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Sobre leyes injustas y necios como Bono
En tres décadas de democracia han pasado por el Congreso todo tipo de personajes. La mayoría, políticos preocupados por cumplir honestamente su trabajo. Pero también felones y necios. En estas categorías hay dos sujetos que destacan por encima de todos sus pares: José María Aznar y José Bono. El primero nunca debió pasar de inspector de Hacienda en Logroño, mientras que el tope profesional del segundo era ser secretario del Ayuntamiento de Salobre. Que Aznar haya llegado a La Moncloa y Bono sea presidente del Congreso demuestra cómo, en ocasiones, los dioses ciegan a los hombres. De ambos ojos.
La penúltima necedad que se le ha ocurrido a Bono es rechazar la reforma de la Ley Electoral que propone el Consejo de Estado con el argumento de que “no se debe pretender ganar en las leyes lo que no se gana en las urnas”. A ver, melón, eso es precisamente lo que ocurre ahora y lo que la reforma electoral debería corregir. Cualquier persona que sepa sumar, restar y sacar un porcentaje, llega a la conclusión de que PSOE y PP ganan gracias a “las leyes” escaños que no ganan en “las urnas”, exactamente lo contrario de lo que le ocurre a Izquierda Unida. La legislación actual es tremendamente injusta y debe ser modificada, porque no es admisible que los dos principales partidos logren un diputado por cada 60.000 votos, mientras que IU obtiene un escaño por cada medio millón de papeletas.
Como hay pruebas de que Bono sumar sí que sabe –lleva años sumando patrimonio, incluida una hípica cuyas facturas son tan escurridizas como las de los trajes de Camps-, sólo cabe concluir que el presidente del Congreso quiere engañar a los ciudadanos. El muy necio.
Ya estamos otra vez. Bua, bua. Izquierda Unida no saca escaños en función del porcentaje de votos. Es tendencioso decir que a IU le cuesta medio millón de votos cuando eso es rotundamente falso. Si IU se presentase sólo en Madrid y Barcelona sacaría exactamente los mismos escaños. A ver si nos enteramos de una vez: el problema no es la ley electoral, es la propia Constitución, que establece en su artículo 68.1 que el Congreso estará entre los 350 y los 400 diputados, y en su artículo 68.2 que la circunscripción es la provincia.
Te pongas como te pongas, con un 10% de los votos en una provincia con 7 escaños no hay método matemático proporcional que te pueda dar uno.
Se ha hablado del sistema de resto mayor, pero dudo mucho de su constitucionalidad, porque lleva los restos a una circunscripción única, cosa no prevista en la Constitución.
¿El sistema es mejorable? Sin duda. Habría que introducir las listas abiertas. Y ya que la gente tiene en mente unas presidenciales (periodistas y tertulianos siempre hablan en esa clave, y la gente da la impresión de entenderlo así también), quizás debería ser el sistema que deberíamos implantar.Y por supuesto, o darle funciones al Senado, o eliminarlo. Y por supuesto, como el Senado es la cámara de representación territorial, darle al Congreso la circunscripción única. Pero para eso, hace falta reformar la Constitución.
P.D: Bono tiene razón en una cosa: IU busca ganar cambiando la ley lo que perdió en las urnas por actuar de PSOE-B. La ley electoral es tan injusta como cuando tenían 23 escaños, e intentar declarar la inconstitucionalidad de una ley que sigue la Constitución al pie de la letra no es más que un berrinche. Y utilizar tendenciosamente el argumento del medio millón de votos por diputado cuando saben perfectamente que las listas son provinciales es pretender engañar a la población.
Y que alguien a quién se le infla la boca con formar ciudadanos críticos en EpC venga a reproducirlo aquí es también llamarle tonto al que quiera leerlo.