IX Edición de la Sortija - FINAL DE LA SORTIJA: domingo a las 21:30

La palabra es tatachaaaan! FUE

NO COMPARTIBLE

El amanecer no podía ser comparado con su resplandeciente sonrisa. Los valles y los montes desmerecían al lado de sus pronunciadas y voluptuosas cumbres. El rocío no tenía el mismo sabor que su miel recién cogida. Nos hicimos amantes y, a continuación, esposos. No compartiría sus atardeceres lujuriosos.

Negros

Intentó sentirlo por su trabajo pero no fue capaz. Probó con la religión y tampoco allí pudo hallarlo. 

No sabía que lo llevaba dentro hasta que lo vio, reflejado en otros ojos.

Adicto 

Con Laura la vida era una emocionante carretera de montaña, llena de rampas y descensos, curvas y precipicios. Desde que se marchó es una autopista gris y rutinaria. Por eso a veces, cuando vuelvo a la soledad de mi adosado, la tomo en sentido contrario.

Padres separados

Esta tarde regresó, con su traje morado, su pañuelo blanco y su chistera. Bailaron las luces, los muebles fueron galleta y las paredes algodón de azúcar. Tendidos sobre la colina arcoíris, no entiendo por qué no podemos invitar a mamá –cosas de mayores– dice.

–Mamá, ¿qué es muerto?

Sin pistas

Nunca sabía donde guardar la ropa cuando iba a nadar al río, pero siempre había oído a mi abuela que había que hacerlo así. El día que me ahogué, la había escondido en el hueco más alto de un árbol, por eso todos piensan que me he fugado.

Fuera, el mundo

El resto de la estancia gira enfebrecido sobre mí, tan solo ella sigue milagrosamente en pie. Aislada, la puerta se yergue como el último obstáculo físico que me separa de una posible salvación, y a la vez, la única salvaguarda que me queda del terrible exterior.

Mala elección

Nos besamos una, dos, tres…, y cien veces hasta que comprendí que el hechizo no era reversible, que tendría que aguantar todos tus defectos de hombre y tus costumbres de sapo. ¡Y aún hay quien me llama princesa afortunada!

Su relación se había enfriado

Ella estaba muy fría. Le susurró cosas bonitas al oído. Le acarició el pelo y, poco a poco, empezó a desnudarla. Besó su cuello y deslizó la mano por sus senos. Pero seguía  tan fría… La próxima vez debería sacarla un ratito antes del congelador.

Amor fantasma

Lo malo no es sentir dolor por haberte amputado de mi vida, sino ser feliz porque me sigues doliendo.

Cita con el dentista

Nunca pasaba de la puerta. Se quedaba de pie, mirándola, hasta que oía ruido detrás y salía corriendo. Lo intentaba. Volvía a pedir hora. En la oficina todos miraban su carrillo hinchado y él aguantaba las lágrimas.

El dolor era mejor que el miedo.

Yo, me, mí

Me envío bombones, flores y mensajes de amor que nunca respondo. Cansada de tanta ingratitud he decidido remitirme, sin compasión, la carta de desahucio.

Angelitos negros

Nunca había entendido el entusiasmo de los clásicos por abarrotar cualquier espacio con aquellos repelentes niños alados, rubios y mofletudos. Denotaba una total falta de información y un exceso imaginativo sin sentido. El día que constató que los demás en realidad no podían verlos, corroboró sus sospechas.

Ay, don Hank, me ha recordado la leyenda de san Xiao :

San Xiao, una figura al estilo de 1600 que lleva una escopeta. Debe ser el único santo con escopeta. Hombre, al lado está la figura de San Miguel dándole al diablo, pero ese lleva espada, o lanza. Lo de la escopeta tiene su historia, claro, que los santos no pasean por ahí sus atributos porque sí.

Resulta que este Xiao era cazador, nos cuenta la leyenda, y vivía en una casita del monte aislada. Y volviendo un día a casa, ve metidas dos figuras en su cama. Pensando que su mujer estaba refocilándose con otro, ni corto ni perezoso les pega allí mismo dos tiros. Y al salir de casa "cuál no sería su sorpresa" al ver a su mujer, que le venía y le dice que habían llegado los padres de él de visita, y que como estaban muy cansados, les ha dicho que se echasen en la cama. Resulta que creyendo hacer un castigo de honor, se había convertido en parricida.

Drama, desesperación, arrepentimiento, penitencia. Y de allí a santo. Como se ve, la historia tiene su moraleja y su ironía trágica, algo así como "no hay que precipitarse—vamos, que la intención era buena, pero sorpresas te da la vida...." 

La palabra sigue siendo eso. 

Correr

Que si eso no venga más, ni se aparezca por tu vida; que viene y deja las zapatillas al revés en la puerta, sale corriendo al terminar, y te deja con cara de que la próxima vez cruzas la llave. Que eso, bien sabes, no es amor; ni nada.