RENCOR
Treinta años esperando desde que me asesinaste. Ahora, que has muerto, desgarraré tu alma corrompida por el alcohol y la lujuria, y te haré pagar las atrocidades que cometiste conmigo y con nuestra hija. Desde este mismo momento, y para toda la eternidad.
Afán
Querría firmar un trabajo memorable, citado en todos los libros sobre la materia, dar mi nombre a un estilo, una corriente, una época…, pero la verdad es que no sé bien por dónde empezar y no hago más que repasar el cadáver, sin decidirme a hundir el bisturí.
Disección
Estabas tan enraizado en mi ser, tan intrincadamente adherido a mi vida, que ni siquiera con precisas incisiones de bisturí y años de operación logré desarraigarte por completo. Morí contigo dentro y encima destrozada.
Asombro
El niño la miró con la boca abierta. Sobre el suelo destrozada, hecha añicos, deshecha su forma, inútil y baldía. Aún se abrió más, casi enseñando los dientes, cuando vio su contenido desparramado. La alegría lo enervó.
Había tenido que romper la hucha, pero al fin tendría su bicicleta.
Génesis 28:20
Paso por que trate de cogerme la mano en el parque. Paso por jugar a la familia, si no están mis amigos; por ponerles nombres a los hijos que dice que tendremos; por todo. Pero de ahí a llevar en el manillar un “papá no corras”.
Cita
—Será preciso que corras —apremió el autostopista—. A las 5 tengo que estar en Parla.
—Eso está en la otra punta —gesticuló el conductor, con todo acelerando.
—Por eso mismo.
—Pues no puedo llevarte.
—Lo sé.
—Dónde te dejo.
—Aquí mismo —dijo, localizando el coche que iba a embestirles.
FIESTA
El matador mató al último toro de la tarde. Después recibió la ovación del excitado público. La multitud, enfervorizada, saltó a la arena y se abalanzó sobre él. El torero acabó muerto, aplastado por un marea humana que se asemejó por momentos a la embestida de un toro bravo.
Soberbio
Todos aplaudieron su maestría, había conseguido escapar por enésima vez del cerrojo de su contrincante. Miró al público, hinchió su pecho y se embriagó de victoria. Cuando recuperó la consciencia ya no pudo respirar.
error. no haced caso a este post
¿He leído "sobrio"?
jajajaja
La última palabra es respirar
Profesional
Un motorista le adelanta y en una curva pierde el control. Impactado, detiene el coche y baja equipado con su maletín. El cuerpo flota en un charco de sangre, pero respira. «Hay que actuar», piensa. Extrae su Nikon y dispara con la esperanza de captar el vuelo del alma.
Expectante
Y con el alma en vilo espera a que le quiten la oportunidad de adelantarse. Esta noche no será. La lengua no ha sabido declararse. El envite está lanzado, la respuesta está por llegar. Victorioso con su atrevido paso, triste en la desesperanzadora demora.
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¿He leído "sobrio"? jajajaja
La última palabra es respirar
Sí. En un primer momento iba a poner algo así como que había escrito "Nada" en un estado poco sobrio, ejem., pero me salió el post aquí y ví que no encajaba con la línea de micros.
DEMORA
—Llegas tarde.
—Lo sé.
—Si hubieras venido a tu hora, yo no estaría muerto.
—Nunca fuiste paciente en vida.
—Y tú sigues sin ser puntual en la muerte.
Partida
Las plañideras gimoteando, la familia compungida, los amigos en silencio, el párroco rezando y el féretro en mitad del salón. Solo resta, como siempre, el cuerpo derrotado de Karparov, que a pesar de sus años, todavía es capaz de vencer a la Muerte en sus partidas de ajedrez.
Jaque mate al rey blanco
La reina blanca pasó muchos años intentando alejar al monarca de una insinuante torre que acosaba sin cesar a su objetivo. Cansada de realizar el trabajo duro, decidió que ya estaba harta. Le bastó un simple guiño de reino vecino para comerse al rey negro.
Bestia
Habréis caído en ello, seguro, es muy irregular; no me emplea siempre, y así le va. Tampoco es que a mí me apetezca; me paga poco, tarde y mal, y cuando voy, me echa a los perros (literalmente). Pero es lo que hay.
Duda
Sé que hay algo más de lo que se puede ver, algo que da sentido a todo. Pero al abrirlos no encuentro más que vísceras. Me pregunto si seré como ellos.
Por mi
Me peino, me visto, me pinto, me subo a tacones imposibles, todo por ellos. En mis ratos libres leo y estudio para poder un día ir en chándal con la cara lavada y salir de esta vida de miseria
Arrepentimiento
Buenos trajes, los zapatos impecables, camisas de la mejor seda abrazan mi cuerpo. Vehículos a mi antojo y personas a mi servicio. Los mejores cocineros sirven mis platos y mi bodega está repleta. Sin embargo, sigo sintiéndome miserable. Será porque tú no estás. Jamás debí vender mi alma.
No se aceptan devoluciones
Fue una buena venta. Cuando se dio cuenta ya no había vuelta atrás. ¿Un alma? Yo no la necesito.
POR NECESIDAD
Por necesidad miento y robo. Por necesidad hiero y mutilo. Por necesidad asesino y extermino. Pero requiero un cuerpo que poseer para poder hacerlo. Así somos algunas almas negras que deambulan por los tiempos.
Lamentaciones 4:8
Desde siempre os he hecho creer, os he hecho morir, os he dado esperanza, os he engañado. Os he capitaneado igual que os he susurrado al oído invisible. Me habéis seguido y me habéis perseguido; pero sois muy pocos los capaces de verme en la oscuridad sin alma.
“Recupere sus objetos perdidos en el tiempo”
Tomó el objeto —una especie de vibrante esfera blanca— con dedos asombrados.
—¿Habrán tenido cuidado? —preguntó—. Es muy importante que a ese joven no le pase nada.
—Fue sencillo —sonrió el empleado.
Don
Dave, en tan solo cinco meses, ascendió de muchacho de los recados a jefe de administración. Así con cierta osadía, se presentó en el despacho del director general y le sonrió. A lo que éste le contestó sin abrir la boca «muchacho, conmigo no te resultará tan sencillo».
Nada más fácil
La coma, que vio la consternación de Pablo, cogió carrerilla y dio un doble salto mortal sobre la margarita para ir a parar justo detrás del No. Las tres palabras aplaudieron felices su aparición estelar. El chico estaba feliz.
De función
Acudió a la función seguro de que aquellos cómicos de segunda fila no serían capaces de arrancarle la más mínima sonrisa, de erradicar su melancolía. Murió feliz.
Felicidad
Las mejores herramientas, un banco de trabajo y, acompañándome al sótano, tú, admirado rival.
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Desengaños
Me dejé caer al abismo, confiando en que tú amor, sostendría mi alma. Ahora, magullado y con los huesos rotos, mi espíritu entre lagrimas clama venganza.
“Ten confianza en mí, no te guardo rencor”, dicen mis labios, mientras mi mano esconde un puñal forjado de rencor.