan perdido; y si huyen, volveran.

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