Vampiros de miel
El hombre justo
- Voluntario para sacrificio.
- Una dieta nada variada de miel, hasta que el voluntario muriera ...
- 100 años de reposo.
Era la receta, receta para crear el elixir, elixir de la vida, en la antigua Arabia. No era abundante ni mucho menos barato .Pero el destino parecía tener algunos planes, escogió al hombre más justo, un hombre oriundo de china, hombre de el cual no se sabía mucho de su pasado, pero se sabía muy bien su presente .Humilde y devoto de los huérfanos años tras años: a veces ignorado a veces menospreciado, Yong pasaba sus días ateniendo a los huérfanos.
Pero las acciones buenas o malas nunca permanecen ocultas por siempre. Un día como cualquier otro, donde hombres y mujeres adoptaban un hijo, entro un hombre, hombre que marco el inicio de el cambio, del cambio de más de una vida. Era uno de los jeques más poderosos de arabia, pero no iba con su Harén de mujeres, pues lo que quería decir quería que se mantuviera en secreto. El secreto era simple -él era estéril-, después de haber copulado con mujer tras mujer se había dado cuenta.
Yong sabía qué tipo de persona era el jeque… uno que decapitaba a las mujeres que no le podían dar un hijo. Por la mente de Yong paso el negarse rotundamente, pero después de todo …No solo el afortunado seria rico , también pensó que la peor persona podía obrar acciones buenas, .Yong acepto y todo un “circo” paso para que aquel niño pasara como hijo legitimo, incluso llego a tener una madre falsa, la cual falleció “misteriosamente”.
Yong temió por su vida, después de todo el también era un cabo suelto, Pero quizás su buen karma actuó en su beneficio, pues el niño lleno al jaque de tanta felicidad que en vez de recibir la muerte recibió tarros y tarros de miel el oro mas delicioso junto con una nota : ”Señor Yong mi vida se está extinguiendo, pero gracias a usted seguiré vivo atreves de mi hijo Abraham ,tiene la fuerza y el espíritu de mi estirpe , así como la compasión de el más humilde , tal vez eso lo allá sacado de usted … su camino algún día lo decidirá el. ¿Pero y usted? No muchos escogen el camino “blanco” y tal vez sea que estoy senil pero opino que la gente buena debería vivir más tiempo, con ese propósito le regalo la oportunidad de hacerlo.”
Yong trato de vender los tarros pero lugar a lugar… no habían compradores, era como si unánime mente arabia le digiera “vive más” paso el tiempo y con resignación empezó a consumir aquella miel roja.
Los años se convirtieron en lustros, los lustros en décadas y Yong seguía con sus labores, pero el destino toco de nuevo su puerta. Un anciano cualquiera con uniforme de panadero, que después de entrar miro y miro como si buscara algo. Yong amablemente le pregunto si se encontraba bien pero fue cuando las miradas de ellos dos se cruzaron. Los ojos lo único que no cambia en uno con el paso del tiempo, ojos que les trajo a la mente: al panadero un pasado lejano donde había vivido aquí, mientras que para el Yong un ayer aparentemente cercano donde ese panadero era un niño más. El panadero agarro sus cosas y salió corriendo mientras Yong se percato de algo, Que solo sería la primera vez de muchas…algo inevitable. Algo tenía que cambiar. Yong se marcho sin dejar rastro.
Pequeños pasos
Oculto en el bosque de bambú de Shunan se encontraba un orfanato, muy grande para sus solo 58 miembros, pero ahora solo fijamos nuestra mirada en una, una joven chica de nombre Roció, Una chica solitaria que pasaba su tiempo fuera del orfanato, al menos hasta donde el tupido perímetro de bambú le permitía. Seguido se preguntaba cómo podían encontrar el orfanato los posibles padres, ella solo sabía que debían de encontrarlo pues periódicamente un niño era adoptado.
El aire soplaba fuerte, pero apenas podían mover el bambú, eran tan fuertes como para empalar a alguien, cosa que Roció ya había visto… un pequeño niño corriendo. Roció volteo al cielo y dijo para ella misma.
-Ya es hora.
Caminaba adentro del comedor que se encontraba lleno, pero la imagen de lo que había dentro estaba lejos de lo que uno podía imaginar de cómo estaría un lugar lleno de niños. El ambiente era deprimente, había niños… pero la mayoría se limitaba a recargar su cabeza en la mesa diciendo cosas entre jadeos.
-¿Qué hay de desayunar, Babas? Hot-cakes.
Pregunto Roció a su compañero, aun que no esperaba respuesta alguna. Mientras que el denominado “Babas” se limitaba a seguirle con la mirada. Ella se sentó a un lado, pero antes de tomar la miel vio una sombra a su lado. La imagen de un niño que le extendía la mano, Roció
sin voltear a verlo le alcanzo su mielera, la cual no tardo mucho en estar de regreso prácticamente vacía. Roció volteo de reojo a ver la mielera de “Babas” que aun estaba a la mitad, y prosiguió comiendo sus Hot-cakes sin miel. Al terminar de comer vertió la miel restante en su plato como queriendo ocultar lo sucedido con la miel.
