Renacimiento
La vi cruzar el patio, peligrosamente armada con sus tijeritas escolares. Se detuvo frente a la ropa tendida y comenzó a recortar, con saña, su baby rosa: después se cercenó las trenzas y, con un gesto de triunfo, las lanzó al pozo. Esa tarde se convirtió en mi heroína.
Mono
Se desplazaba por mis venas transmitiendome su heroicidad, alejando mis miedos, convirtiendome en rey de un mundo sórdido. Tardé en descubrir que no era mi salvadora sino mi tirana. Pero el vencera, hizo de mi un heroe.
Mono
Se desplazaba por mis venas transmitiendome su heroicidad, alejando mis miedos, convirtiendome en rey de un mundo sórdido. Tardé en descubrir que no era mi salvadora sino mi tirana. Pero el vencera, hizo de mi un heroe.
Peón, ibas con el tiempo justo o qué? 
Inundación
Dijeron; vuelve cuando seas digno. Ahora ha diluviado en el desierto y toda ayuda es bien recibida.
(Dedicado al pueblo saharaui, que se acaba de inundar. Muchas escuelas y casas han quedado en ruinas).
Entierro de la sardina
Ella le dio la bienvenida. Una sonrisa por antifaz y dos besos como disfraz iniciaron una relación que acabó un martes de carnaval.
Ella se disfrazó de víctima; él, de maltratador. Cuando se quitaron las máscaras, un féretro anunciaba la la cuaresma.
Las tentaciones de Risto
Risto marchó al desierto un Miércoles de Ceniza para imitar la penitencia de ayuno de Jesucristo. Cuarenta días después, bajó del cielo llevado en volandas por los ángeles, convirtió las calles en barras de pan y fue condecorado como rey y señor de la Tierra.
Éxodo
Posó sus ojos más allá de la ventanilla de la nave, suspiró y una lágrima recorrió su rostro. A su lado, Caperucita temblaba y Pulgarcito se preguntaba por qué, sin que nadie prestase atención a las palabras de Pinocho: “Os aseguro que en Plutón sus criaturas volverán a soñarnos”.
El sueño
Tras el prolongado descenso, los exploradores tardaron aún una jornada en rodear al ser que dormía encogido en el centro de la tierra. Llegados a la cabeza, el más audaz se encaramó y le golpeó en la frente con el bastón. El dios despertó, los hombres se esfumaron.
Es viejo, es añejo
En su cabeza, calva con islas blancas, aparecieron surcos donde los buenos tiempos se ahogaron. Sus manos detrás empujaban recuerdos añejos de tanto rebrotar. María, su María, seguía ayudándole a olvidar que los días se cuentan y se caen al mar.
Es viejo, es añejo
En su cabeza, calva con islas blancas, aparecieron surcos donde los buenos tiempos se ahogaron. Sus manos detrás empujaban recuerdos añejos de tanto rebrotar. María, su María, seguía ayudándole a olvidar que los días se cuentan y se caen al mar.
Hay cosas que nunca cambian 
Es viejo, es añejo
En su cabeza, calva con islas blancas, aparecieron surcos donde los buenos tiempos se ahogaron. Sus manos detrás empujaban recuerdos añejos de tanto rebrotar. María, su María, seguía ayudándole a olvidar que los días se cuentan y se caen al mar.
Hay cosas que nunca cambian
Hola Jane, no entiendo bien tu comentario, pero pienso que te refieres a la vejez. No sé si nunca cambia pero siempre ocurre, parece. ¿Te gustó pues mi micro?
Es viejo, es añejo
En su cabeza, calva con islas blancas, aparecieron surcos donde los buenos tiempos se ahogaron. Sus manos detrás empujaban recuerdos añejos de tanto rebrotar. María, su María, seguía ayudándole a olvidar que los días se cuentan y se caen al mar.
Hay cosas que nunca cambian
Hola Jane, no entiendo bien tu comentario, pero pienso que te refieres a la vejez. No sé si nunca cambia pero siempre ocurre, parece. ¿Te gustó pues mi micro?
No hay mucho que entender. Solo pretendía dejar constacia de tu arte.
