Votación popular al mejor Microrrelato de la Final y de Las justas. CERRADA

Votando, votando. Me paso todo el día votando. ¿Pero no se votaba cada cuatro años? Me está entrando un complejo de ciudadano...

Me parece buena idea lo de la final. Yo voto (otra vez) por una votación conjunta, estilo Congreso-Senado. Así mis papeletas irían como mejor micro de la final Cuando crezcas de Chupito y mejor micro de las microjustas a No se puede de Rariano Rajoy. ​

Esa es una de las ideas que estamos barajando, si hay más justeros a los que os gusta sería una buena solución, pensamos...

jajajaj... 

Esto si que no recuerdo haberlo visto nunca, pero para que no digáis que los jueces no somos sensibles a los deseos de los justeros, tendréis todos los micros reunidos para que podáis votar con absoluta certeza al micro que más os gusta...

Recordatorio de los mejores relatos de todas las justas a los que podéis votar:

—Mejor micro Semis:

Decepción, de Letripedia

Desde que Aldonza ha enloquecido leyendo libros de amor, se cree Dulcinea. Su vecino del cuarto, un joven cejijunto y desgarbado, la invita una tarde a pasear por el Parque Güell. Ella, arrebolada, accede. Es una verdadera pena que él no consiga derrotar al dragón que custodia la entrada.

—Mejor micro Ronda 3.

No se puede, de Rariano Majoy

Asistían al pleno fagots orgullosos, oboes elegantes, estilizados clarinetes,... Todos silbaban furiosos. Ya fue dura la inclusión de dulzainas, gaitas o grallas: solo la conveniencia de su toque en alguna investidura, junto a su carácter vernáculo, había decantado la decisión. Pero de ahí, a admitir las flautas...

—Mejores micros de la Ronda 2:

Reencuentro, de Chupito

Todos creen que las lágrimas de la muchacha son las de una fan más. Lo cierto es que a ella le han bastado ocho líneas recitadas por esa voz rota para reconocer al hombre que, años atrás, le cantó aquellos mismos versos mientras la violaba en un oscuro callejón.

¡OINK-OINK!, de Barón Esdrújulo

Como una gota malaya, aquel anuncio de alargamiento de pene mediante esteroides porcinos, emitido siempre mientras cenaba, terminó generándole un grave complejo. Su contundente eslogan "¡Serás la envidia cochina!" acabó por convencerlo.
Semanas después, buscaba desesperado la manera de enderezar aquel gigantesco miembro con forma de sacacorchos.

—Mejor micro de la Ronda 1

Pobres, de Rapso

Aquella mañana, descubrió que ser el niño más travieso del pueblo durante todo un año había dado sus frutos. Observó la fría chimenea y sonrió al ver el saco de carbón.

—Mejor micro de la Ronda de los desafíos:

De buena educación, de Marcarilla

Llevaba siempre a su mujer en la cabeza. Por la calle, en el trabajo, pensaba en ella a todas horas. Solo la dejaba en el perchero cuando entraba en casa de la madame, como buen caballero.

—Micros de la Final:

Cuando crezcas, de Chupito

Era la condición que sus padres le imponían para todo. Un día, Annie cogió su escopeta de juguete y se coló en el chalet de la vecina, la señora Matheson:

—Ezto ez un atraco—dijo, encañonándola— ¡Dame veinte! ¡Dámeloz!

La octogenaria, sonriente, empezó a quitarse años de encima.

Primera cita, de Letripedia

Mi pantalón se había rajado al acuclillarme para intentar ganármelo. El chiquillo que me había abierto, me encañonaba con su rifle de plástico.

- No te llevarás a mamá

Entonces ella apareció, cautivadora. El frío invernal se coló entre mis piernas. Sonreí avergonzado. El frío trocó en humedad. 

Cómplices, de Letripedia

La muerte le ofreció fuego. Octavio no dudó en aceptarlo. No hablaron. El piano interpretaba una melodía a medida para la ocasión. Nadie lo tocaba. Inhalaron con fruición. La muerte, desdentada, le sonrío. Compartieron relajados el último cigarro. Octavio pensó vagamente en que ya había visto antes esos ojos.

Luna de miel, de Chupito

«Ruido para jóvenes», grita Miguel. Pablo ríe y responde: «Hoy somos jóvenes». Lo son. Tras años de tabú, se han dado el «sí». Beben vino, comparten puro en el reservado. Suena «I love you all the time». En cuestión de segundos, la música enmudecerá en Le Bataclan. 

Nomeolvides, de Chupito

Lo vio marchar a la guerra desde la ventana ribeteada de flores. El tiempo marchitó los pétalos, ella cultivó esperanzas.

Hoy, frente al espejo, maquilla con pulso trémulo su sonrisa arrugada. Un tallito verde brotó anoche en la tierra seca del tiesto. Fuera, brama la bocina de un buque. 

Breve. Intenso. 

Esqueje, de Letripedia

Rosa creció en el alféizar de su casa. Su padre la plantó justo antes de marchar. Su madre la regó orgullosa, observándola brotar.  Pero al entender que ese hombre nunca regresaría, se dejó ir.

Rosa es ahora una mujer.  Y espera. Lo único que le han enseñado a hacer. 

Decepción, de Letripedia y Cuando crezcas, de Chupito.

Nomeolvides de chupito en la final.

No se puede de Rariano en las justas.

Pues es que éste es también mi voto. Mira, trabajo que me he ahorrado.

¿Ya os he dicho que el de Mascarilla fue el que me animó a participar en las microjustas? Sí, creo que veintitantas veces.

Pobres, del Gran Rapso, para la general y Nomeolvides de Chupito para la final.

Nomeolvides, de Chupito, en la final.

En la general es muy, muy difícil escoger. Estoy entre el de Rariano y el del Barón, pero me voy a decidir por ese ¡OINK-OINK! del señor Esdrújulo porque creo que es un portento de ingenio y humor y ya sabemos (como ya se comentó) que es más difícil triunfar a base de humor que con relatos serios.

Final: Rosa, de Letripedia.

Justas: Reencuentro, de Chupito.

Todos sabemos que el micro se debió de titular "Rosa" y la chica llamarse "Esqueje" de nombre 

 ¡Perdón! Me refería a Esqueje, de Letripedia.

Felicidades a Chupillo y Mascarita.

¡Uy, perdón! Han sido los nervios, quería decir Chupito y Mascarilla.