Un hombre con un habito café empezó a recoger los platos lugar por lugar, entre ellos en algunos se podía ver los platos llenos pero sin miel en la mielera correspondiente, algunos de los “comensales” ya no se encontraban y otros solo decían la palabra “padre” entre alaridos. Roció también era de las que corrían antes de la llegada de aquel sujeto con ojos entre cerrados y sonrisa perpetua , el hombre con temperamento volátil , el cual podía reaccionar con solo estirar su sonrisa o clavando el tenedor en la mano o incluso las dos a la vez, Roció lo había visto ya, en especial con los nuevos.
La noche llego y Rocío por rutina fue a lavarse los dientes, pero esta vez alguien la esperaba, era un niño, uno de los cuales no se encontraba en la situación del famoso “Babas”.
-¿Por qué no te juntas mas con nosotros? te divertirías mucho.
-…
Roció paso de largo, poniendo menos atención que a las miradas de Babas. El sin mayor gesto en su rostro la empujo, y sin ver su estado cerró la puerta… No sabría decir si hubieron golpes durante la noche de Roció tratando de salir o si callo inconsciente, solo que ella paso toda la noche ahí dentro dormida o inconsciente no lose.
Roció despertó con el frio del suelo recorriendo su costado, nadie había ido en su auxilio, pero la puerta ahora se encontraba abierta. Aun que ella después de lo siguiente probablemente hubiera preferido no haber salido nunca, que al caer se hubiera muerto… al menos así no hubiera visto nada. Pues al salir lo primero que vio fue un rastros de sangre, Roció los siguió lentamente con sorpresa y miedo, llegaban hasta el comedor una y otra vez la escena de el niño empalándose en el bambú se repetía, pero esta vez con sus compañeros uno tras otro, tantos que el suelo se cubría con sangre alguien se había aprovechado de sus condiciones para arremeter una y otra vez con palos de bambú como si fueran alfileteros humanos, pero en especial Roció recordara a uno de los niños que pece estar ensartado de el cuello , aun parecía querer alcanzar su mielera , que aun que rota parecía tener rastros de miel, sus manos azotaban contra la mesa por la frustración de no alcanzar y aun con la lengua hacia un inútil intento de alcanzarla , pero solo alcanzaba a lamer su propia sangre.
Roció ni siquiera tuvo el valor de ir por sus cosas, solo alcanzo a salir antes de que el terror la dejara petrificada ahí, se encontraba fuera… lo mas fuera posible pues ese perímetro, al menos para ella era imposible de cruzar. No tardo en darse cuenta de que estaba en el lugar donde había visto al primer niño empalado, lo podía recordar como si fuese ayer, ella había sido la primera en verlo, su cuerpo colgando en un bambú roto, en su mano podía ver miel escurriéndole, esa sustancia pegajosa y dulzona. Roció giro la cabeza y percato una puerta que pese siempre haber estado ahí nunca cruzo pues ella sabía que era donde vivía aquel “padre”. La puerta estaba entre abierta como si invitara a entrar, lentamente se acerco y lentamente entro, la obscuridad le impedía ver más allá de medio metro, su respiración era lenta y su mirada rebuscaba entre la obscuridad y sin percatar desde cuando estaba vio una sonrisa que ella creía que se ensanchaba hasta que noto que era que se acercaba lentamente, Roció trato de correr pero sus piernas no le respondieron. Ella se quedo inmóvil mientras padre prendía la luz revelando habitación saqueada, y el fondo ataúdes en los cuales se podía ver escurrir algo que parecía miel, pero esa no era la miel roja sangre que conocía… pero no tardo en intuir porque era roja la miel que conocía, la miel que hasta ahora no sabía por qué le había dado asco desde la primera vez que la toco, su primer reflejo fue vomitar y … vomitar de nuevo, ella no había comido gran cantidad de miel , pero el verla ahí le hacía sentir que se había comido todas las mieleras que pasaron ante sus ojos , la respiración se le complicaba , después de tiempo cuando volvió a aceptar la realidad , noto que él estaba hablando, no entendía todo, no tanto por la complejidad si no que su mente en shock aun no captaba todo, pero llego a escuchar algo relacionado con la soledad, con crear seres igual que él… todo parecían ser palabras de un hombre que se había perdido así mismo , que parecía comprender que había hecho cosas malas pero que en su retorcido mundo estaban justificadas, quizás repitió mil veces algo similar a : “A los no aptos parecen verlos como zánganos , los no aptos tienen que morir antes, y los humanos solo les sirven para aumentar su tiempo de vida convertidos en miel… ellos son vampiros de miel “
Y es aquí cuando acaba el inicio, inicio que acaba y alarga vida de los involucrados…
Bueno, no puedo decir que me ha parecido el relato porque no me he enterado de mucho, la verdad. Hay un sin fin de acentos que faltan, espacios que no deberían de estar, comas seguidas por puntos... que hace de la lectura algo realmente difícil de seguir.
Mi puntuación es de 1 estrella.
★☆☆☆☆