El casting
—Perdona, ¿Has conseguido papel?
—Sí, al final yo soy el que lo lía todo. Por cierto, ¿tienes tabaco?
EDITO PORQUE VEO QUE SE ME HABÍAN ADELANTADO.
La palabra es: Tijera
Lo siento Gotzon, te invito a una copa por el esfuerzo baldío.
tijera
Recortables
Tras el fatal accidente con aquel camión atravesado, además de un alto grado de ansiedad, el huérfano muestra un considerable desvío del ángulo de visión, dejando siempre un amplio margen a la derecha de la línea de puntos.
Recortables
Tras el fatal accidente con aquel camión atravesado, además de un alto grado de ansiedad, el huérfano muestra un considerable desvío del ángulo de visión, dejando siempre un amplio margen a la derecha de la línea de puntos.
plas, plas, plas ¡¡¡¡me gusta!!!!! 
Recortables
Tras el fatal accidente con aquel camión atravesado, además de un alto grado de ansiedad, el huérfano muestra un considerable desvío del ángulo de visión, dejando siempre un amplio margen a la derecha de la línea de puntos.
plas, plas, plas ¡¡¡¡me gusta!!!!!
Yo también lo pienso.
Edito: la palabra es puntos (lo que yo os daría si pudiera... )
Onda expansiva
Rompió su foto en pedacitos, y luego volvió a pegarlos, de cualquier manera: un rostro amorfo. Ella rió, a él tuvieron que sacarle quinientos cristalitos de un parabrisas que le estalló en la cara.
Regalo de aniversario
Fibra natural, resistente pero con la suavidad necesaria, lana. Un color intenso como la pasión que alguna vez sentimos, rojo. Las agujas más bien finas, para conseguir un punto apretado y conseguir que la bufanda se ciña a tu cuello cuando llegue el momento.
Regalo de aniversario
Fibra natural, resistente pero con la suavidad necesaria, lana. Un color intenso como la pasión que alguna vez sentimos, rojo. Las agujas más bien finas, para conseguir un punto apretado y conseguir que la bufanda se ciña a tu cuello cuando llegue el momento.
Llego tarde, se me adelantó Bestia Insana.
La palabra es Cara
El destino en las caras de una moneda
–Cara baila contigo, cruz conmigo.
Laura escuchó a lo lejos el tintineo de aquella moneda al caer sin sospechar siquiera que se estaba decidiendo su futuro.
Se enamoró y tuvo que soportar aquella cruz durante el resto de sus días.
Pruebas panorámicas
Un jueves y medio, tres cuartos de lunes y dos cuartos de tarde de sábado: el peso exacto de las razones que va a enumerarle para argumentar su demanda de divorcio.
Ilustradas a todo color por la Nikkon del ahora experto en infidelidades, antes fotógrafo del National Geographic.
Subject
Las clases de geografía bilingüe no le resultaban tan interesantes como las mountains de Luisa, tres filas por detrás; el iceberg en que se convertía Laura cuando le acariciaba la pierna, o los rivers que le soñaba a Marta si le dejara ascender con ella al Olimpo.
DECADENCIA
Fueron muchas las injusticias de los Dioses del Olimpo. La peor fue para mí. Era una bellísima doncella y aquel asno de Zeus me violó y embarazó. Su celosa esposa me convirtió en un monstruo detestable. El fin fue cuando me enamoré de Perseo, antes de cortarme la cabeza.
El novio
Perdió la cabeza durante la despedida de soltero. Pero ni él ni nadie se dio cuenta hasta que el cura dijo: “Ya puedes besar a la novia”. Se disculpó y salió a buscarla. La encontró sobre la barra del club. Sonreía. Aún llegó a tiempo para el banquete.
Acérrimos
Sus hijos se habían marchado por la movilidad exterior, ellos se duchaban con agua fría y de tanto apretarse el cinturón para pagar la hipoteca, se habían estrangulado el estómago, pero decidieron darse un banquete con los langostinos caducados que hallaron en la basura del supermercado.
