La tasca del caballero del yelmo abollado

A medida que vayan cayendo bajo el yugo de mis micros, irán quedando menos 

Dichosa la fortuna que me ha traído a este puerto. ¡Al fin un lugar conocido! Llevo días con la brújula desnortada y los pingüinos en rebelión, Camarero, venga usted y su uniforme que necesito algo fuerte para reponerme del viaje...¡Ah! Y dígame,si es tan amable, dónde puedo comprar un buen saco de harina de fuerza, que necesito amasar algo con mis manos, ando algo desentrenada. Es menester recuperar los buenos hábitos, que en breve toca empezar a darse tortas como PANES, o eso me han dicho...

¡Hombre! ¡Si todavía queda gente de bien en este pais y que piensa como diossssh manda! 

Siéntese a tomar un vinito, paisano (luego le digo a nombre de quién tiene que cursar la factura).

¡Ay, qué poquito queda!

¿Verdad, Camelia?

4 horas y media, exactamente.

Voy a ir preparando unos asados y unos barriles de cerveza, que seguro que más de un valiente guerrero se deja caer por aquí para insuflarse valor antes de la contienda...

Aquí, Bottom, en este hilo, pero si quieres que te atienda Morgana, tienes que coger número como todos.

Es normal, cuando se camina hacia atrás, de culo.

¿Es a mí? La verdad es que con esta perspectiva que me das, no sé si me hablas a mí, o a que tienes delante de ti.

Bien valientes, veo que la acción ya ha empezado, y habeis empezado a saltar al ruedo... quicir, a la palestra.

¡Suerte y encanto a todos!

Morgana es mi ojito derecho. 

¡Morganita, guapa, ponme un chupito de suero fisiológico! 

Morgan, a ver si tienes alguna poción reconstituyente de oferta y me sírves un trago, que he derrochado mi encanto y me siento un poco cardo borriquero .

Ahora a reposar aquí en esta cama verde mientras sucede lo que tenga que suceder.