Piraña lanza su tenedor con puntería asesina, pero el guarda estornuda con categoría 7 en la escala Ramirez y falla. Impacta sobre una de las piedras más flojas al oeste del río Similgar, que se estremece como hiedra aferrada a la espalda. Esto causa un efecto pánico entre la mampostería y un temblor que hace que Aquel de allí se cuele entre los barrotes, la puerta de la celda de Piraña se abra de miedo y el Guarda sufra un infarto diodenal a causa de la ingesta de miguitas de pan con jamón. El camino a la libertad parece expedito.
Piraña debe incluir "tenedor" en un micro inspirado en una de las direcciones indicadas en las crónicas.
Aquel de allí debe incluir "terremoto" en un micro inspirado en una de las direcciones indicadas en las crónicas.
Percebes y tritones
—¿Pero a quién le has robado ese tenedor gigante?
—¡Suélteme! ¡Le digo que no soy un pez! ¡Vengo a recuperar mi tridente!
—Sí doña Leocadia, hoy tengo una merluza fresquísima.
—¿Dónde se han metido todos mis gatos?
—¿El encargado del zoo? ¿Le interesarían unos anfibios?
¡Juro ante Dios que no escatimaré esfuerzos para saciar mi haaaambre!