Beneficio mutuo
Se conocieron en un supermecado, él estaba de oferta y ella buscaba una ganga para llegar a fin de mes. Todo fluyó de forma natural. Hablaron mucho antes de encamarse, y después decidieron que cada jueves repetirían experiencia. Y no les fue mal mientras duró la crisis.
Perdió su casa, perdió su coche, pero mientras pasea arriba y abajo, aún hace sonar sus llaves en el bolsillo con orgullo de propietario.
El vecino del quinto
Ajustó el cargador y se colocó la pipa en la cintura, debajo de la camisa, en el lado derecho de su espalda. Ciñó el machete a su pantorrilla, arropado por la pernera del pantalón y bajó al portal. Bajo ningún concepto aceptaría otra derrama.
Abuso
Tenía la felicidad al alcance de la mano y no era capaz de resistirme a frotar. La última vez, en lugar de emerger solícito, el genio se derramó por el pitorro de la lámpara y quedó tumbado, como una alfombra vieja. No he conseguido que vuelva a levantarse.
Interrogatorio
Solo se oían los afanosos respiros de aquellos presentes más nerviosos, ignotos de la fatalidad que había ocurrido solo minutos antes. Los culpables sonreían a escondidas, mientras el imponente hombre frente a ellos volvía a preguntar, -¿Quién lanzó este maldito avión de papel? ¡Que se ponga de pie!-.
El salvaje
Dejaba que las plantas se le encallecieran hasta ser tan duras como el cuero, sus dedos habían adoptado la curvatura de la tierra áspera de la montaña. Cuando lo llevaron a la ciudad se negó a calzarse. No necesitaba zapatos, decía, pero caminaba sobre el asfalto y resbalaba.
Siempre agua
Era parte de su vida, una explicación de su existencia. En ella ganaba medallas. Sobre el asfalto provocó el accidente de su marido. En la piscina se llevó a su hijo. Por las noches resbalaba sobre sus mejillas.
Mareas
La caricia espumosa de la ola en retirada que se me escurre entre los pies, tenue arrumaco con querencia a bajamar, no puede rivalizar con el ardor que el aire salobre me provoca en la cara, aire que me excita los recuerdos de tus últimos arañazos.
Caída obvia
Hace ver que le cree, para que cese el torrente de palabras apresuradas que brota de sus labios, a pesar de saber, con tanta pena como certeza, que los arañazos de las zarzas huelen diferente.
El olor salvaje que desprende su piel ensangrentada delata otro tipo de caída.
Desde lo más alto
Esperaba que aquel añorado flashback le revelara el rostro de sus verdaderos padres.
Inés
Alguna noche me desvelo. Entonces puedo oír desde el moisés, flotando en la oscuridad, su respiración corta y rápida. Como un pequeño reloj desfilando hacia el futuro. Y con su nana me vuelve a dormir.
Bella
Diez años después solo deseaba volver a ser durmiente. Y que la despertara otro.
Ahora soy aquel
Fui consciente de que ya no era “el otro” para ella cuando el día de nuestro aniversario me felicitó con una llamada telefónica y el lamento de no poder escaparse de su familia como otras veces, y más tarde la sorprendí entrando de camuflaje en nuestro hotel.
Inés
Alguna noche me desvelo. Entonces puedo oír desde el moisés, flotando en la oscuridad, su respiración corta y rápida. Como un pequeño reloj desfilando hacia el futuro. Y con su nana me vuelve a dormir.
Qué nombre tan bonito para la hija de un troll. Me encanta esa respiración como un reloj desfilando hacia el futuro.
La palabra sigue siendo hotel.
Habitación preferente
Una cama fría, un espejo roto y un baño gris en aquel antro perdido al que solo llegaba una carretera secundaria. Era cuanto podía pagarme para huir de mí mismo, del mundo y del crimen de mi inversión.
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El casting
—Perdona, ¿Has conseguido papel?
—Sí, al final yo soy el que lo lía todo. Por cierto, ¿tienes tabaco?
EDITO PORQUE VEO QUE SE ME HABÍAN ADELANTADO.
La palabra es: Tijera
Relatos Encallados