Último día de playa
Cuando dejaron de golpearle el pecho, lentamente, nos fuimos marchando. A seguir con nuestras muertes cotidianas, que a algunos nos llega de a poco y a otros así, de golpe.
Sin Paula
Ella se quedó muda, él se hundió en la miseria. Ambos acabaron destrozados entre rejas: sin vida, sin ilusiones, sin alegrías, atormentados por su ausencia y por el recuerdo de aquella travesura que, aquel día, les pareció tan intolerable como para merecer un 'buen castigo'.
Crimen y castigo
Fiódor se atormentaba al estudiar las consecuencias. Su lentitud devino imperdonable; él lo sabía.
-Reconozco mi error: debí apresurarme. Ahora es tarde.
Gonzalo se le adelantó. No pudo escribir sobre sí mismo.
Son las reglas.
Jonzalo
-¡Es imperdonable que siempre escribas mal tu nombre!
Enfurecida, la maestra repetía la misma frase cuando el niño le entregaba la redacción diaria. Su frustración era engorrosa pero aún lo era más explicar que para él su identidad desbordaba la pureza de lo que nunca admitirá reglas impuestas.
Esclavitud
Nos impusieron normas, nos obligaron a trabajar, nos explotaron de diversas maneras, nos extirparon la voluntad. Lo único que no podían controlar era el momento de nuestra muerte.
MuERE
Harta de que los recortes de los humanos en vida no la dejasen descansar en paz con tantos suicidios, enfermedades mal curadas y demás sucesos no previstos en su agenda, la Parca decidió ponerse en huelga indefinida. Aún así hubo gente que se murió de codicia.
La primera vez
Quiere cobrarse un tres por ciento de las meriendas de sus compañeros. Perplejo, ante la bandeja de pastelitos, recuerda que todavía no sabe contar. Se los come todos.
Bruja
El de los ojos dulces arañaba su alma; el rubio de ojos verdes le arrancaba una sonrisa; al gordito de rabo desproporcionado se lo habría comido. No sabía cual escoger, todos tenían algo que alegraría su corazón. Al final se quedó con el negro, por pura tradición.
Positivismo vertical
Reemplazaron la iglesia por una gran escalera mecánica que también promete y devora. Sonríe, monta (no saben que al llegar arriba deberán entregar su corazón, convertirse en bytes y caer, llover sobre la tierra despojados de ser).
Al principio, Dios y el hombre. Después, el hombre-dios sin principios.
Sus principios
Me negué, faltaría más. Que fuésemos unos pobres diablos no nos restaba dignidad. Así que le respondí que se metiera por el culo el millón de dólares que nos ofrecía por trajinarse a mi mujer. Ella estuvo de acuerdo. A los pocos días, supe que lo hacía gratis.
El tonto
Tenía alergia a los melocotones, pero una oportunidad así no se le presentaba todos los días: se llevó dos cajas.
Arte sano
El escultor decidió innovar, gastó todos sus ahorros en el último modelo de impresora 3D y la mejor resina del mercado. Todas las noches, mientras el hurgaba tomando medidas entre contenedores y enormes cajas de cartón, la hacía trabajar a pleno rendimiento. Cuando al fin encontraba lo que buscaba, regresaba al taller. Donde encontraba perfectamente impreso el embalaje.
Bueno, no importa... lo edito así:
Artesano
El escultor gastó sus ahorros en el último modelo de impresora 3D y la mejor resina del mercado. Mientras hurgaba tomando medidas entre contenedores y cajas de cartón, la hacía trabajar a pleno rendimiento. Cuando al fin encontraba lo que buscaba, regresaba satisfecho para encontrarse perfectamente impreso el embalaje.
pero es inválido, la palabra es cajas
Ganaron, ¿ganaron?
Bajaron exultantes de la nave, diciendo que habían ganado la guerra.
—Les hemos dado para el pelo a esos marcianos.
Pero sus uniformes no estaban muy limpios que digamos, y por la puerta de atrás no paraban de sacar féretros.
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Jeroglífico
Tras subir la persiana y vomitar por tercera vez, volvió a mirar su teléfono móvil: seguía sin entender el mensaje que le había escrito a su exnovia la noche anterior.
Somos mentira.
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