EL SUEÑO DE NARCISO
Empezó con las uñas y continuó con sus propias manos, brazos y piernas. Con un gesto intrépido viró la dentadura, siguió con la lengua y esófago, notó la consistencia blanduzca del hígado, pulmones e intestino y sintió placer con el sabor dulzón del sexo.
Cuando entraron solo encontraron los dientes.
La cuchara
Somos los últimos. Mastico lento lo que queda de su madre. Me mira por encima de la mesa. Nuestras miradas se entrecruzan en un milagroso destello telepático. Estamos pensando igual. Nos abalanzamos al mismo tiempo por los cubiertos sobre la mesa. Maldigo. Ha tomado el tenedor. Y yo…
De los títulos que he leído hasta ahora este es uno de los que más me sugieren, sin embargo en ninguno de los dos micros he alcanzado a ver esa ternura que se anuncia.
En El sueño de Narciso se nos presenta la egolatría llevada a sus últimas consecuencias. Me gusta esta bacanal onanista y caníbal que podría funcionar muy bien en el género fantástico. Para mi gusto el final resulta demasiado explicativo. El título nos sitúa en suerte y resulta un buen marco en el que encajar el cuento.
La cuchara de Molu me resulta algo confuso. Parece claro que se trata de una lucha por la supervivencia en una especie de aquelarre caníbal en el que solo puede quedar uno. No acabo de comprender cómo, en plena vorágine, los dos contendientes (o comensales) continúan, digamos, desarmados, a no ser que se trate de un macabro juego en el que cada vez que han devorado a alguien, comienzan de nuevo. En cualquier caso es obvio que quien consigue la cuchara en este juego lleva las perder. De ser así la idea me parece brillante, aunque no del todo acertada la manera de ejecutar tanto el desenlace como la conclusión, demasiado abierta con esos puntos suspensivos. Quizá no resulte relevante la relación entre los invitados a esta cena, se intuye una familia, pero si el autor quería dejarlo claro me parece que queda bastante en el aire. Me gusta el título que acaba por cerrar el círculo, al menos, de la historia que yo he creído leer.
Podría haber sido un duelo ajustado de no haber superado el micro de Sin rostro las cincuenta palabras permitidas, no sé si por descuido o por una errónea interpretación de las bases:
"3.- La extensión máxima de las obras será de 50 palabras (título incluido)."
Por lo tanto mi voto no puede ir hacia otro lado que a La cuchara.
El sueño de narciso
Descalificado por incumplimiento de las bases (54 palabras). Este mismo despiste lo he sufrido en propias carnes y sé lo que duele. De verdad que lo siento.
El texto tiene muy buena pinta, pero me ahorro la valoración porque el relato verdadero, con cuatro palabras menos, ya no sería el mismo.
La cuchara
SÍES
-Me gusta la ejecución, nunca mejor dicho (perdónenme la gracieta): las frases cortas, rápidas, sin paja, con ritmo…
-Me encantan el título y el final enlazados.
NOES
-Canabalismo, sin duda; pero ternura…
Mi voto (gracias, Sin rostro, me lo has puesto fácil) es para La cuchara
¡Vaya! difícil se me pone. Me voy a la taberna para emborracharme con tomar cincuenta copas, que no cincuenta y cuatro, que me cae mal tanto beber.
No había leído aquello de "título incluido". Prometo a partir de ahora leer tidas las instrucciones, incluidas las del lavavajilas y de la radio del coche.
Muchas gracias por los votos. La idea del relato es que se trata de una pareja, por eso están desarmados. Pero el límite de palabras fue un problema. Y preferí dejarlo asexuado para que se intuyera. También quería dejar en evidencia esa extraña propensión del ser humano a la violencia gratuita. Digamos: estamos cenando como una pareja feliz, pero si es necesario para sobrevivir puedo intentar asesinarte con un tenedor y luego comerte.
No había notado que el relato de "Sin rostro" excediera el límite de palabras. Hubiera preferido ganar "en la cancha".
Bueno, este va a ser fácil.
Que pena que El sueño de Narciso se haya pasado de palabras. Y mira que lo decimos... "Leed bien las Bases, leed bien las Bases". Si es que...
Y es una pena, ambos micros me gustan bastante. La imagen del micro el sueño de Narciso es muy fuerte...
El micro La cuchara pese a su dramatismo, me ha hecho sonreir. El juego del final con el título me ha atrapado. Y tiene un ritmo estupendo.
En fin, que el voto de este Juez se va para La cuchara, como no podía ser de otra forma.
Repito, por si a alguien le interesa: ¡Leed bien las Bases, leñe!
Sin Rostro no pudo leer las bases porque no tiene ojos en la cara.
Qué poca humanidad por parte de los jueces. 
Bueno, empecemos la ronda de lecturas ahora que todavía somos pocos 
.
Una pena el despiste de Sin rostro, no era mala la idea. De todos modos, a mi me enganchó el micro de Molu con ese cierre circular con el título.
Felicidades.
Sin Rostro no pudo leer las bases porque no tiene ojos en la cara.
Qué poca humanidad por parte de los jueces.
Sin Rostro no pudo leer las bases porque no tiene ojos en la cara.
Qué poca humanidad por parte de los jueces.
Jajajajajaja, me parto!
Ufff, Sin rostro, ya lo siento, eh? Con el coraje que da perder por un despiste. A ti Molu, enhorabuena. Tu micro me ha encantado y me ha hecho sonreír. Muy bien cerrada esa historia que enlaza esos puntos suspensivos con el título. Bien peleado!
Me gustaría ruborizarme pero, por razones obvias, no puedo.
En cualquier caso, Molu, tu relato es muy bueno y tienes que ganar para que mi derrota sea menos dolorosa.
Por diferentes razones, pensemos los dos que hubiera ganado aunque hubieras quitado cuatro palabras. Así nos quedamos tranquilos con nosotros mismos y con nuestros egos. Saludos.
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La ternura caníbal es un libro de relatos de Enrique Serna.
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