MEDIO HOSTIL
Odiaba pasar la escoba, y finalmente escogió entre adaptarse o barrer. Un lustro después, dunas de polvo invadían el apartamento, aclimatado a 50º mediante veinticinco radiadores. Una mañana, el tuareg del 4º 2ª fallecía mordido por una cobra mientras ordeñaba a sus cabras en el oasis del comedor.
Horror en la tasca del caballero del yelmo abollado
Justo antes de morir comprendió por qué allí sólo había cadáveres y silencio. La sed y el calor ambiental, incrementado por la aparición de camareros semidesnudos que tardaban lustros en servir, hicieron estragos. Sin duda, debió haberse entrenado en el desierto.
Cómo título no estoy muy convencido de su encanto, pero de que la vida de los Tuaregs puede dar lugar a maravillosos relatos, no me cabe la menor duda.
Es frecuente ver como se "acusa" a quienes abandonan su país para buscar una vida mejor lejos de su hogar, de la poca voluntad que ponen para adaptarse a las normas de su nuevo destino. En Medio hostil parece querer retratarse a una de estas personas y cómo sus esfuerzos para mantener su estilo de vida acaban por tener unas consecuencias fatales. El relato resulta exagerado pero puede funcionar desde el prisma de la ironía. Cómo la lucha por mantenerse lo más alejado posible de unas costumbres o de un entorno ajeno, al final se vuelve en su contra y es, precisamente, rodearse de los elementos que le son propios, lo que le lleva a la destrucción. En mi opinión la colocación de las comas le resta fluidez. El título no me dice demasiado y se dan suficientes datos para poder pensar en el protagonista como un nómada del desierto.
Allein nos sorprende con un micro denuncia. Sin duda influenciado por la mala atención recibida en nuestra taberna, nos hace participes de su malestar elaborando una más o menos encubierta lista de quejas con la que no podemos estar, en absoluto, de acuerdo. Cualquiera que visite nuestro bar, si se da el extraño caso de que nuestros camareros no aparezcan, pueden hacer un uso discrecional del “selservi”. Es verdad que el aire acondicionado no funciona, pero mientras los jueces no están vestidos de toga y con el mazo dando, los tenemos soplando desde esquinas contrapuestas para producir corriente. Pero no puedo aceptar que se diga que los camareros están semidesnudos, cuando la realidad es justo la contraria, están a medio vestir. La ambientación es buena, incluso me he podido ver, en otro tiempo, acodado en una esquina de la barra intentando ser atendido durante el lustro que tardó el tuareg del cuarto segunda en llenar su apartamento de arena…
Uf!!! En serio, que difícil me va a ser dictar un juicio en este duelo… tic, tac, tic, tac, tic… Medio hostil, por adaptarse mejor al tema del desafio.
Medio hostil
SÍES
-Relato ajustado al tema.
-Argumento interesante.
-Me encanta la imagen de las cabras en el oasis del comedor.
NOES
-Encuentro un tanto contradictoria (o sospechosa, al menos) la idea de la adaptación al medio. Adaptarse sería acomodarse al entorno, no desplazar el desierto al apartamento, ¿no?
-¿Y esa cobra, de dónde sale, del polvo?
Horror en la tasca del caballero del yelmo abollado
SÍES
-La manera graciosa de casar tema y relato.
-La chispa de título y argumento.
-El sentido del humor que destila.
NOES
-A ver quién se cree el final, no veo yo a un Tuareg entrenando…
Me gustaría tener un punto extra para premiar a Allein por su simpatía, pero mi voto va para Medio hostil.
Medio hostil me encanta. Ese llevar a lo absurdo una situación cotidiana es algo que siempre me arranca una sonrisa. De momento, de lo mejor que llevo leído.
De nuevo agradecer a Rapso su manifiesta devoción por el humor absurdo. Es con lo que casi siempre afilo mis armas cuando escribo.
Ahora toca descansar.
Sólo espero que al romper el alba del 20 de marzo sea uno de los caballeros que entren de nuevo en combate...
Medio hostil, un micro surrealista y absurdo en que una decisión convierte un piso en un auténtico desierto, con tuareg incluido. ¿Un pedazo de la patria de origen, quizás? Muy buen micro.
Allein opta por el humor autorreferencial en su Horror en la tasca del caballero del yelmo abollado. Una opción que convierte el micro en algo ilegible fuera del ámbito microjustero, y aunque me ha hecho sonreír, y está bien traído, me parece que no está a la altura del contrincante.
Mi voto, pues va para Medio hostil.
"¡¡¡HHHHiiiiiIIIiiHHHHhhhHhhIIiiihhh...!!!", es lo que opina Palíndromo, mi fiel montura, de este desafío. Yo, por mi parte, felicitar con todos los honores a Allein por darlo todo en la arena. Ahora toca elegir armas para esa posible segunda ronda que vislumbro tras mi yelmo.
En "Tuareg" no hay ningún emigrante. Hay un individuo que elige entre limpiar o dejar que las cosas sigan su curso (de manera exagerada). No está mal.
Tal cual travestido Invisible. Me gusta crear situaciones absurdas, ya sean desde la propia vida cotidiana como de lo más recóndito de la fantasía. Algunas veces (aunque no creo que este sea el caso), ciertos lectores encuentran un transfondo "moral" a mis relatos, podríamos llamarlo una moraleja, aunque casi nunca sea ese mi propósito a la hora de escribir. Gracias por comentar, y suerte en el torneo.
Excelente relato, Baron. En cuanto al gusto por el absurdo recomiendo (aunque seguramente no haga falta) "El diccionario del Diablo", de Ambroce Bierce. Un auténtico manual para reírse de cosas que todos suponemos que no son muy graciosas.
Dos relatos con un estupendo sentido del humor, me encanta, A la hora de elegir me quedo con Medio hostil,me encanta ese surrealismo que ha dibujado en medio del salón. Original y bien hilado. Un tuareg, en definitiva, de principio a fin.
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Trepidante novela de Alberto Vázquez Figueroa, con un ritmo y una narrativa espectacular entorno al modo de vida de los tuaregs.
Los caminos del Humor son inescrutables...